Por todo el país
Paros de docenas de miles de estudiantes contra la HR 4437
Revolución #042, 9 de abril de 2006, se encuentra en revcom.us
La marea de resistencia inmigrante se ha seguido extendiendo a lo ancho y largo de Estados Unidos: más de 300,000 en Chicago, hasta un millón en Los Ángeles y docenas de miles en Milwaukee, Phoenix, Atlanta y otras ciudades. Un aspecto especial de esta lucha ha sido el paro de decenas de miles de estudiantes de preparatorias de Los Ángeles y otras partes de California, Arizona, Texas, Nevada, Georgia, Nueva York y Virginia, donde caminaron juntos negros y latinos. En algunas partes la policía arrestó estudiantes y ejerció severa represión. A continuación presentamos un reporte de los paros de Los Ángeles.
Más de 40,000 estudiantes se manifestaron en contra del proyecto de ley HR 3347 el lunes 27 de marzo. Los estudiantes que salieron a las calles eran de preparatorias y secundarias de toda la zona metropolitana de Los Ángeles (del centro, sur, Watts, West L.A, East L.A. y el valle de San Fernando), así como de los condados Orange, Riverside y Ventura.
Rápidamente se corrió la voz de que una gran cantidad de estudiantes marchaba en las calles. Los manifestantes pasaron por bulevares y barrios de toda la ciudad, y la gente salía de sus casas y les ofrecía agua y alimentos. Había caravanas de carros llenos de gente que blandía banderas de México, El Salvador, Guatemala y otros países de Centroamérica. A estas caravanas se les unía más gente que iba caminando y se tomaron las calles durante muchas cuadras, como la calle Broadway del distrito de la costura en el centro. El tráfico de las autopistas Hollywood 101 y Harbor 110 se paralizó cuando cientos de estudiantes obstruyeron tres carriles.
A lo largo del día grupos de miles de estudiantes caminaron hacia la alcaldía en el centro de Los Ángeles, inspirados por protestas similares de los años 60. Cuando el alcalde, Antonio Villaraigosa, les dijo “regresen a sus escuelas” y que su voz se había “oído”, cantaron: “¡Aquí estamos! ¡Aquí nos quedamos! ¡No nos vamos!” y “ Hell no, we won’t go!”. Algunos estudiantes acamparon en el jardín de la alcaldía hasta ya entrada la noche.
Durante la semana muchas escuelas cerraron las puertas para que los estudiantes no salieran y hubo más policía por toda la ciudad, especialmente en los alrededores de las preparatorias. La policía atacó con gas pimienta, perdigones y macanas a estudiantes que participaron en los paros, y esposó y arrestó a varios de ellos.
Una estudiante de Texas que ha participado en las protestas dijo: “Quiero ayudar a mi gente a salir de las ciudades inmundas donde vivimos. Mira qué pobre somos. Nos tienen viviendo en estos edificios multifamiliares. Con esta ley quieren criminalizarnos y meternos a la cárcel. Yo nací en México, pero crecí aquí. Si me deportan, regresaré a un lugar que no conozco y donde nunca he vivido. Nos llaman parásitos, pero nosotros hacemos todo. Somos seres humanos.
“Yo tenía tres meses cuando mi madre cruzó el río conmigo. Me pasó al otro lado de un alambre de púas que estaba en la frontera, se lastimó todas las piernas con el alambre de púas. Me llena de alegría ver aquí a toda esta gente. Quiero que se inspiren. Tenemos que cambiar este mundo: las cosas no pueden seguir así”.
Durante el paro del lunes y en paros de toda la semana un número cada vez mayor de estudiantes negros salió a las calles para protestar contra los ataques a los inmigrantes. Un estudiante negro de preparatoria dijo: “Estoy aquí para apoyar a la gente con la que he vivido. A mí me criaron latinos prácticamente. Salvadoreños, mexicanos, guatemaltecos, ecuatorianos, cubanos y todos los demás: todos son mi gente. Odio que siempre estén queriendo separar a los negros y a los latinos. No debería haber divisiones…
“Estoy aquí como negro para demostrar mi apoyo a los latinos porque somos hermanos. Vivimos juntos y tenemos que luchar por la misma causa… Necesitamos libertad”.
Incluso frente a la represión y las medidas de la policía, los estudiantes de Los Ángeles continuaron sus desafiantes paros durante la semana. Sarah, estudiante de la preparatoria Montebello, le dijo a Revolución:“Da miedo pensar en lo que [los fascistas] quieren hacer en este país. Pero los paros estudiantiles son algo para el pueblo y por el pueblo. Están tratando de sembrar el miedo. Imagínense si todos nosotros tuviéramos miedo… este mundo sería más corrupto, más horrible y habría más odio y avaricia de lo que hay. No podemos temerle a esta mierda”.