Revolución #55, 30 de julio de 2006
Israel sigue matando en Gaza y Cisjordania
Con los ojos del mundo puestos en Líbano, Israel aumentó la agresión en Gaza y Cisjordania la semana pasada.
El 19 de julio, invadió el campo de refugiados Mughazi de Gaza con tanques. Murieron por lo menos 16 palestinos en los bombardeos de casas, que duraron varios días.
La Dra. Mona El-Farra, una médica de Gaza, describió la situación en el programa “Democracy Now”: “Desafortunadamente uno de los heridos es miembro de un equipo médico de emergencia; tuvimos que amputarle las dos piernas. Los tanques destruyeron la central eléctrica, así que los campamentos del interior, igual que la mayor parte de Gaza, no tienen electricidad. La cantidad de heridos y muertos sigue aumentando en los hospitales. Hacemos todo lo posible a pesar de que las farmacias tienen pocas medicinas y equipos médicos. La situación va de mal en peor.
“Las fuerzas de ocupación israelíes se trasladan de un lugar a otro. Cuando terminan en el pueblo de Beit Hanun en el norte, van a los campos del interior. Siguen atacando los ministerios y los edificios oficiales de Gaza, y no evitan las bajas civiles. Es una situación muy difícil y nada prometedora. Gaza es una gran prisión, así lo llamo. Toda la nación vive el castigo colectivo. Toda la nación está capturada. Los barcos cañoneros nos persiguen desde el oeste y los tanques desde el este y el norte, y los ataques aéreos afectan a toda Gaza”.
Israel extendió el ataque a Cisjordania también. Atacó la ciudad de Nablus y destruyó el muqataa palestino (el complejo de edificios gubernamentales). Un funcionario de los servicios de seguridad dijo: “Tres aplanadoras lo tumban día y noche, lo han convertido en polvo. Han destruido los edificios de la policía, el ministerio del interior y los servicios de seguridad”.
En Nablus murieron cuatro personas. Ahmed Anab, un señor de 38 años que vivía al lado del muqataa, murió cuando el ejército israelí destruyó unos edificios con explosivos. La Media Luna Roja palestina encontró tres cadáveres acribillados de balas. Anan Al Atirah, director de la Media Luna Roja, le dijo al servicio noticioso Ma’an que las fuerzas israelíes dejaron desangrar a los heridos varias horas y que por eso murieron.
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