Construyen el futuro
Nepal: Informe de la primera brigada internacional de construcción de carreteras en una zona liberada
Segunda parte
Revolución #037, 5 de marzo de 2006, se encuentra en revcom.us
Decenas de miles de nepaleses de Rolpa están construyendo una carretera de 92 kilómetros que han bautizado Sahid Marg (Carretera de los Mártires). La guerra popular dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) se centra en esa zona liberada y, en noviembre de 2005, la primera brigada internacional de construcción de carreteras (siete voluntarios de Australia, Gran Bretaña, Canadá, Colombia, Alemania y Noruega) fue a ayudar en la construcción. A continuación publicamos pasajes del "Informe provisional a la República Autónoma Magarat de Nepal de la primera brigada internacional de construcción de carreteras" (distribuido por el Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar). Esta es la segunda y última parte. (La primera parte está en revcom.us).
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Dondequiera que íbamos se iniciaba el trabajo con una reunión colectiva. Ondeaban banderas, comenzaban a sonar tambores y cien constructores de la carretera iniciaban su jornada de trabajo. En nuestro segundo día vimos a una joven madre con su hijo atado a la espalda, trabajando con un pico, dejándolo solo ocasionalmente para amamantar al bebé. En un descanso, el líder les explicó a los nepaleses que la brigada iba de muchas partes del mundo para unirse a sus esfuerzos. Aunque la conversación era muy difícil, por los problemas de idioma, se nos acercaban con enormes sonrisas y levantaban el puño en solidaridad. Organizamos discusiones cortas con diferentes personas, y supimos que muchos de ellos han perdido seres queridos a manos del ERN en el curso de la guerra revolucionaria.
Durante una sesión hablamos con un anciano de nacionalidad magar, Lila Darpun, de 65 años, de Corshavan. Cuando le preguntamos por qué estaba ahí, dijo: "Hemos venido acá por nosotros mismos. Nos sentimos bien con lo que estamos haciendo. Esto nos ayudará. Aunque soy muy viejo, si puedo levantar siquiera unas cuantas piedras, estaré feliz. Cuando joven trabajé muy duro, pero este trabajo es diferente, es especial".
Aunque el trabajo era muy exigente en lo físico, muchas mujeres participaban. Cuando le preguntamos al respecto, Ima Kumari, una mujer de 43 años con tres hijos, explicó: "Todavía soy analfabeta. No sé mucho de libros. Pero sé que la carretera es buena. Estamos construyendo un nuevo país. Solía tomar días ir a conseguir sal y ropa, pero con la nueva carretera podemos hacerlo en horas".
La monarquía y algunos medios de comunicación dicen que la carretera es "trabajo forzado". Hacen comparaciones sensacionalistas con Pol Pot en Camboya y trafican con estereotipos de "totalitarismo". Pero al mirar y hablar con la gente que iba a hacer su aporte, era claro que no había nada de "forzado" en la combinación de buen humor y seria dedicación con que se ponían a trabajar. Quizás a aquellos que han dedicado toda la vida a abrirse camino a zarpazos hacia la cima y a "buscar ser el número uno" les cuesta trabajo imaginar que el pueblo al que han gobernado, oprimido y despreciado se una en una amplia campaña colectiva o, si pueden imaginarlo, están decididos a no permitirle florecer.
La campaña de labrar esta carretera a través de este difícil terreno se ha calado profundamente en el pueblo. Gobierno tras gobierno había prometido que se construiría, pero por alguna razón el dinero nunca llegaba o si llegaba desaparecía en los bolsillos de los políticos corruptos. Después de todo, ¿quién se beneficiaría? Solo algunos campesinos del interior, y eso no era una motivación suficiente para que la élite de Katmandú hiciera algo. Lo que ningún gobierno respaldado por el Occidente jamás hizo, a pesar de los cientos de millones de dólares de ayuda extranjera, hoy el pueblo, movilizado por sus nuevos lideres, lo está haciendo.
