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Revolución #47, 21 de Mayo 2006

Grito de guerra de la teocracia

Este artículo salió el jueves, 11 de mayo en publicaciones de la Internet, como Truthdig.com, Counterpunch.org y OpEdNews.com.

Si no ibas a preocuparte por el movimiento fascista cristiano hasta que se llenaran los estadios de jóvenes llamados al “ejército de Dios”, ese momento ha llegado.

En las últimas semanas, Battle Cry [Grito de Guerra], un movimiento juvenil cristiano fundamentalista, ha reunido más de 25,000 jóvenes en conciertos de rock y megamítines en San Francisco y Detroit, y este fin de semana espera llenar el estadio Wachovia de Filadelfia.

El movimiento se queja de que su religión y sus valores están bajo ataque, pero el espectáculo de luces, los jeeps Hummer, los comandos de la Marina y las imágenes militares dejan en claro que Battle Cry es el que ha declarado la guerra contra todos los demás. Su líder, Ron Luce, dice: “Estamos en guerra, y Jesús nos invita a la acción, diciéndonos que los violentos ―los ‘fuertes’― tomarán el reino”.

Un vistazo a su Academia de Honor, que instruye a 500 jóvenes al año y enseña que la homosexualidad y la masturbación son pecado, demuestra la clase de sociedad que el movimiento quiere. Se prohíbe escuchar música laica, mirar películas clasificadas “R” o salir con el sexo opuesto. A los chavos no se les permite ver la internet sin supervisión y las faldas de las chavas deben ser de cierto largo. Esa lógica de que hay que proteger a los hombres del pecado de la tentación sexual, ¡es la misma lógica que lleva a los fundamentalistas islámicos a cubrir a las mujeres con burkhas!

Cada año esa operación multimillonaria manda más de 5,000 misioneros a más de 34 países. Cuenta con el apoyo de fanáticos religiosos muy poderosos y extremistas del país, como Pat Robertson (a quien Karl Rove llamó para hablar de Alito antes del anuncio de su nominación), Ted Haggard (quien se jacta de que la Casa Blanca le responde llamadas en 24 horas) y Jerry Falwell (quien culpó a los homosexuales, las feministas, los paganos y los abortistas por los ataques del 11 de septiembre). Barbara Bush habló (en video) ante uno de sus eventos y el ex presidente Gerald Ford les ha hablado también. Un orador este fin de semana será Franklin Graham, un ministro de George Bush que ha dicho públicamente que el islam es una “religión malvada”.

Todos ellos tienen en común que dicen que hay que interpretar la Biblia textualmente y obedecerla como la palabra infalible de dios. Ron Luce guía a los jóvenes a rezar: “Mis ojos se clavarán en la batalla, me someto a su Código aun cuando no entiendo... fuera de mi zona de comodidad en la zona de batalla”, y sería tonto esperar que ese movimiento no estará dispuesto a implementar los horrores textuales de la Biblia, por ejemplo, la lapidación de los hijos desobedientes y las novias que no sean vírgenes (Deuteronomio 21: 18-21 y 22:13-21), la ejecución de los gays (Levítico 20:13) y la esclavitud (1 Pedro 2:18).

Hicieron una protesta en las escalinatas de la alcaldía de San Francisco precisamente porque “ahí hace unos meses se celebraron ‘matrimonios gays’”. Su solución a la violación y la violencia contra la mujer es acabar el divorcio, propagar la ignorancia y exigir la virginidad: una solución que hundirá más a la mujer en las pesadillas de la violación y la violencia. Este viernes tienen planeados mítines en las alcaldías de 50 ciudades.

Igual que el presidente que nombró a Ron Luce a la Comisión Asesora sobre Comunidades Libres de Drogas, Battle Cry miente descaradamente. Por ejemplo, afirma que “una sociedad fortificada por principios bíblicos y una moral fuerte... es el legado por el cual nuestros antepasados pelearon y murieron”. Pero la palabra “Dios” no aparece en la Constitución. Al cabo de tres meses y medio de debate sobre qué poner en el documento de gobierno del país, los redactores de la Constitución elaboraron un documento laico.

Battle Cry dice también que Estados Unidos “ha sido puesto aparte para los fines de Dios, se estableció para el bien y recibió provechosamente bendiciones para llevar el mensaje de Dios a la humanidad”. Pero por más que hablan sobre el valor de la vida y la maldad de las imágenes violentas, Battle Cry nunca alza la voz contra la violencia y las muertes que causan las tropas estadounidenses en Irak.

Aun así, Battle Cry está en lo correcto en que el país atraviesa una profunda crisis moral. En efecto estamos viviendo en tiempos en que es impensable seguir la rutina de siempre.

El gobierno de Bush lanza guerras injustas y tortura en nuestro nombre, deja podrir a Nueva Orleáns y nos lleva cada día más hacia una teocracia en que el aborto y la planificación familiar se prohíben, la ciencia no se admite y acosan a los gays... y los jóvenes tienen razón en buscar una moral y una vida que valga la pena.

Sin embargo, la realidad es que no van a encontrar la moral que necesitan escuchando los sermones de Ron Luce sobre guerra religiosa e intolerancia, ni tampoco comprando las placas estilo militar que Battle Cry vende como recuerdos.

Hay que retar a esos jóvenes a mirar a su alrededor y pensar por sí mismos.

Tengo confianza en que si lo hacen, muchos encontrarán que la única vida moral es dedicarse, con su tremenda energía y sus sueños de un mundo mejor, a parar esta locura y sacar corriendo al gobierno de Bush.

Esta generación —y los jóvenes de todo el mundo— tendrán que vivir con las consecuencias de esta guerra cultural, pase lo que pase.

Sunsara Taylor es corresponsal del periódico Revolución y miembro de la Junta Asesora de El Mundo No Puede Esperar – Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush.

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