De la ceremonia del premio Nobel
Harold Pinter condena al gobierno de Bush
Revolución #027, 19 de deciembre de 2005, posted at revcom.us
Harold Pinter es un dramaturgo inglés de gran renombre. Entre sus obras figuran "The Caretaker" (El guardián), "The Room" (La sala) y "The Birthday Party" (La fiesta de cumpleaños). Escribió o adaptó docenas de guiones de películas, como el guión de "The Handmaid’s Tale" (El cuento de la doncella), una historia escalofriante de cómo sería la vida para la mujer en Estados Unidos con un gobierno fascista cristiano.
Pinter endosó la Convocatoria de El Mundo No Puede Esperar–Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush. Cuando ganó el premio Nobel de literatura, aprovechó el discurso de aceptación el 7 de diciembre para condenar a George Bush y el gobierno inglés y exhortar a la gente de conciencia a no aceptar de brazos cruzados los crímenes del gobierno de Bush. Como sufre de cáncer, tuvo que hablar por video:
"Mirad Guantánamo –dijo–. Cientos de personas detenidas sin cargos a lo largo de tres años, sin representación legal ni juicio, técnicamente detenidos para siempre. Esta estructura totalmente ilegal se mantiene como un desafío de los Convenios de Ginebra. Esto es tolerado y casi nunca planteado por lo que se llama ‘la comunidad internacional’. Esta atrocidad criminal está siendo cometida por un país que se declara a sí mismo ‘el líder del mundo libre’. ¿Pensamos en los habitantes de la bahía de Guantánamo? ¿Qué es lo que dicen los medios? Lo reseñan ocasionalmente: una pequeña mención en la página seis. Ellos han sido consignados a una tierra de nadie de la que, por cierto, puede que nunca regresen. En la actualidad muchos están en huelga de hambre, alimentados a la fuerza, incluidos los residentes británicos. No hay sutilezas en estos procesos de alimentación. Ni sedaciones ni anestésicos. Solo un tubo insertado sobre tu nariz y dentro de tu garganta. Tú vomitas sangre. Eso es tortura".
Condenó la invasión de Irak:
"La invasión de Irak ha sido un acto de bandidos, un evidente acto de terrorismo de estado, que demuestra un desprecio absoluto por el concepto del derecho internacional. La invasión fue una acción militar arbitraria basada en una serie de mentiras sobre mentiras y burda manipulación de los medios y, por consiguiente, del público; un acto con la intención de consolidar el control económico y militar de Estados Unidos sobre Oriente Próximo camuflado –como último recurso– todas las otras justificaciones han caído por ellas mismas, como una liberación. Una formidable aseveración de la fuerza militar responsable de la muerte y mutilación de miles y miles de personas inocentes".
Con ironía, se ofreció de voluntario para escribir un discurso para Bush:
"‘Dios es bueno. Dios es grande. Dios es bueno. Mi dios es bueno. El Dios de Bin Laden es malo. El suyo es un mal Dios. El dios de Saddam también era malo, aunque no tuviera ninguno. Él era un bárbaro. Nosotros no somos bárbaros. Nosotros no cortamos cabezas. Nosotros creemos en la libertad. Dios también. Yo no soy bárbaro. Yo soy el líder democráticamente elegido de una democracia amante de la libertad. Somos una sociedad compasiva. Electrocutamos de forma compasiva y administramos una compasiva inyección letal. Somos una gran nación. Yo no soy un dictador. Él lo es. Yo no soy un bárbaro. Él lo es. Y él. Todos ellos lo son. Yo tengo autoridad moral. ¿Ves mi puño? Esta es mi autoridad moral. Y no lo olvides’".
Denunció que
"Estados Unidos apoyó, y en algunos casos creó, todas las dictaduras militares de derechas en el mundo tras el final de la II Guerra Mundial. Me refiero a Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador y, por supuesto, Chile. El horror que Estados Unidos infligió a Chile en 1973 no podrá ser nunca purgado ni olvidado".
