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Revolución #49, 4 de junio 2006
Este otoño…
¿Otra traición… o SACAR CORRIENDO AL GOBIERNO DE BUSH?
Sé que a nadie le gusta que le cuenten el final de una película, pero este argumento es muy conocido y el final es pésimo, así que se los voy a contar: la voluntad del pueblo no se expresará en las elecciones para el Congreso de este otoño.
En estas elecciones no se expresará el odio que siente el 70 y pico por ciento de la población por el presidente. Estas elecciones no sentarán las bases para un juicio de destitución de este mentiroso que ha aprobado la tortura, que ha espiado a probablemente millones de personas y que dejó a los negros morirse en el techo de sus casas. No pondrán fin a una horripilante guerra que el mundo entero rechaza ni impedirán la próxima guerra. No detendrán a las corporaciones que atizan el calentamiento global ni pararán la represión, deportación y caza de los inmigrantes. No frenarán el movimiento que quiere someter a las mujeres y los gays a las normas y los castigos del Antiguo Testamento.
No tienen que creerme a mí. Escuchen lo que dicen los peces gordos demócratas.
Howard Dean salió en el programa lunático religioso “The 700 Club” de Pat Robertson y tras alabarlo dijo: "No creo que la primera cosa que vayamos a hacer sea meternos en una pelea partidaria sobre un juicio de destitución". El vocero de Nancy Pelosi, la líder demócrata de la Cámara, dijo: "La destitución no está contemplada, a ella no le interesa ese tema". Hasta John Conyers se ha dado por vencido: "En vez del juicio de destitución, he optado por proponer una supervisión detallada de los supuestos abusos".
En cuanto a la guerra, el espionaje ilegal y las redes de tortura, Chris Dodd, senador demócrata de Connecticut, dijo claramente que la estrategia de su partido "no será ponernos a la izquierda del presidente en cuanto a la seguridad nacional, sino ponernos a la derecha". Pero Hillary Clinton encabeza la pandilla al no rechazar la posibilidad de usar armas nucleares contra Irán cuando dijo: "Hay que darle una señal clara al gobierno de Irán de que estamos considerando todas las opciones”.
Luego tenemos a Bob Casey, la nueva estrella del Partido Demócrata que se ha postulado para senador de Pensilvania. ¿Estarán más protegidos los derechos fundamentales de la mujer si al momio republicano Rick Santorum lo reemplaza el demócrata Casey, quien se opone al aborto y defiende a Alito?
Con alternativas como estas, debe quedar claro para toda persona que tenga la valentía de ser honesta que la voluntad del pueblo no se expresará en las elecciones. Y si permitimos que encaucen nuestra oposición, recursos económicos, tiempo y energía hacia las elecciones, entonces, de una u otra manera el 3 de noviembre oiremos furiosos a un candidato u otro decir que tienen un "mandato" para hacer todo eso.
No importa lo que uno quiera creer, la verdad es que será darle nuestro tiempo a politiqueros que están ABIERTAMENTE a favor de la guerra, de la represión y dispuestos a doblegarse ante los teócratas.
¡HAY que sacar corriendo a Bush!
George W. Bush sigue siendo sumamente peligroso. Sigue creyendo que está cumpliendo una "misión de 'dios'". Preguntémonos, ante la creciente oposición, ¿ha abandonado su programa?
Miren lo que ha pasado en los barrios negros de Nueva Orleáns: hasta hoy hay casas a las que no han entrado para ver si hay cadáveres, todavía no han reparado los diques y por kilómetros cuadrados parece una zona de guerra. Recuerden la orden de "disparar a matar" a los "saqueadores", recuerden que obligaron a los negros a regresar a las zonas inundadas y encaren el hecho de que miles nunca más tendrán hogar.
Miren la primera plana de los periódicos del jueves pasado: cuerpos encogidos y sin rostro de hombres, mujeres y niños masacrados en su hogar en Haditha, Irak. Observen que los militares, a muchos niveles, encubrieron eso una y otra vez. Recuerden a Abu Ghraib. Recuerden a Bagram. Pregúntense cuál es el costo humano de esta guerra cada día que continúa.
