Dominionismo: Ten miedo, ten mucho miedo
¡El futuro que tenemos que parar!
Revolución #033, 5 de febrero de 2006, posted at revcom.us
¿Te alarma y te da furia el ascenso del fundamentalismo religioso reaccionario en este país y los ataques contra la separación de la iglesia y el estado? ¿Te saca de onda ver a un pariente leyendo las novelas de "Dejados atrás" de la derecha cristiana, de las cuales se han vendido 60 millones? ¿Te pone la carne de gallina oír a los partidarios de Bush decir que lo "mandó dios"� o a pastores derechistas hablar de "rescatar a América en nombre de Jesús"1? Tienes un fuerte presentimiento que tales líderes reaccionarios gestionan una sociedad horrible, pero seguramente no sabes lo profundo que es el problema ni qué tiene que ver con el dominionismo.
¿No conoces el dominionismo? No estás solo. Muy pocos han oído hablar de esa corriente teológica, ni mucho menos conocen su programa concreto y lo que implica para la sociedad. Tampoco se dan cuenta de la enorme influencia de sus doctrinas y mandamientos en el gobierno de Bush y el Partido Republicano.
La doctrina de dominionismo2 dicta la transformación completa de la sociedad conforme a las leyes del Antiguo Testamento y dice que Jesucristo no regresará hasta que se establezca el "reino de Dios" en la Tierra por mil años o por un tiempo indeterminado. Subraya que todas las leyes del Antiguo Testamento son válidas (salvo las que son revocadas en otros libros de la Biblia) y propone reemplazar la Constitución y el sistema jurídico con los Diez Mandamientos y la ley mosaica de la Biblia. Si has leído los escritos de Bob Avakian sobre la religión o la serie de artículos de nuestro periódico "Dios, el fascista original", sabes lo que eso significaría.
Se impondría la pena de muerte por no practicar el cristianismo o por dejar de practicarlo (¡solo en este país, eso describe a millones de personas!) y por robar, blasfemar (decir "¡maldita sea!") o ser hereje (decir que dios no existe). Frederick Clarkson (autor de Eternal Hostilities: The Struggle Between Theocracy and Democracy) señala que "los que practican abortos" (mujeres y médicos) también recibirían la pena de muerte.
Si eso te parece alarmista, repara que hace poco el New York Times informó de una protesta contra el aborto en la capital, que recibió un mensaje de solidaridad telefónico de Bush, donde Nellie Gray pidió juicios al estilo de Nuremberg para los "feministas abortistas" (médicos que practican abortos)... y recuerda que esos juicios de criminales de guerra nazis responsables de grandes matanzas terminaron en ejecuciones.
Otro ejemplo de la ley mosaica: de acuerdo a Levítico 20:13: "Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir". El dominionista Gary DeMar le dijo a John Sugg de la revista Mother Jones que los demás dominionistas le dicen "liberal" porque apoya la pena de muerte solo para homosexuales que cachan "in fragranti". Aparte, los dominionistas proponen ejecutar a los que practican brujería o astrología, a niños que desobedecen a sus padres, adúlteras y víctimas de la violación que no se defendieron "lo suficiente".
Prácticamente quieren desmantelar el gobierno y establecer la familia como la unidad básica que gobierne la sociedad (donde, según el mandamiento de dios, la autoridad del padre es incondicional). El gobierno propiamente se limitaría a construir carreteras y recaudar dinero para los ejércitos que libran batallas santificadas.
Quizá dices: "Bueno, son lunáticos de primera, pero no tienen la autoridad de implantar sus ideas". Espérate, porque muchos líderes y defensores del dominionismo están muy conectados con el gobierno de Bush, como Roy Moore, ex magistrado de la Suprema Corte de Alabama que probablemente se postula para gobernador, quien puso un monumento de granito de 5,200 libras de los Diez Mandamientos en el palacio de justicia; Tim LaHaye, el escritor de las novelas "Dejados atrás", cuya esposa encabeza el grupo fascista cristiano Mujeres Preocupadas por América; Pat Robertson, prominente televangelista con mucho peso en el Partido Republicano, a quien invitan muy a menudo importantes cadenas noticieras como CNN; James Kennedy, organizador de la conferencia anual "Recuperar a América para Jesucristo", que reúne a prácticamente todos los líderes fascistas cristianos y muchos líderes de peso del Partido Republicano (este año Mike Huckabee, el gobernador de Arkansas, será uno de los principales ponentes); y el dominionista Jack Hayford, quien ofreció la bendición en la primera toma de posesión de Bush.
Fuerzas de peso de la clase dominante han dado mucha ayuda a la corriente dominionista. Por ejemplo, Howard Ahmanson y Nelson Bunker Hunt (dos grandes capitalistas monopolistas, cuyas familias financiaron la compañía de máquinas de votar electrónicas Election Systems & Software) dieron donaciones considerables al instituto dominionista Chalcedon.
Los dominionistas quieren reinstaurar la esclavitud (que el Antiguo Testamento y, especialmente, los Diez Mandamientos defienden). Escritores dominionistas como David Chilton la alaban abiertamente: "En realidad, [la esclavitud] benefició a los infieles porque los puso en contacto con los creyentes. Recibieron un trato relativamente benévolo de acuerdo a las regulaciones bíblicas y tuvieron la oportunidad de oír el mensaje liberador del evangelio".3
Al igual que muchas corrientes fundamentalistas cristianas, el dominionismo predica que toda palabra de la Biblia es la palabra infalible de dios, pero a diferencia de ellas, dicta que los cristianos se metan de lleno en la política. Exhorta a implantar la teocracia y a adherirse textualmente a Génesis 1:26: "... a ejercer dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra".
D. James Kennedy resume su vocación: "Como vicerregentes de Dios, nos toca imponer Su verdad y Su voluntad en toda esfera de nuestra sociedad y mundo, y ejercer Su dominio e influencia en nuestros barrios, escuelas, en nuestro gobierno... en el cine y la televisión, en la prensa, en nuestras actividades científicas, en fin, en todo aspecto e institución de la sociedad humana" ( Christan Science Monitor, 16 de marzo de 2005).
Tipos de esa calaña son los que ofrecen la bendición en funciones presidenciales y comparten la mesa con senadores. Hay que pararlos... y podemos hacerlo.
¿Te sumas a la batalla?
Notas:
1. Citas del general William Boykin, James D. Kennedy (pastor de una megaiglesia) y el obispo Harry Jackson, respectivamente. Kennedy no es una figura marginal; encabeza el Centro de Diplomacia Cristiana, que reúne a congresistas para rezar y alardea de tener "41 adeptos en la Cámara de Representantes y nueve en el Senado".
2. El término "dominionismo" no es de uso universal; de hecho, los adeptos casi no lo usan. Algunos prefieren el término "reconstruccionismo cristiano". Los expertos en la materia clasifican el dominionismo como una corriente especialmente influyente del reconstruccionismo cristiano.
3. Con la ayuda de pastores negros como Harry Jackson, citado arriba, los dominionistas seducen a los negros a participar en un movimiento que proclama la supremacía blanca y defiende la esclavitud. Importantes dominionistas, como los escritores RJ Rushdoony y Gary North, defienden abiertamente la supremacía blanca; y dominionistas como Tony Perkins y Roy Moore están vinculados a líderes y grupos de supremacía blanca en Louisiana y Alabama.