Cámara aprueba cruel ataque a los inmigrantes
Revolución #030, 15 de enero de 2006, posted at revcom.us
El 16 de diciembre, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que, si llega a ser ley, criminalizaría aún más a los inmigrantes indocumentados y a quienes los ayuden. También escalaría la militarización de la frontera y, en general, todo el aparato represivo contra los inmigrantes.
Medidas clave del proyecto de ley:
- Declarar delito penal mayor (y no un delito civil, como hasta ahora) estar en este país sin papeles. O sea que los millones de personas que están aquí sin papeles podrían ser acusados de un "delito mayor", por lo cual los podrían detener y deportar inmediatamente, y perder para siempre la oportunidad de obtener la ciudadanía.
- Construir una cerca doble entre California y Arizona de más de 1,000 kilómetros. Unos promotores del proyecto dicen que eso no es suficiente, que se debe extender a lo largo de los casi 3,000 kilómetros de frontera.
- Declarar delito penal federal el ayudar a los indocumentados, por ejemplo, dejar agua en los desiertos para los que cruzan en zonas peligrosas, donde cada año mueren cientos. Las personas que ayuden o den servicios a los indocumentados, como por ejemplo trabajadores sociales, médicos y enfermeros, maestros o sacerdotes, podrían ir a parar a la cárcel hasta por cinco años y podrían confiscarles los bienes.
- Requerir que los patrones le den al Departamento de Seguridad de la Patria el número de Seguro Social y otros datos sobre cada uno de sus trabajadores para verificar su "condición migratoria". La información se depositará en un enorme banco de datos del gobierno. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) señaló que esta medida "obligaría tanto a ciudadanos como a inmigrantes a conseguir permiso del gobierno federal antes de obtener un trabajo".
- Fortalecer el aparato para cazar a inmigrantes. También autorizaría a los sheriffs de 29 condados a lo largo de la frontera a solicitar información sobre la condición migratoria. Además, les pagaría por detener a indocumentados y entregárselos a las autoridades federales, o sea que promueve la caza de inmigrantes.
Una medida que no aprobó la Cámara fue la propuesta de fascistas como el republicano Tom Tancredo de revocar el principio que concede ciudadanía a las personas nacidas en este país, sin importar la condición migratoria de los padres. Eso es lo que se conoce como "ciudadanía por nacimiento". Tancredo dijo en noviembre que "No se les debe conferir ciudadanía a niños de gente que está en este país ilegalmente". Es un argumento para derogar la Enmienda 14, que dio la ciudadanía a los esclavos después de la guerra de Secesión, que dice: "Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos… son ciudadanos de Estados Unidos".
Si bien la Cámara no aprobó esa medida, el hecho de que se haya considerado seriamente indica la extrema virulencia del ataque contra los inmigrantes, que ya está causando mucha miseria y sufrimiento para millones de personas. Como dijo Michel Waslin del Consejo de La Raza con respecto a la propuesta: "En el pasado eso se consideraba una propuesta extrema, loca, que nunca avanzaría, pero ahora estas propuestas supuestamente locas son parte de la discusión oficial".
¿Qué efecto tiene el hecho de que la Cámara apruebe un proyecto de ley que clasificaría a millones de inmigrantes como delincuentes que han cometido un "delito mayor" y que los politiqueros reaccionarios pidan a voz en cuello que se cambie la Constitución para quitarles la ciudadanía a los hijos de los indocumentados? Lo que hace es envalentonar y azuzar a los movimientos fascistas como los Minutemen, los civiles armados que cazan inmigrantes en la frontera. Los Minutemen y demás extremistas son la punta de lanza de una ofensiva reaccionaria cuya meta es azuzar una atmósfera violenta contra los inmigrantes, echarles la culpa por el desempleo y otros problemas sociales, y enemistarlos con proletarios, oprimidos de otras nacionalidades y gente de muchos sectores.
La estructura de poder capitalista tiene ciertas diferencias con respecto a la situación de los inmigrantes, incluso los republicanos. Esto se debe a discrepancias sobre los intereses estratégicos de su clase a medida que imponen un nuevo contrato social en este país y consideran el efecto que tendría aquí y en su imperio. Unos, como Tancredo, se oponen rotundamente al programa de "trabajadores invitados" (que tanto Bush como otros republicanos y unos demócratas han propuesto), que permitiría trabajar con permiso temporal. Aunque el programa de Bush se propone fortalecer la capacidad del gobierno de identificar y vigilar a los inmigrantes, Tancredo y otros quieren más mano dura contra ellos.
Aunque hay desacuerdos sobre esto en la cúpula del gobierno, están escalando la guerra contra los inmigrantes. Bush alabó el proyecto de ley. Dijo: "Ayudará a proteger la frontera e impedirá la entrada ilegal a Estados Unidos… La seguridad de nuestras fronteras es esencial para la seguridad de la patria".
Vean cómo Bush conecta la cuestión de la inmigración con la "seguridad de la patria", el programa fascista de represión que impuso tras el 11 de septiembre. Según su lógica, los "inmigrantes ilegales" no solo "les quitan trabajos a los americanos"; son parte del "enemigo" y de la "guerra contra el terror". Y como él mismo ha dicho: "O están con nosotros o están con el enemigo". Tancredo lo dijo de una manera más franca en junio: "Tenemos que encontrar a los inmigrantes antes de que sea demasiado tarde. Vienen a matarte a ti y a ti, a mí y a mis nietos".
El proyecto aprobado por la Cámara aún no es ley. El Senado va a proponer su propia versión. Bush tiene su propia propuesta para la caza de inmigrantes, deportaciones en masa y campamentos de concentración (ver "Bush intensifica la guerra contra los inmigrantes" en Revolución No. 26, en revcom.us). Pero podrían estatuir varias cláusulas de este proyecto de ley. Todo esto pinta un futuro escalofriante e intolerable para los inmigrantes, si no se lucha y se para esta guerra cruel.