by Una serie en cuatro partes enviada por A. Brooks, lector de RevoluciĆ³n
Revolución #017, 9 de octubre de 2005, posted at revcom.us
Una serie en cuatro partes enviada por A. Brooks, lector de REVOLUCIÓN
En la primera parte de esta serie recalqué que una sociedad organizada según los principios de la Biblia sería una pesadilla para sus habitantes. Vimos que en tal sociedad predominaría la fe sobre la ciencia; la mujer viviría totalmente subyugada al hombre, con una terrible opresión; condenarían a los homosexuales a muerte; se aprobaría la compraventa de seres humanos; imperaría una total intolerancia hacia otras religiones; y, además de los delitos violentos, se castigarían con la pena de muerte conductas que hoy ni siquiera se consideran delitos, como insultar a los padres, tener relaciones homosexuales o cometer adulterio.
Sí, sería una sociedad aterradora. Pero más aterradores aún son los castigos que dios promete a los que no sigan sus mandatos rígida y directamente. Como el actual presidente y otros que le han precedido, dios exige obediencia total y reprime el disentimiento con suma violencia.
Es irónico que los evangelistas se quejen de la cantidad de "imágenes de violencia" de las películas de Hollywood y de los videojuegos, a) cuando ellos han movilizado un apoyo furibundo a la matanza de iraquíes y la destrucción de sus pueblos y ciudades, y b) cuando el texto de donde derivan su moral es uno de los libros más violentos y sanguinarios que se haya escrito. Al leer y estudiar la Biblia, no queda duda de que, como en el caso de los pasajes sobre la esclavitud que mencioné en la segunda parte de esta serie, los pasajes rebosantes de violencia son la norma y no una crítica. La Biblia es una historia de muerte brutal, destrucción implacable y enorme sufrimiento humano con el propósito de fortalecer el reino de un líder que se considera divino y omnipotente. ¿Suena conocido?
Desde los primeros capítulos de la Biblia los mandamientos y palabras de dios repiten un tema: obedézcanme por completo o los aniquilaré. Antes de ver ejemplos en que claramente le dice esto a su "pueblo escogido", veamos un ejemplo más sutil: la historia de que dios, por intermedio de Moisés, saca a los israelitas de Egipto. Es un pasaje tan conocido como el de Adán y Eva. Mucha gente que no ha leído la Biblia conoce el relato de Moisés y el faraón egipcio, cuando Moisés le dice desafiante: "Deja ir a mi pueblo". Pero lo que no es tan conocido es que, según la Biblia, dios esclavizó deliberadamente a los israelitas en Egipto y, cuando el faraón estaba dispuesto a dejarlos ir, ¡dios le endureció el corazón para que no los soltara!
Al comienzo de Éxodo se describe la famosa historia de la "zarza ardiente": supuestamente dios se le revela a Moisés en una zarza en llamas y le dice que los israelitas serán esclavos de los egipcios 400 años antes de que dios los libere. (Éxodo, 2) ¡Recuerden, supuestamente es un dios topoderoso! En vez de someter a su "pueblo escogido" a siglos de horrible sufrimiento antes de liberarlo, ¿por qué no impide en primer lugar que sea esclavo?
Bueno, la respuesta está en Éxodo. Dios le da a entender a Moisés que todo el cautiverio de los israelitas y su liberación es una especie de juego para él, una oportunidad de demostrar su poder: "Tú dirás todas las cosas que yo te mande... Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas". (Éxodo, 7) La parte de "Tú dirás todas las cosas que yo te mande" se refiere a las instrucciones a Moisés de que le diga al faraón que deje ir a los israelitas o castigará a Egipto. En los pasajes siguientes se repite un patrón: Moisés le dice al faraón que si no deja ir a los israelitas dios desatará plagas contra Egipto: sangre, piojos, ranas, langostas, insectos, erupciones de la piel, etc. El faraón presencia una de las plagas y dice que dejará ir a los israelitas si paran las plagas. Dios lo hace, pero después endurece el corazón del faraón para que no cumpla su promesa. Entonces dios "no tiene más remedio" que desatar más plagas.
Pensemos en este pasaje por un momento. ¿Qué dice de este "dios" el que, siendo "todopoderoso" y capaz de evitar que los israelitas caigan como esclavos, en primer lugar, y luego siendo capaz de liberarlos, en vez de hacerlo prolonga el sufrimiento de los israelitas y los egipcios nada más con el fin de demostrar sus poderes? ¿Qué clase de dios es eso?
Este pasaje es uno de los primeros ejemplos de la brutalidad de la lógica de dios, y el resto de los cinco libros mosaicos demuestra claramente que este pasaje es la regla, no la excepción. Por todo el libro abundan ejemplos de gente que no cumplió los diez mandamientos al pie de la letra y recibió una muerte y un sufrimiento espantosos. Veamos ahora sí ejemplos de esto.
En Levítico, dios dice claramente que sus leyes se tienen que obedecer totalmente: "No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos. Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos". (Levítico, 18) ¡Suena bastante totalitario! Pero, cosa curiosa, ¡los que califican a Mao o a Stalin de totalitarios no le aplican esa palabra a dios! Pero ahí no para la cosa. Después de declarar que la homosexualidad es una "abominación" (como señalé en la segunda parte), dios amenaza así a los israelitas: "En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada... y no hagáis ninguna de estas abominaciones... (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada)". (Levítico, 18)
O sea, dios exige obediencia absoluta a todas sus leyes (una de las cuales declara que la homosexualidad es una abominación) y luego dice que si no la cumplen castigará a los israelitas, tal como castigó a los egipcios. El siguiente pasaje de Levítico elabora cómo lo hará: "Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos... yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán... haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce... Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados. Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos... Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto; y si buscareis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo... Si aun con esto no me oyereis, sino que procediereis conmigo en oposición, yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas... y mi alma os abominará. Haré desiertas vuestras ciudades... os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades... Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés". (Levítico, 26)
Continuará: En la parte 3b, más ejemplos de los libros mosaicos de la consolidación del dominio de dios por el miedo y terror total