El mundo no puede esperar
Sunsara Taylor, una organizadora de "El mundo no puede esperar, Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush", corresponsal de Revolución
Revolución #017, 9 de octubre de 2005, posted at revcom.us
En el futuro, cuando los niños quieran conocer el carácter de sus padres --que vivían en un país que normalizó la tortura, se esforzó por condenar a la mitad de la población a la maternidad obligatoria o legrados clandestinos, atacó la ciencia y el pensamiento crítico, impuso un estrecho fundamentalismo e intolerancia religiosos, le negó el derecho a votar a centenares de miles de negros en una elección "ilegítima" y luego los abandonó en un desastre natural, libró guerras y las justificó con mentiras, arrestó gente en la calle sin acusación o abogado… y lo hizo todo sin la oposición de un solo funcionario del gobierno-- se preguntarán: "¿Se echaron a la calle el 2 de noviembre de 2005?".
A los miles de personas con quienes platicamos en las protestas contra la guerra el 24 de septiembre:
Nos conocieron. Les escuchamos. A casi todos les encantó la idea de no esperar hasta el 2006 o el 2008. Pero nos preguntaban una y otra vez: "¿Cómo se puede sacar corriendo al gobierno?". Aquí está nuestra respuesta:
En los últimos años, millones de personas han protestado, han rechazado las nuevas medidas represivas, han contribuido dinero, han votado y más.
Pero de todos modos el programa de guerra, represión y moral fundamentalista sigue cobrando fuerza. Todo esto demuestra dos cosas:
1) Hay docenas de millones de personas que se oponen a todo el rumbo del gobierno de Bush en el mundo.
2) La voluntad del pueblo no le importa un comino al gobierno de Bush. Hay que forjar esa voluntad en una resistencia política organizada que repudie y dé marcha atrás a todo el rumbo de la sociedad y que saque corriendo a Bush.
Por supuesto, todo mundo quiere saber precisamente qué pasos se habrá que dar para crear una situación política en que eso podría pasar. Pero sacar corriendo a un gobierno, especialmente este gobierno, en este país, es algo que nunca se ha hecho y no hay un guión que diga qué hacer ni cómo serán los últimos días. Por otro lado, tenemos una visión y muchas ideas al respecto. Y de una cosa no cabe duda: no se podrá sacar corriendo a este gobierno esperando que actúe el Partido Demócrata, que siempre ofrece una tras otra versión de "sí, pero…" ante cada monstruosidad reaccionaria. Nos toca a nosotros.
El futuro no está escrito. Ahora mismo urge empezar a escribir un nuevo capítulo.
Piensen en esto: cuando cuatro jóvenes se sentaron en una protesta de brazos cruzados en un restaurante del Sur, no sabían con exactitud cómo se iba a desarrollar el movimiento de derechos civiles ni cuántas personas se les iban a sumar. Cuando muchas mujeres y médicos organizaron redes para practicar abortos y mítines para legalizarlo, no sabían con exactitud qué fallo judicial ni qué ley iba a codificar ese derecho. Cuando mil jóvenes iniciaron una fase más militante del movimiento contra la guerra de Vietnam tratando de clausurar el centro de reclutamiento militar de Oakland (California), lo hicieron antes de que millones de personas estuvieran listas a hacer lo mismo.
Hicieron esas cosas porque vivir un solo día más con lo que estaba pasando les parecía intolerable. Y al hacer lo justo y no ceder, y al tener la confianza de que mucha más gente estaba lista a oírlos y sumarse a ellos, cambiaron el marco político, cambiaron lo que se pensaba que era posible y realista, y galvanizaron a muchos miles más que no hubieran podido predecir.
Hoy estamos ante una situación sin precedente. El reto es más grande, hay mucho más en juego, y el gobierno de Bush está imponiendo su programa sin parar y sin tomar en cuenta la opinión pública. Hay que aprovechar el momento hoy mismo, cuando millones de personas están indignadas y sedientas de cambiar el rumbo. El mundo no puede esperar. Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush.
Pero no lo vamos a hacer si seguimos actuando como esclavos de la rutina y de la política de siempre.
Piensen en cuántas personas movilizó la valentía y resolución de Cindy Sheehan. Estamos en un momento cuando una persona que se atreva a decir que el emperador no tiene traje, que es un cruel mentiroso, puede cambiar el discurso nacional. Imagínense lo que pasaría si centenares de miles de personas, el mismo día, deciden no quedarse calladas ni encerradas en casa.
El 2 de noviembre de 2005 se iniciará un movimiento de nuevo tipo, una resistencia por toda la sociedad. Tiene el potencial de crear un nuevo espacio y nuevas posibilidades para la lucha. El 2 de noviembre de 2005 tiene que ser el día cuando la historia empieza a cambiar de dirección.
