La ley "contra la tortura" que legaliza la tortura
Revolución #032, 29 de enero de 2006, posted at revcom.us
Guantánamo, cuatro años después
Juma Muhammad Al-Dossaria, de Bahrein, fue uno de los primeros presos trasladados a Guantánamo en enero de 2002. Actualmente está en una huelga de hambre con muchos otros presos como protesta por las condiciones en que los tienen. Un boletín de prensa de Amnistía Internacional publicó su testimonio acerca del tratamiento que le dieron las autoridades estadounidenses. Aquí habla de su detención en Afganistán antes de que lo trasladaran a Guantánamo:
"Me internaron en la clínica del campamento debido a lo mal que estaba. Me interrogaban de noche y me golpeaban con saña; ¡querían que confesara que era terrorista! Una vez, me rompieron los grilletes de un pie por la fuerza de los golpes. Otra noche, me derramaron un líquido caliente sobre la cabeza y el investigador me apagó un cigarrillo en el pie. Le pregunté: "¿Por qué me tratan así?". Tomó otro cigarrillo y me lo apagó en la muñeca y me dijo: 'Hago esto en nombre de Cristo y la cruz'".
Después de relatar estos y otros incidentes a su abogado, un soldado se le acercó y le dijo: "Más le vale olvidar todo esto y no mencionarlo a nadie".
La enmienda McCain/Graham-Levin legaliza la tortura
En diciembre, se firmó la enmienda McCain como parte de una ley de gastos militares. Se dijo que la enmienda prohíbe la tortura, pero en realidad, la legaliza y sienta nuevos precedentes jurídicos. Facilita la tortura y les quita a los presos de Guantánamo el derecho de habeas corpus, o sea, el derecho de presentarse en los tribunales para establecer la legalidad o ilegalidad de su detención.
Los medios de comunicación dijeron que John McCain estaba desafiando a Bush e inyectando "razón" en el debate sobre la tortura. McCain sí ha expresado ciertas diferencias con el gobierno de Bush sobre la tortura, pero la enmienda que Bush firmó subraya la unidad básica de los dos sobre el asunto. Como señaló Revolución: "Bush y McCain anunciaron que llegaron a un acuerdo que satisfacía a ambos lados: torturar sin tener que preocuparse de demandas y con la opción de negarlo".
¿Cómo legaliza la tortura esta enmienda "contra la tortura"?
Primero, como nos dijo el grupo Human Rights Watch: "El gobierno no presentó normas claras ni aceptables de qué es la tortura o el tratamiento cruel, inhumano y degradante… Los funcionarios del gobierno siguen rehusando especificar si el simulacro de ahogo es tortura". Dicho método de tortura simula una ejecución por ahogo y muy a menudo lleva a la muerte. Los torturadores cubren la cara de la víctima con celofán y le vierten agua por la boca, lo que estimula arcadas muy dolorosas. Otros métodos, como la privación de estímulos sensoriales o de sueño, la tortura psicológica y la congelación, tienen el propósito de enloquecer, por no decir matar directamente.
Justo después de que Bush anunció el acuerdo con McCain, el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, dejó en claro que el gobierno definirá la tortura como se le antoje. El ex-analista de la CIA Ray McGovern señaló: "[Bush] dijo en la cadena televisa CNN que torturar significa causar intencionalmente un severo dolor físico o mental, y repitió dos veces la palabra 'severo'".
Segundo, Human Rights Watch nos explicó: "La ley… tiene otra cláusula (la enmienda Graham-Levin) que les quita a los más de 500 presos de Guantánamo la posibilidad de entablar demandas para parar la tortura y el tratamiento cruel e inhumano. Autoriza implícitamente al Departamento de Defensa a considerar evidencia obtenida mediante la tortura u otros métodos inhumanos cuando se evalúa el estado de los detenidos en Guantánamo". Human Rights Watch agregó: "… esta es la primera vez en la historia del país que el Congreso de hecho ha permitido el uso de evidencia obtenida mediante tortura".
Tercero, antes de firmar la ley le añadieron dos cláusulas más. Una permite a los militares acusados de torturar valerse de la defensa de que "estaban siguiendo órdenes superiores", y la otra ofrece la misma defensa a agentes de la CIA. Marty Lederman, profesor de leyes y ex-abogado del Departamento de Justicia, dice: "Querían … asegurar que no acusen a los interrogadores de la CIA en tribunales penales ni civiles por técnicas que ha aprobado el secretario de Justicia, Alberto Gonzales".
La ley tiene otras lagunas jurídicas: por ejemplo, dice que los interrogatorios deben seguir las pautas del Manual del Ejército. El New York Times escribió en diciembre que el ejército ha sacado una nueva edición de ese manual, la primera en 13 años, con diez páginas secretas sobre métodos de tortura.
Viéndolo bien, es evidente que la ley "contra la tortura" fue en realidad una manera sutil de legitimar y legalizar la tortura… con el pretexto de hacer lo contrario. Los que cifraron sus esperanzas en McCain deben sacar una lección: cuando se confía en gente como esa para solucionar problemas, los problemas se agrandan y multiplican.
Declaración al firmar
Después de aceptar la enmienda McCain-Graham-Levin, Bush salió con una declaración a la hora de firmarla que da su propia interpretación de la ley. Dice:
"La rama ejecutiva interpretará el Título X de la División A de la ley, con respecto a los detenidos, en concordancia con la autoridad constitucional del presidente de supervisar la rama ejecutiva unitaria y como comandante en jefe, y de acuerdo con los límites constitucionales sobre el poder judicial".
EN OTRAS PALABRAS: Tengo el DERECHO como comandante en jefe de ordenar toda la tortura que quiera y ¡NO SE METAN!
Bush ha impuesto una definición sumamente abierta de "la autoridad constitucional del presidente". A raíz del 11 de septiembre, la definición del poder presidencial se ha presentado en muchos memorandos escritos por los abogados del gobierno, como John Yoo (quien ha dicho en público que el presidente tiene el derecho constitucional de torturar a los niños de un sospechoso). Ahora ha salido a la luz que Bush mandó a la Agencia de Seguridad Nacional a espiar a millones de ciudadanos y ¡dijo que tiene el derecho de incumplir la ley! Su "declaración al firmar" lleva eso a un extremo intolerable.
El sitio web de noticias jurídicas Findlaw.com comentó: "En marcado contraste con sus predecesores, el presidente Bush escribió 435 declaraciones al firmar leyes durante su primera presidencia. Ese número es casi igual a la cantidad de declaraciones similares escritas por TODOS sus predecesores. Y Bush, al escribir esas declaraciones y órdenes ejecutivas, usó 95 veces el término 'ejecutivo unitario'".
(El nominado a la Suprema Corte Sam Alito fue uno de los inventores del uso moderno de las "declaraciones al firmar" con el fin de aumentar el poder del presidente. En 1986, cuando Alito trabajaba para el Departamento de Justicia de Reagan, escribió: "Nuestro objetivo principal es asegurar que la declaración del presidente al firmar una ley tenga la debida influencia en su interpretación… Así 'aumentaría el poder el ejecutivo de moldear las leyes'").
No se sabe todavía qué reconocimiento recibirá la teoría jurídica del ejecutivo unitario y las declaraciones al firmar leyes. La lógica es que el presidente, como comandante en jefe, puede definir la ley para los que están bajo su autoridad, como la CIA y las fuerzas armadas, y que, por "los límites constitucionales al poder judicial", los tribunales no le pueden decir nada. Mientras tanto, el gobierno de Bush sigue bombardeando, torturando e interviniendo las comunicaciones por todo el mundo, y diciendo que nadie se meta.