La advertencia de Al Gore
Revolución #032, 29 de enero de 2006, posted at revcom.us
Hablando el día de Martin Luther King ante un público diverso (de grupos de libertades civiles liberales a libertarios conservadores), el ex vicepresidente Al Gore hizo fuertes advertencias sobre el rumbo de esta sociedad. Como descubrió el pastel, el discurso desató gran interés por toda la sociedad. Pero el gobierno de Bush respondió con arrogancia… y los demócratas con silencio.
Bush (que le robó las elecciones del 2000 a Gore) dice que solo está espiando a quienes han recibido llamadas de Al Qaeda. Pero Gore (que sabe de lo que está hablando) dijo que el gobierno "escucha a escondidas a grandes cantidades de estadounidenses" y que la rama ejecutiva "se ha atribuido descaradamente el derecho unilateral de hacerlo sin pensar en las leyes aprobadas por el Congreso para impedir el abuso del poder".
Gore dijo: "Durante los últimos años de su vida, intervinieron el teléfono del Dr. King ilegalmente. Era uno de los centenares de miles de estadounidenses cuyas comunicaciones escuchó el gobierno en esa época. En privado, el FBI lo tildó del 'dirigente negro más peligroso y eficaz de este país' y prometió 'bajarle los humos'. Hasta trató de causarle problemas matrimoniales y de hacerlo suicidarse. La campaña continuó hasta que lo asesinaron".
"El ciclo no se va a repetir"
Sin pelos en la lengua, Gore esbozó una lista de las medidas draconianas del gobierno de Bush:
"El presidente dice que puede encarcelar a ciudadanos estadounidenses por el resto de la vida sin orden de detención, sin decirles cuáles son las acusaciones y sin informarles a los familiares que están presos.
"La rama ejecutiva dice que tiene autoridad (no reconocida previamente) de maltratar a los presos de una manera que sin duda constituye tortura, y esto se ha documentado en las bases estadounidenses en países por todo el mundo.
"Más de 100 de estos presos han muerto a manos de los interrogadores de la rama ejecutiva y muchos más han terminado quebrantados y humillados. En el notorio penal de Abu Ghraib, los investigadores que documentaron el patrón de tortura calcularon que más del 90% de las víctimas eran inocentes".
Y:
"El presidente se ha atribuido la autoridad de secuestrar a individuos en otros países y entregarlos a los carceleros e interrogadores de gobiernos autocráticos famosos por la crueldad de sus métodos de tortura".
Tras hablar de sucesos de la historia estadounidense como la detención de los descendientes de japoneses durante la II Guerra Mundial y la represión del movimiento contra la guerra de Vietnam, Gore dijo: "En cada uno de estos casos, cuando el conflicto y el trastorno amainaron, el país recuperó el equilibrio y asimiló las lecciones de un ciclo recurrente de excesos seguidos por arrepentimientos. Esta vez es posible que la situación esté cambiando y que el ciclo no se va a repetir".
Mencionó varias razones por las que cree que los mecanismos de autocorrección no funcionarán hoy: "la acumulación lenta pero constante de poderes presenciales", el hecho de que "el gobierno nos dice que el país estará en pie de guerra 'durante el resto de nuestra vida'", y "los avances de la tecnología de espiar y vigilar y la capacidad de acumular y analizar enormes cantidades de información para obtener lo que buscan". Continuó: "Este gobierno tomó las riendas con una teoría jurídica cuya meta es convencernos de que esta concentración excesiva de poderes presidenciales es precisamente lo que la Constitución dicta".
Se debe prestar atención a esta advertencia: "Si el presidente tiene la autoridad inherente de espiar, encarcelar a ciudadanos por su cuenta, secuestrar y torturar, ¿qué es lo que no puede hacer?"
"Eso no se puede tocar" y "No se metan ahí"
Básicamente la actitud de los demócratas y los liberales de la clase dominante hacia el discurso fue: "Eso no se puede tocar". El New York Times,que normalmente publica los principales discursos de figuras prominentes como Gore, esta vez no lo publicó (y la prensa internacional no lo tradujo al español).