El 2 de noviembre será un día cuando los que odian y temen el futuro que está creando Bush irán a las calles juntos, cuando se quitarán de encima el sofocante "mandato" que Bush se atribuyó el 2 de noviembre del año pasado; el marco político "aceptable" que obliga a hablar "razonablemente" y aceptar medidas totalmente locas; la dinámica de luchar contra las infamias de Bush una por una y perder terreno constantemente; la lógica de esperar… y esperar… y esperar que alguien en alguna parte diga lo que hay que decir y haga lo que hay que hacer, mientras que cada día nos acostumbramos a crímenes antes impensables.
El 2 de noviembre por toda la sociedad --en ciudades y pueblos, en prepas y universidades y a lo largo de las carreteras de las zonas rurales, en los medios y en debates con familiares, amigos y compañeros de trabajo-- diremos: ¡BASTA YA! ¡NO ACEPTAREMOS QUE NOS GOBIERNEN DE ESA MANERA! ¡BUSH NO NOS REPRESENTA A NOSOTROS Y LO SACAREMOS CORRIENDO! ¡EL MUNDO NO PUEDE ESPERAR!
Los que participen el 2 de noviembre captarán que es el comienzo de un movimiento de nuevo tipo que toma la ofensiva en la sociedad y que libra una batalla política encarnizada por el futuro. En las protestas se sumarán la impaciencia de los jóvenes que se salen de clases con la experiencia política de la generación de los años 1960, la creatividad de los artistas e intelectuales prominentes, la indignación y perspectiva de los que han sido golpeados más duro por el programa de represión, pobreza y racismo de Bush. Los organizadores dirigirán a los participantes a compartir números de teléfono y direcciones de correo electrónico para forjar nuevas comunidades de resistencia de miles de personas que defiendan a los que estén bajo ataque y tomen la contraofensiva, y que lean y discutan la historia del fascismo y de los movimientos de resistencia de otras partes.
Para iniciar esa nueva trayectoria de resistencia, las protestas tienen que ser lo suficientemente potentes para llegar a las primeras planas de los periódicos en pueblos pequeños y ciudades grandes. De esa manera, el día inspirará a millones de personas más que buscan un medio para dar marcha atrás al rumbo de la sociedad y atraerlas a la resistencia organizada… y más rápidamente de lo que se pueda imaginar. Será un reto a los muchos que todavía apoyan a Bush y les planteará dudas o los ayudará a zafarse de un programa que no las beneficia. Yserá una declaración al gobierno y a sus partidarios leales de que no tendrán rienda suelta para reconfigurar el mundo, y los desenmascará más ante un amplio público.
Un solo día no parará el gobierno, pero sí empezará toda una nueva dinámica y permitirá a millones de personas dar un gran salto hacia un movimiento capaz de hacerlo. Por fin, la implacabilidad de este gobierno encontrará otra implacabilidad… pero la nuestra se dedicará a la justicia y a lo que quiere y necesita el mundo entero: a sacar corriendo a este gobierno. El 2 de noviembre animará a individuos y grupos por todas partes a hacerse oír, a defender a los que estén bajo ataque, a oponerse a la mentalidad y programa bushistas dondequiera que se presenten --las juntas de educación que quieren enseñar el "diseño inteligente" y "solo abstinencia"; las guerras injustas y la tortura; los clérigos que fomentan la intolerancia hacia los gays y los no cristianos-- como parte de un movimiento coherente para sacar corriendo al gobierno.
El 2 de noviembre es un día en que miles de personas dedicarán la energía, el tiempo, la creatividad, el pensamiento crítico, las destrezas, los vínculos y el dinero para realizar una acción en una escala que tenga la posibilidad de lograr ese importante comienzo.
De ahí en adelante se requerirá más organización y planificación, pero se desenvolverá en un nuevo contexto y tendrá nueva fuerza. Los organizadores del 2 de noviembre nos responsabilizaremos de ampliar el núcleo de los que dirigen ese movimiento hacia sus metas. Celebraremos una cumbre nacional para trazar planes para el próximo paso, aprovechando la fuerza, el impulso y las lecciones que hemos acumulado para seguir cobrando fuerza en un nivel superior que tenga impacto en el terreno nacional e internacional.
En el futuro, cuando los niños quieran conocer el carácter de sus padres --que vivían en un país que normalizó la tortura, se esforzó por condenar a la mitad de la población a la maternidad obligatoria o legrados clandestinos, atacó la ciencia y el pensamiento crítico, impuso un estrecho fundamentalismo e intolerancia religiosos, le negó el derecho a votar a centenares de miles de negros en una elección "ilegítima" y luego los abandonó en un desastre natural, libró guerras y las justificó con mentiras, arrestó gente en la calle sin acusación o abogado… y lo hizo todo sin la oposición de un solo funcionario del gobierno-- se preguntarán: "¿Se echaron a la calle el 2 de noviembre de 2005?".