Miren el espionaje de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional). Recuerden que Bush mintió más de una docena de veces y dijo que no espiaría a civiles sin orden judicial. Recuerden las conversaciones sobre un juicio de destitución, que se fueron reduciendo a darle un voto de censura y no terminaron en nada, aunque se siguen conociendo detalles de más espionaje. De hecho, Bush ha institucionalizado ilegalmente mayores poderes de espionaje y ha puesto al frente de la CIA al tipo que organizó esas medidas ilegales de estado policial.
Miren a las niñas y pregúntense si el mundo en el que les ha tocado vivir les enseñará que soñar es muy doloroso, que el cuerpo es una vergüenza, y que el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual son el justo castigo por tener relaciones sexuales. Piensen en las tinieblas que van rodeando no solo a la mujer sino a toda la humanidad, ahora que el aborto se ha penalizado en Dakota del Sur e incluso está bajo ataque el control de la natalidad, y se pronostica que en marzo del año entrante es posible que la Suprema Corte anule el fallo Roe vs. Wade [que legalizó el aborto—Trad].
Finalmente, miren claramente el poder y la proyección de los Ayatolas Cristianos de América que predican una interpretación literal de la Biblia y obediencia ciega y arrogante a los más violentos y arcaicos pasajes del Nuevo y el Antiguo Testamento. Piensen en lo que significa que se hayan infiltrado en los más altos niveles del ejército, que estén predicando la guerra santa en estadios llenos de jóvenes y que ahora digan que Bush no está haciendo lo suficiente ni con la debida fuerza contra los gays, la mujer y la ciencia. Y en medio de todo esto, uno de los peces gordos demócratas hace una peregrinación al programa “The 700 Club” a besar el anillo de Pat Robertson.
No, Bush no se ha retractado y las partes centrales de su agenda siguen a todo vapor. Hay que parar todo eso. Hay que ponerle fin. No se puede tolerar, no debemos hacerle concesiones ni debemos ignorarlo. A no ser que lo paremos, a no ser que REPUDIEMOS toda esta dirección, todo lo que Bush ha hecho y seguirá haciendo será parte de las nuevas normas. Repito, sería muy tonto pensar que Bush ha dejado de ser sumamente peligroso y que no está dispuesto a tomar medidas drásticas para cumplir su programa.
Hace casi un año, la convocatoria de El Mundo No Puede Esperar afirmó: "El gobierno de Bush se ha propuesto redefinir la sociedad con un molde fascista por muchas generaciones. Tenemos que responder ya; el futuro está en juego". Esto sigue siendo acertado y correcto.
Pero esto tiene que quedar claro: seremos nosotros —y no los demócratas o las elecciones— quienes lo harán o quienes quieren que eso se haga. Los demócratas no desafiarán a Bush no principalmente porque creen que podrían perder las elecciones. El problema es mucho más hondo. Los demócratas apoyan la mayor parte del programa de Bush. Aunque tengan diferencias, a veces fuertes, están de acuerdo con Bush en la cuestión fundamental de reforzar y ampliar el imperio, y están de acuerdo con Bush en la actual guerra injusta por ese imperio, que se libra bajo el pretexto de una “guerra contra el terrorismo”.
Como dice la convocatoria de El Mundo No Puede Esperar: "No habrá un salvador del Partido Demócrata. Cada día se ve con más claridad lo fatal que es depositar la esperanza y la energía en 'líderes' que nos recomiendan pactar con fascistas y fanáticos religiosos. De hecho, eso lo que hace es desmovilizarnos". Eso también sigue siendo correcto y se ve con más claridad hoy.
Lo podemos hacer…
En los últimos meses he viajado por todo el país y he hablado con mucha gente sobre el hecho de que tenemos que apoyarnos en nosotros mismos y millones más como nosotros, para que nosotros mismos saquemos al gobierno. En todas partes he encontrado gente que está pensando muchísimo en el futuro, que se rompe la cabeza pensando cómo podemos sacar corriendo al gobierno de Bush y sopesando cómo será dejar la política trillada, de costumbre y sin salida.
