Universidad de California: Inquisición a profesores
Revolución #33, 5 de febrero de 2006, posted at revcom.us
El año nuevo trajo una nueva batalla sobre el pensamiento crítico a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), cuando el portal de la "Asociación de Exalumnos Bruin" (uclaprofs.com) ofreció una recompensa de $100 a los estudiantes que espíen a los profesores progresistas y graben sus conferencias.
La oferta decía: "A LOS ESTUDIANTES DE UCLA: ¿Tienes un profesor que no se cansa de hablar del presidente Bush, la guerra de Irak, el Partido Republicano u otro tema ideológico que no tiene nada que ver con la clase? Puede ser de una clase anterior o actual. Si nos ayudas a destapar a ese profesor, te pagaremos". (El portal tuvo que retirar la oferta porque la administración declaró que va contra las normas de la universidad).
La "Asociación de Exalumnos Bruin" parece una organización oficial (el "Bruin" es la mascota universitaria), pero el único lazo con la universidad es que el fundador, y por lo visto único miembro, Andrew Jones, se graduó en el 2003. Jones fue presidente de los Jóvenes Republicanos e invitó a varios fascistas de renombre, como William Bennett, Ann Coulter y David Horowitz, a dar charlas. En el consejo consultivo del portal figura Linda Chávez, ex secretaria de Trabajo del gobierno de Bush.
El portal de Jones ataca a los "profesores radicales de UCLA" y tiene más de 200 páginas de reseñas sobre 30 profesores. Describe sus actividades políticas fuera del salón de clase: las peticiones que firmaron, las organizaciones de que son miembros o que los han invitado, los foros a que asistieron, las donaciones que hicieron, etc. Pero el verdadero blanco es el pensamiento crítico y el disentimiento. Es parte de un programa derechista para socavar la riqueza de la vida académica, arruinar carreras y azuzar represión oficial y extraoficial contra los profesores progresistas.
Esto concuerda con los métodos y el programa de David Horowitz, fundador de la revista electrónica FrontLineMagazine.com, quien funge como punta de lanza de la extrema derecha conectado con la Casa Blanca. Horowitz es el principal arquitecto de la "Carta de derechos académicos", cuya meta es expulsar de las universidades las ideas radicales y progresistas con el pretexto de la "libertad académica". La carta figura en proyectos de ley propuestos por legisladores republicanos de varios estados. Además, Horowitz ha creado una red de jóvenes republicanos en más de 200 universidades, llamada Estudiantes pro Libertad Académica, que espía a profesores liberales e izquierdistas y pide que los despidan.
Tras una semana de indignación contra el portal uclaprofs.com, Horowitz se distanció de Jones (que trabajó en el Centro de Estudio de Cultura Popular de Horowitz). Se quejó de que las actividades de Jones no son un buen ejemplo de "cómo montar una campaña de libertad académica" porque "le están haciendo el juego a sus detractores". Es decir, Horowitz critica a Jones por utilizar tácticas burdas, en contraste con su campaña más sutil.
Pero aunque sus tácticas varíen, no cabe duda de que Horowitz y Jones tienen la misma misión. El Bruin Standard, el periódico de la rama de UCLA de Estudiantes pro Libertad Académica, ataca a los profesores progresistas y exhorta a los estudiantes a identificarlos. El manual de esta organización derechista tiene un capítulo titulado "Cómo espiar a profesores progresistas y hacerlos renunciar".
Saree Makdisi, profesora de inglés y literatura comparada que está en la lista negra de Jones, escribió en una columna del Los Angeles Times el 22 de enero: "Los miembros de la ultraderecha (que actualmente controlan las tres ramas del gobierno pero de todos modos parecen convencidos de un modo irracional de que son totalmente impotentes) buscan imponer su cosmovisión en nuestro sistema universitario por medio de intimidación burda y de ‘intervenciones’ gubernamentales, que les parecen detestables cuando se trata de atender a los pobres, los enfermos o los ancianos. Si se salen con la suya, lo que se enseña en las universidades se determinará por la presión política y no por criterios académicos".
Como hemos señalado (ver "David Horowitz: Ariete del gobierno de Bush" en revcom.us): "La verdad es que no hay suficiente pensamiento crítico o disentimiento, y hay que defenderlos y extenderlos en las universidades y en la sociedad en general. Eso es lo que quieren impedir estos reaccionarios y por eso es que los ataques emanan de los más altos niveles del sistema.
"Está cobrando fuerza una contrarrevolución. La campaña de Horowitz y los demás reaccionarios afectará el rumbo de la sociedad y a millones de personas por todo el mundo que odian la dominación yanqui. Solo podrá hacerlos retroceder un poderoso movimiento de oposición en las universidades, en unidad con las luchas que se libran en la sociedad en general. Dos mundos están chocando".