Revolución #53, 16 de julio de 2006
Del informe de la gira en Nueva Orleáns
Colectivamente recordamos haber visto lo que pasó después del huracán Katrina: gente varada en los techos; miles de personas en el Superdome y el Centro de Convenciones sin comida y agua en medio de un calor sofocante; los que iban en botes a rescatar a sus vecinos. Esas imágenes son parte de nuestra memoria colectiva, pero es fácil olvidar el dolor y el sufrimiento de los desplazados cuando las cámaras pasan al tema siguiente. Por eso es importante que la gira de El Mundo No Puede Esperar empezara en Nueva Orleáns.
El 4 de julio, el Pueblo de los Damnificados celebró un día de unidad y protesta y un mitin frente al proyecto habitacional St. Bernard. Muchos residentes exigen el derecho a regresar, aunque eso va contra los planes del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de tumbar los proyectos públicos St. Bernard, B.W. Cooper, C.J. Peete y Lafitte. Se ha montado una ciudad de carpas en la avenida frente a St. Bernard (que ahora llaman el Pueblo de los Damnificados). La esperanza y resolución de los desplazados de Nueva Orleáns de regresar a sus edificios es maravillosa, y su lucha ataca la decisión del gobierno de tumbarlos…
No cabe duda de que en la nueva versión de Nueva Orleáns, le restarán importancia a su valor cultural histórico y a su influencia afroamericana, y crearán una ciudad ideada por los que detentan el poder. Se ha librado una larga lucha de clases en la ciudad, especialmente por la vivienda pública, y en este país la clase coincide con la raza. Cuando el secretario de vivienda pública, Alphonse Jackson, dijo que “Nueva Orleáns no será tan negra como antes durante mucho tiempo, quizás nunca”, no dijo una babosada sin pensar; es una admisión de la dirección en que quieren llevar esta sociedad.
Por eso es tan importante que la gira empezara en Nueva Orleáns, donde los desplazados y sus partidarios están forjando unidad, le dicen no a las demoliciones y a la limpieza racial y de clase, y exigen que los dejen regresar a su casa…
[Todo el informe se encuentra en línea en worldcantwait.org].
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