Después de una charla en un café de Texas recibí una carta de un estudiante cuya perspicacia y honestidad sobresalen. Dice: "Sentí que estoy viviendo en un tiempo en el que podría haber grandes cambios. En particular me inspiraron las protestas de los inmigrantes y la victoria de los chavos en Francia. Creo que a pesar del ambiente general de derrotismo de este país y a pesar de la pobreza y angustia del mundo, se ve también el potencial vivo de que ocurra algo sin precedentes. Y yo quiero ser parte de eso".
Si los millones que detestan la dirección de este gobierno se organizan y echan a andar otra dinámica; si los que piensan así empiezan a actuar a montones, otro futuro resultará posible.
…Pero se necesitará trabajo y lucha
El Mundo No Puede Esperar ha convocado a grandes acciones el 5 de octubre. La visión es esta: “faltar al trabajo y a la escuela, cerrar las universidades y preparatorias, y organizar grandes manifestaciones para dejarle saber al país y al mundo que… millones rechazamos este gobierno ilegítimo y criminal, que es un peligro para la humanidad”. Es una visión poderosa. Si logramos que sea realidad, podría cambiar cómo se define en este país y en el mundo lo que es aceptable y lo que es posible, y dar un paso gigantesco para sacar corriendo a este odiado gobierno y toda la dirección que encarna.
El amigo de Texas también escribió que “confrontar no solo al presidente y su gobierno, sino todo su programa, es un gran cambio. Le están pidiendo a la gente que haga algo realmente aterrador y algo que la mayoría seguramente no se ha imaginado que es capaz de hacer”.
En efecto. ¿Pero no sería mejor ser parte de dar un paso a lo desconocido y de fomentar esto que tragarse las más profundas aspiraciones y valores, y dejarse traicionar una vez más y lanzar a una horrible trayectoria?
El movimiento El Mundo No Puede Esperar—Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush tiene raíces. Vayan al portal worldcantwait.org y miren la increíble variedad de signatarios de la Convocatoria. Observen las caras de los jóvenes que se salieron de centenares de prepas el pasado 2 de noviembre, día del lanzamiento del movimiento. Miren y oigan los avisos que sacaron el periódico New York Times y la emisora Air America, que llegaron a millones. Luego pónganse a preparar el terreno para un torbellino de tal magnitud y desafío el 5 de octubre que cambie las pautas por todo el país y que suscite cosas nuevas locas y aparentemente inimaginables al aspirar a lo más alto.
El momento es fecundo. Sí, efectivamente podría darse un gran torbellino de lucha el 5 de octubre y podría traer grandes cambios. Pero para eso se necesita que centenares y pronto miles manden a volar la pasividad, la trepidación y la actitud de “hay que esperar a ver”. Para que el 5 de octubre sea más que una protesta simbólica y ritual, se necesitará trabajar mucho, aprender mucho, tomar muchos riesgos y divertirse mucho.
En estos momentos hay chavos que buscan cómo darle sentido a la vida; inmigrantes que se han lanzado con valor a la calle; mujeres, y hombres, escandalizados por Alito y la prohibición del aborto en Dakota del Sur; negros y otros para quienes la palabra “Katrina” es una herida abierta; militares enardecidos por las barbaries que les ordenan cometer. Están en barras gays y bibliotecas, en cines y esquinas, en megaciudades y pueblitos, en esquinas de jornaleros y hasta en megaiglesias y bases militares… esperando a que ustedes les hablen.
