Los fundamentalistas cristianos vs. la Universidad de California
Revolución #030, 15 de enero de 2006, posted at revcom.us
Los abogados de escuelas cristianas fundamentalistas (que enseñan que todo lo que dice la Biblia es verdad, palabra por palabra) han demandado a la Universidad de California (UC) para obligarla a aceptar como prerrequisitos las clases que enseña la Escuela Cristiana Calvary Chapel de Murrieta, California. Dicen que la UC ha violado los derechos que le confiere la Primera Enmienda y que es víctima de "discriminación de punto de vista" porque la UC rehusó aceptar varios de sus cursos de humanidades y ciencias.
Las clases en cuestión no enseñan pensamiento crítico ni una visión científica de la realidad. Veamos la lógica de la demanda: si obligan a la UC a aceptar que esas clases satisfacen los prerrequisitos para ingresar a la universidad, ¿por qué no obligarla también a enseñar esos cursos? Si obligan a la UC a aceptar esos cursos, ¿qué efecto tendría en otras universidades? Además, ¿a qué agenda responde esto? ¿Adónde va todo eso?
Veamos algunos de los cursos en cuestión. El libro de texto Biología para escuelas cristianas, de uno de los cursos rechazados, dice: "La intención de los autores de este libro ha sido darle prioridad a la Palabra de Dios y poner la ciencia en segundo plano. Si en algún momento no hemos puesto la Palabra de Dios en primer plano, pedimos disculpas". O sea que si la Biblia dice que la Tierra solo tiene unos cuantos miles de años (que es lo que enseñan libros como estos), entonces así tiene que ser. Olvídense de las montañas de pruebas científicas de que la Tierra tiene miles de millones de años. Si la Biblia dice que todos los animales fueron creados en seis días, eso es lo que sucedió. Olvídense de la abrumadora evidencia de la evolución. Y si por alguna razón eso no queda claro, ¡pues, "los autores piden disculpas"!
La ciencia demanda pensamiento crítico a partir de observaciones del mundo real. Si se coloca la religión u otra suposición no científica a la par o por encima de la metodología científica, se descarta por completo la ciencia. Y eso es precisamente lo que dice, sin decirlo, uno de los libros de texto rechazados por la UC: "Tratar de creer tanto en la física laica como en la Biblia deja en un estado de confusión que mina la fe en la Palabra de Dios".
El mismo tipo de dogmatismo lo aplican a las humanidades. Otro de los libros de los cursos que rechazó la UC, Historia de Estados Unidos para escuelas cristianas, dice que Thomas Jefferson fue un mentiroso y un anticristo. ¿Porque era esclavista? No: porque para Jefferson Cristo era un buen maestro pero no el hijo encarnado de dios.
El libro Elementos de literatura para escuelas cristianas ataca a Mark Twain, quien escribió libros humorísticos populares que critican a la religión porque "su escepticismo no era el cuestionamiento honesto de quien busca la verdad, sino la insolencia de un rebelde confeso". El libro también ataca a la poeta Emily Dickinson.
¿Qué quiere decir que en libros de texto de preparatoria ataquen de esta manera a figuras como Mark Twain y Emily Dickinson? Que quieren una sociedad en que la única VERDAD sea lo que dice la Biblia y sea el criterio para juzgar todo lo demás.
Querer obligar a una importante universidad pública a aceptar esta clase de estupideces es parte de una agenda general que busca reconfigurar las "normas" culturales, sociales y políticas de la sociedad. Es parte de un movimiento que tiene la convicción de que en Estados Unidos hay que efectuar cambios drásticos para imponer como base y marco de todas las instituciones una variante de fundamentalismo cristiano. Hoy piden que se les acepte como alternativa legítima, pero la lógica de su programa y lo que han logrado en otras esferas lleva a que mañana la suya sea la ÚNICA alternativa.
Un libro de texto de cívica de la editorial A. Beka Publishers (que publica muchos de los libros de las clases rechazadas por la UC) empieza así: "Los gobiernos son ordenados por Dios, pero ningún gobierno se compara al gobierno de Dios, la teocracia". Estos tipos son fascistas cristianos y en serio quieren imponer una teocracia. Tenemos que poner la demanda contra la UC en ese contexto: es un intento de lograr legitimidad en el presente para que sirva a un futuro asfixiante y cerrado. Es hora de oponer resistencia.