"Plan de victoria" de Bush, primera parte:
Limpieza étnica y bombardeos indiscriminados
Revolución #026, 12 de deciembre de 2005, posted at revcom.us
La furia pública por la brutal ocupación de Irak sigue aumentando. Ciertas voces de la clase dominante claman por un plan para salir del actual atolladero y evitar un desastre para las fuerzas armadas.
Bajo fuego y al ataque, Bush presentó la primera parte del "Plan de la victoria" en una base militar (¡otra!) el 30 de noviembre. Esta respuesta a los críticos plantea "iraquizar" la guerra. Tiene dos elementos centrales:
- Más limpieza étnica, tortura y terror contra la población sunita
- Bombardeos aéreos masivos e indiscriminados
Limpieza étnica
Bush admitió que "el grupo más grande con mucho [del enemigo] son iraquíes comunes y corrientes, en su mayoría árabes sunitas". Pensemos en las implicaciones de esto. El grupo más grande de lo que considera "el enemigo", según las propias palabras de Bush, "son iraquíes comunes y corrientes".
"Al combatir a los terroristas, nos dedicamos a desarrollar fuerzas de seguridad iraquíes capaces y eficaces, para que puedan tomar la delantera en la lucha, y a fin de cuentas asumir la responsabilidad por la seguridad de sus ciudadanos sin mucha asistencia del exterior".
Bush ha exagerado enormemente la eficacia de esas tropas títeres, como afirman sus críticos de la clase dominante. Pero ese no es el problema. Lo que Bush plantea es desatar limpieza étnica, terror y muerte indiscriminados contra los sunitas, y provocar violencia sectaria (precisamente la violencia sectaria que los defensores de la ocupación dicen que se desatará si Estados Unidos se retira de Irak, y por lo cual, dicen, no puede retirarse).
Un oficial que participó en el reciente ataque a Tal Afar (que Bush puso de modelo en el discurso) le dijo al escritor Seymour Hersh de la revista New Yorker que las milicias chiítas "agarraban a todos los sunitas que les señalaran los chiítas". Dijo: "Mataban sunitas por recomendación de chiítas". Hersh dice que eso se hizo con la "participación directa de una unidad de milicias comandada por un militar jubilado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos".
En el New York Times del 29 de noviembre, Dexter Filkins escribió desde Bagdad:
"En las últimas semanas han salido a la luz cientos de informes de muertes y secuestros. La mayoría son denuncias de civiles sunitas que dicen que iraquíes uniformados se han llevado a sus parientes sin orden de detención ni explicación… Han aparecido cadáveres de hombres sunitas en zanjas y campos, con balazos en la sien, quemaduras de ácido y huecos que parecen hechos con un taladro eléctrico".
Muerte aérea
Bush dijo y repitió que le van a traspasar las tareas de seguridad interna a las tropas títeres (milicias chiítas, en su mayoría), pero nadie cree que esas tropas vayan a hacer mucho sin un arma secreta que, eso sí, Bush no mencionó en el discurso.
Un experto en asuntos militares que le hace eco a las ideas de Dick Cheney y Donald Rumsfeld (secretario de Defensa) le dijo a Hersh: "No pensamos disminuir la guerra. Lo que queremos es cambiar la proporción de fuerzas de combate a infantería iraquí con apoyo americano y más fuerza aérea".
Hersh escribe:
"La guerra aérea dentro de Irak es el aspecto más importante (y el que menos se menciona) de la lucha contra la insurgencia. Las autoridades militares de Bagdad y Washington no le dan a la prensa una lista diaria de misiones de la fuerza aérea, la marina y la infantería de marina ni del tonelaje de bombas que disparan, como se hacía en la guerra de Vietnam. La infantería de marina dio un indicio de la magnitud de los bombardeos durante el sitio de Falluya en el otoño del año pasado en un comunicado de prensa: ‘Con una enorme ofensiva aérea y terrestre, nada más nuestra Tercera División Aérea ha disparado más de 500,000 toneladas de munición’".
Eso equivale a más de una tonelada de bombas por persona en Falluya. Pero los bombardeos están aumentando.
Hersh informa:
"En los últimos meses, parece que el ritmo de los bombardeos ha aumentado. La mayoría han sido en las provincias hostiles que rodean a Bagdad y a lo largo de la frontera de Siria, que son predominantemente sunitas".
Con típica terminología gángster, un estratega militar le dijo a Hersh: "Los estamos madreando para que vuelvan a la edad de piedra".
"Dios lo manda y solo a él le respondo"
Quién sabe si Bush efectivamente lo cree, pero una y otra vez ha dicho que dios le ordenó esta misión en Irak (y más allá). El teniente general William "Jerry" Boykin recorre el país proclamando que en la guerra contra fuerzas musulmanas en Somalia "mi dios era más grande que el de ellos" y que en la "guerra contra el terror el enemigo se llama Satanás". Después de eso, Bush lo ascendió a subsecretario adjunto de Defensa.
El desafío para el pueblo
Revolución seguirá analizando y mostrando la esencia de la "estrategia de la victoria" de Bush, pero la primera parte que presentó ya muestra claramente que se trata de una guerra genocida contra el pueblo iraquí. Hace pensar en la famosa frase de un general durante la guerra de Vietnam: "tuvimos que destruir la aldea para salvarla". Esa es la esencia de la guerra contra Irak, una guerra totalmente injusta, y también de la "guerra contra el terror".
En vista de todo esto, ¿qué persona de conciencia puede aceptar que se limite el debate a "cuál es la mejor forma de ganar" una guerra como esta? No, lo que hay que debatir es ¡cómo acabarla! Y hay que hacerlo en el contexto de asumir responsabilidad por sacar corriendo al gobierno de Bush, con todo y su programa, ¡porque de veras el mundo no puede esperar!