Junten a unos amigos y agarren un paquete de Convocatorias. Hagan una manta de “Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush”, pónganla en una camioneta y a viajar. Vayan a Dakota del Sur con batas de hospital manchadas de sangre y con ganchos de colgar ropa (símbolos del aborto ilegal) y pónganse a discutir con fuerza y con enjundia con los mayores críticos que encuentren. Lean sobre la evolución, llamen a la prensa y hagan una manifestación en un museo creacionista con pancartas de “Descendientes de simios contra el gobierno de Bush”. Sigan el ejemplo de Ray McGovern y denuncien en público a los criminales del gobierno de Bush donde asomen la jeta. Organicen una fiesta de la cuadra o una exhibición de arte, pongan un aviso en un periódico, lean la Convocatoria en veladas literarias y en camiones. Vayan puerta a puerta y hablen en serio. Créanme, los van a invitar a entrar y tendrán la oportunidad de llevar a otros a abrazar esta causa.
Si tienen una voz pública, sean como Gore Vidal, Harold Pinter o tantos otros y aprovéchenla para condenar al gobierno de Bush y encaminar a otros hacia El Mundo No Puede Esperar, como un movimiento para expresar su voz y hacerse oír.
En todas partes, anoten direcciones de email y números de teléfono, reúnan dinero, repartan la Convocatoria y pasen la voz de que el 5 de octubre es el día en que docenas de miles de personas tienen que echarle ganas en serio para crear un nuevo impulso en la sociedad que saque del poder a estos criminales.
Tenemos una opción. Repatingarnos con los brazos cruzados y ver que a este potencial lo barra otra traición electoral, que le pondrá el sello del “mandato popular” al intolerable programa “ganador”. O meternos a la refriega y luchar por aglutinar un movimiento que estalle con la fuerza potencial y la audacia para sacar corriendo a este gobierno.
¿Qué podría ser más importante, más jubiloso o más urgente? No es muy tarde para cambiar el final de esta película, pero sí es tarde para negar que solo se podrá hacer con una actuación nunca vista.
Cambien de papeles. Siembren resistencia. Que el 5 de octubre sea un día que quede en los anales de la historia… y que cambie el futuro.
Plan del proyecto de capacitación de verano
Nueva York: Del 2 al 11 de junio se realizará un proyecto de capacitación de organizadores de El Mundo No Puede Esperar con organización, capacitación, foros y discusiones políticas. Puntos destacados:
- una presentación del documental Sir No Sir, seguida por una discusión con militares que participaron en la película;
- un informe de los voluntarios de El Mundo No Puede Esperar que fueron a Nueva Orleáns a trabajar en un programa de reconstrucción y resistencia;
- una visita a la exhibición de Darwin del Museo Americano de Historia Natural, cuyo conservador es Niles Eldredge, evolucionista y participante de El Mundo No Puede Esperar, seguida por la charla “La batalla en torno a la evolución y la importancia del pensamiento crítico” del Dr. David Kohn, editor de The Darwin Manuscripts (Los manuscritos de Darwin) y asesor de la exhibición;
- una celebración en el concierto Outernational/The International Noise Conspiracy en el conocido CBGB;
- una charla de Esther Kaplan, autora de With God on Their Side; How Christian Fundamentalists Trampled Science, Policy, and Democracy in George W. Bush’s White House, sobre el ascenso de la derecha cristiana en el gobierno de Bush;
- un foro sobre las redes internacionales de tortura de Bush, dirigido por abogados del Centro pro Derechos Constitucionales, que defiende a centenares de detenidos;
- una charla de Ted Glick de la Coalición sobre la Crisis Climática acerca del calentamiento global y la destrucción ambiental por el gobierno de Bush;
- una discusión sobre “Por qué los demócratas no se plantarán y no lucharán: y por qué TÚ LO TIENES QUE HACER”, con Sunsara Taylor, corresponsal del periódico Revolución y miembro de la Junta Asesora de El Mundo No Puede Esperar; David Lindorff, corresponsal de Counter Punch y autor de The Case for Impeachment: Legal Arguments for Removing President George W. Bush from Office; y otros;
- una charla de Cristina Page, autora de How the Pro-Choice Movement Saved America: Freedom, Politics, and the War on Sex, sobre el ataque de los fundamentalistas cristianos contra los métodos anticonceptivos y la educación sexual;
- una fiesta de despedida.
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