Continuó:
"Estados Unidos posee ocho mil cabezas nucleares activas y usables. Dos mil están en sus disparaderos, alerta, listas para ser lanzadas 15 minutos después de una advertencia. Está desarrollando nuevos sistemas de fuerza nuclear, conocidos como ‘destructores de búnkeres’. Los británicos, siempre cooperativos, están intentando reemplazar su propio misil nuclear, Trident. ¿A quién, me pregunto, están apuntando? ¿A Osama Bin Laden? ¿A ti? ¿A mí? ¿A Joe Dokes? ¿China? ¿París? ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que esta locura infantil –la posesión y uso en forma de amenazas de armas nucleares– es el corazón de la actual filosofía política de Estados Unidos. Debemos recordarnos a nosotros mismos que Estados Unidos está en un continuo entrenamiento militar y no muestra indicios de aminorar el paso".
A comienzos del discurso, trazó una comparación entre esos crímenes y
"lo que ocurrió en la Unión Soviética y por toda la Europa del Este durante el período de posguerra: la brutalidad sistemática, las múltiples atrocidades, la persecución sin piedad del pensamiento independiente".
Hay que analizar detalladamente esta declaración. Después de 1956, en la Unión Soviética se consolidó una forma de capitalismo de estado, y aunque conservó la etiqueta de socialista y algunos aspectos de la sociedad socialista, en realidad pasó a ser capitalista e imperialista. Así que es correcto comparar la invasión soviética de Afganistán, por ejemplo, con los crímenes que comete Estados Unidos hoy. Antes de eso, en los años 20 y 30, como primer estado socialista, la Unión Soviética hizo grandes avances revolucionarios, pero también tenía graves problemas; como ha dicho Bob Avakian, gran parte del camino socialista "se deshizo" durante y después de la II Guerra Mundial. Aunque los líderes, como Stalin, cometieron errores (incluso errores graves) en ese período de circunstancias sumamente difíciles y sin precedentes, la Unión Soviética siguió siendo un país socialista y, principalmente, una fuerza en pro de la revolución y el progreso en el mundo hasta mediados de los años 50. Bob Avakian, presidente del PCR, examinó ese proceso sumamente complejo en "Conquistar el mundo–Deber y destino del proletariado internacional". También analizó que la Gran Revolución Cultural Proletaria de China, dirigida por Mao Tsetung, fue más allá de la experiencia de la Unión Soviética. Además, ha explicado que, en el futuro, una sociedad socialista tendrá que ir más allá incluso de lo mejor que han logrado las sociedades socialistas del pasado y, por ejemplo, fomentar disentimiento y pensamiento crítico. Esto es una parte central de la "nueva síntesis" del comunismo y el socialismo que ha elaborado Avakian. [Ver "Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo" en http://rwor.org/a/1250/avakian_dictadura_democracia_socialista_comunismo_1_s.htm y las siguientes partes] Exhortamos a los que disfrutaron el discurso de Pinter a seguir estudiando y debatiendo estos temas, y a sumarse a la lucha para sacar corriendo al gobierno de Bush, que Pinter valiente y correctamente comparó con el de Hitler.
Cerca del final del discurso, Pinter retó al público:
"Muchos miles, si no millones, de personas en Estados Unidos están patentemente asqueados, avergonzados y enfadados por las acciones de su gobierno, pero, tal y como están las cosas, no son una fuerza política coherente… todavía. Pero la ansiedad, la incertidumbre y el miedo que podemos ver crecer cada día en Estados Unidos no es probable que disminuya".
Pinter firmó la Convocatoria de El Mundo No Puede Esperar–Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush. Antes del 2 de noviembre explicó:
"El gobierno de Bush es la fuerza más peligrosa que jamás haya existido. Es más peligrosa que la Alemania nazi por la extensión y profundidad de sus actividades y sus intenciones en todo el mundo. Yo apoyo sin reservas el llamado a expulsar al gobierno de Bush".
Con su apoyo al 2 de noviembre y su discurso de aceptación del premio Nobel, Pinter dio ejemplo de lo que pueden contribuir las figuras prominentes. Es una postura que hay que promover y defender, y que tiene que servir de modelo para muchos más.