Revolución #018, 16 de octubre de 2005, posted at revcom.us
Los primeros libros de la Biblia describen una y otra vez cómo dios atormenta al pueblo (con plagas, hambre y matanzas) si duda de él o lo desobedece. En este dibujo (reproducido en un website de un grupo fundamentalista), Moisés dirige la ejecución a sangre fría de 3,000 israelitas por dudar de él y de dios. Luego dios mata a más israelitas en una plaga. No hay merced, compasión ni perdón… solo muerte por la desobediencia. Si impusieran reglas parecidas hoy, sería una tiranía espeluznante y un horror.
Una serie en cuatro partes enviada por A. Brooks, lector de REVOLUCIÓN
La tercera parte (a), del número de la semana pasada, terminó con una cita de Levítico en que dios dice que si no cumplen sus leyes, castigará a los israelitas tal como castigó a los egipcios.
Podría dejar aquí el tema pues queda claro que el reino de dios se basa en temor y terror contra todos los que desobedecen sus leyes. Pero sigamos. El libro de Números detalla cómo se reúnen los ejércitos del pueblo de dios y avanzan hacia Canaán para aniquilar a los moradores de esa tierra (en la última parte de esta serie hablaré más de tal aniquilación y de su filosofía).
Pero en cierto momento hay escasez y las tropas se descorazonan; se quejan ante Moisés de que la situación es muy dura y no tienen suficiente comida. ¿Cómo responde dios? Siendo un "dios misericordioso y piadoso, tardo para la ira" (Éxodo, 34), indudablemente manda comida a los israelitas, ¿no? ¡No! Les da comida, pero "Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande". (Números, 11) ¡Y todo por pedir comida cuando tenían hambre!
Por lo visto, a dios le encantan las plagas. Números 14 describe otra plaga que desató contra los israelitas. Esta vez, el "crimen" fue que unos hombres fueron a reconocer la tierra de Canaán y regresaron contando que sus habitantes eran muy poderosos. Este es el destino que dios asigna a esos hombres: "En este desierto serán consumidos, y ahí morirán. Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová". (Números, 14)
Con el tiempo, unos israelitas se cansan de la tiranía de su dios y se rebelan. En respuesta, dios los aniquila: la tierra se abre, se los traga enteros y el fuego consume a 250 hombres. (Números 16) Al día siguiente, toda la comunidad está furiosa por lo que dios les ha hecho por intermedio de Moisés y Aarón. Entonces, dios, ese "dios misericordioso y piadoso, tardo para la ira", naturalmente pide disculpas, reconoce que fue muy duro y promete no repetirlo, ¿no? ¡No! Dios mata más israelitas (14,700) con otra plaga.
Más adelante, dios explica a los israelitas el principio básico de "mata o te matarán". Le dice a Moisés: "Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos... Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis. Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos". (Números 33)
A la luz de pasajes como estos, no es difícil ver por qué los fascistas cristianos de hoy conciben los conflictos globales actuales como una "guerra santa" en que tienen que conquistar o perecer. Además es importante recordar que el dios de la Biblia supuestamente es todopoderoso. Los cananeos no podrían ser para los israelitas "aguijones en vuestros ojos y espinas en vuestros costados", si dios no lo permitiera. Este es otro ejemplo de que el sufrimiento y la mortandad humanos parecen ser otro juego para dios.
Además de imponer sus leyes y mandamientos con total brutalidad, dios manda a su principal soldado, Moisés, a hacer lo mismo. Uno de los primeros ejemplos de esto aparece en Éxodo (en un pasaje que mencioné en la segunda parte de la serie): Moisés regresa del Sinaí y ve que muchos israelitas han violado el mandamiento de no tener dioses ajenos, han construido un becerro de oro y lo adoran. En respuesta, "Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres". (Éxodo, 32) Esto sucedió después de que Moisés molió el becerro de oro e hizo que los israelitas se lo tragaran.
A continuación dios desata otra atrocidad; sí, otra plaga. (Éxodo, 32)
En Números, Moisés nuevamente da órdenes de "mata o te matarán": "Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Jehová a la guerra, y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí, y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará". (Números, 32)
En Deuteronomio (que supuestamente Moisés escribió personalmente), Moisés repite las consecuencias para los que no sigan y adoren a Jehová: "Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos". (Deuteronomio, 4) El mismo punto se repite un poco más adelante: "Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis". (Deuteronomio, 8)
En el mismo libro, Moisés pronuncia las palabras (que cité en la primera parte de esta serie) que recuerdan la lógica de "están con nosotros o contra nosotros" del famoso discurso de George Bush: "He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido". (Deuteronomio, 12)
Considerando la naturaleza de la ley y los mandamientos de este dios, es escalofriante pensar que uno será bendito si los sigue y maldito si no lo hace.
En resumen, la Biblia muestra una y otra vez que dios no es "misericordioso y piadoso" ni "tardo para la ira"; todo lo contrario, su reino se caracteriza por una brutalidad mucho más cruel que la de los dictadores más brutales (y que la que se le imputa falsamente a Mao y Stalin). La Biblia es una historia de conquista violenta, de persecución y castigo contra los que no obedecen y persiguen a otros. Vuelvo a preguntar: ¿Suena conocido? Esta es precisamente la lógica de conquista santa, saqueo y subordinación total que Bush y su bola de fascistas quieren implantar en el "mundo real".
En la cuarta y última entrega de esta serie examinaré más a fondo algo que solamente mencioné en esta sección: el tema de conquistar otros pueblos en nombre de dios, o el Destino Manifiesto Bíblico.
Continuará: Cuarte parte (a), Guerras sagradas: Destino manifiesto bíblico.