Nos preguntaron muchas veces sobre la situación de nuestros países, especialmente acerca de la cuestión de la mujer. Tenían muchas ganas de mostrarnos otros nuevos proyectos en que están trabajando. Hay una "comuna modelo" y dos "escuelas modelo" "no muy lejos"; pero "no muy lejos" en el campo nepalés significa horas de caminata, lo que hizo imposible ir a verlas durante nuestra corta estancia. Han creado una gran granja piscícola, algo nuevo en esta parte del país, que se hizo con la ayuda de gente de una zona liberada de otra región donde es una actividad común. Nos alegró podernos beneficiar directamente de esto; para satisfacción de los nuevos piscicultores, un brigadista dijo que era "el mejor pescado que había probado".
Vimos otras cosas nuevas que había sido imposible hacer con el viejo gobierno. Cuando uno de los brigadistas se enfermó una noche, nuestros anfitriones salieron en la oscuridad a buscar un "médico descalzo": un joven aldeano que ha aprendido fundamentos de medicina. Vino a las 4 de la madrugada y le puso al brigadista un suero intravenoso y permaneció a su lado hasta el día siguiente, cuando se sintió mejor. En el viejo sistema, muchos, quizás la mayoría, de los médicos de Nepal elegían vivir en Katmandú, donde la vida es más fácil, y atender a la clase media. Pero el nuevo gobierno revolucionario ha seguido la experiencia de la China de Mao y tomado medidas de salud con el objetivo de servir a la mayoría del pueblo (los campesinos), y los moviliza para resolver sus propios problemas.
Los miembros de la brigada, al repasar esta experiencia, adquirimos mayor responsabilidad de fortalecer la solidaridad con la lucha de Nepal, una revolución que de repente se salió de los noticieros y adquirió rostros, nombres y voces. A los que íbamos de países imperialistas nos preocupa profundamente que los gobiernos de "nuestros" países, como Inglaterra, suministren armas al ERN. ¿Las bombas de fragmentación y de alto impacto de Estados Unidos o Inglaterra serán las próximas armas contra la gente con que habíamos estado, por el "crimen" de tomar el futuro en sus propias manos y construir su propia economía y sociedad autosuficientes? Eso lo vimos con amargura poco después de irnos, cuando supimos que el camarada Sunil, el comandante del EPL de la región donde se está construyendo la carretera, murió a causa de una bomba lanzada desde un helicóptero suministrado por el Occidente. Apenas un par de semanas antes, el camarada Sunil nos recibió de manera entusiasta en la recepción inicial, y ninguno de nosotros pasó por alto la calidez y camaradería con que lo saludaban los aldeanos dondequiera que iba, y el sincero y profundo respeto que infundía. La noticia de su muerte nos dio duro y alimentó nuestra determinación de acelerar la batalla por difundir las noticias de lo que las masas nepalesas están logrando y por impedir que las grandes potencias sigan ayudando al gobierno fascista de Gyanendra.
Pensamos mucho sobre el potencial para que futuros grupos de jóvenes vayan. A pesar de que en el Occidente dicen que la juventud está hundida en el hedonismo de "vivir el momento", muchos de ellos, por ejemplo del movimiento antiglobalización, están muy preocupados por sus hermanos y hermanas de los países oprimidos. Los países del mundo están divididos entre un puñado de países ricos y una gran masa de países encadenados a la pobreza y la dependencia por las potencias imperialistas ricas, que tienen toda una gama de supuestas soluciones para el desarrollo del tercer mundo. El problema es que ninguna sirve para las masas populares. Unos de nuestro grupo fueron a las protestas contra el G8 en Edimburgo y estamos muy conscientes de que en África el sufrimiento y el empobrecimiento aumentan en directa proporción a la cantidad de dizque ayuda para el desarrollo. Pero lo que presenciamos al trabajar en la carretera era un camino completamente diferente: gente de la más pobre del planeta rompía con milenarias tradiciones y con la forma establecida de hacer las cosas, y forjaba el futuro con sus propios esfuerzos. Fuimos parte de eso y podíamos ver el potencial de que muchos más quieran hacer lo mismo. Muchos jóvenes que contemplan ir no lo han hecho por los estudios, ¡pero esta es una educación que nunca dará ningún profesor o maestro!