Cuando Jim Lehrer, del noticiero de la cadena de televisión pública, entrevistó a Harry Reid, dirigente demócrata del Senado, este dijo: "Tengo mucho respeto por Al Gore, pero no voy a hablar de esto". Cuando le preguntó sobre la posibilidad de un juicio de destitución de Bush, respondió: "Es muy, muy temprano para eso".
¡¿"Muy temprano" para hablar de la destitución de Bush?! Como se oye muy a menudo en estos días: "¿Y qué tiene que hacer para que lo destituyan?". Así que el locutor Lehrer (cuyo papel es de "asesor imparcial" de las riñas de la clase dominante y defensor de la credibilidad del sistema) le preguntó: "Bueno, si no habrá audiencias, ¿cuál es la alternativa? Es decir, ¿qué van a hacer los demócratas o los demás que se oponen a lo que está haciendo el presidente?".
El bombero de prensa de Bush acusó a Gore de hipocresía porque durante el gobierno de Bill Clinton entraron a la fuerza a la casa de un agente de la CIA sospechoso de espionaje. Gore contestó que en ese entonces la Ley de Vigilancia del Espionaje Extranjero (FISA) permitía tales registros (aunque se prohibieron más tarde). Agregó que el argumento del gobierno de Bush (de que "ellos violaron la ley, así que ¿por qué no lo podemos hacer nosotros?") "demuestra paradójicamente otra razón más por la que no debemos bajar la guardia ante su desprecio de la ley. Si no se le pone barreras, tal comportamiento sentaría un precedente y alentaría a futuros presidentes a atribuirse los mismos poderes, que según muchos expertos en derecho de ambos partidos son ilegales".
Claras condenas
Acusar a Gore de hipocresía era una forma de recordarle que es "uno de ellos" y que debe cuidar lo que dice.
Al fin y al cabo, Gore habla como representante de la clase dominante imperialista. Al empezar, definió ese contexto:
"En una cosa el presidente y yo estamos de acuerdo: la amenaza del terrorismo es muy seria. No cabe duda alguna de que con los ataques del 11 de septiembre enfrentamos muchos nuevos retos y de que tenemos que estar alerta para proteger a nuestros ciudadanos.
"En lo que no estamos de acuerdo es si es necesario violar las leyes o sacrificar nuestro sistema de gobierno para proteger a los estadounidenses del terrorismo. De hecho, esto nos hace más débiles y vulnerables".
Como hemos afirmado muchas veces, la "guerra contra el terrorismo" es en realidad una guerra en aras de la dominación indisputable del planeta, si bien hoy se concentra en las fuerzas fundamentalistas islámicas y el Medio Oriente.
Gore, por ejemplo, dice que las guerras de Vietnam y de Irak fueron "errores colosales"… pero en realidad no fueron errores sino guerras imperialistas injustas.
Cuando habla de la democracia, Gore defiende "Atenas y la república romana, de cuyas tesis nuestros fundadores sacaron tantas lecciones". Tanto Atenas como Roma eran sociedades esclavistas.Cuando la república romana derrotó a su rival Cartago, destruyó y saqueó toda la ciudad y hasta echó sal en los campos para que no creciera nada. A los cartagineses que sobrevivieron los vendieron como esclavos.
Hemos publicado varias veces las siguientes palabras de Bob Avakian, presidente del PCR, sobre lo que significa defender la democracia en abstracto, y exhortamos a nuestros lectores a estudiarlas:
"En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, no tiene caso hablar de la 'democracia' sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia. Es más, mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber 'democracia para todos': dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos preguntar: ¿qué clase dominará y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a ellas, o lleva a abolirlas?"
Pero desde el seno de la clase dominante, el discurso de Gore condena al gobierno de Bush por: tortura sistemática ("la rama ejecutiva dice que tiene autoridad (no reconocida previamente) de maltratar a los presos de una manera que sin duda constituye tortura") y asesinato ("más de 100 de estos presos han muerto a manos de los interrogadores de la rama ejecutiva") de inocentes ("más del 90% de las víctimas eran inocentes"), y por espiar a "enormes cantidades" de personas en este país, en un programa parecido a la operación del FBI contra Martin Luther King. Y hay muchas razones para pensar que la situación empeorará y que no la corregirá el sistema por su propia cuenta.
El discurso de Gore debe ser un toque de clarín acerca de lo extrema que es la situación de este país y de lo peligrosa que es la dirección en que está encaminado.