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Revolución #59, 3 de septiembre 2006
Oaxaca: Lucha de maestros lleva a rebelión popular
El siguiente artículo nos lo envió un lector:
La ciudad de Oaxaca, México, está en estado de rebelión e ingobernabilidad. Desde el 21 de agosto, miembros y simpatizantes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) se han apoderado de emisoras y de un canal de televisión, y han llenado las calles día y noche para exigir la renuncia del gobernador estatal, Ulises Ruiz.
Las emisoras en manos de la APPO exhortan a unirse a los plantones, a no dormir, a salir a la calle y a llevar comida y agua a los campamentos del zócalo y frente a los edificios gubernamentales.
A la 1 de la mañana del 22, una transmisión advirtió: “Ya están atacando aquí afuera, vienen por nosotros, nos vamos".
Afuera la policía disparaba sin discriminación al edificio. Una bala le perforó un pulmón a Lorenzo San Pablo Cervantes, un arquitecto que fue a la emisora a apoyar la lucha de los maestros, y murió más tarde en un hospital de un ataque cardíaco.
Mientras tanto, la emisora exhortaba a cerrar el paso a las patrullas e informaba por dónde iban: "Compañeros, no se duerman, deténganlos".
La gente de la ciudad respondió bloqueando las calles con barricadas. El periódico La Jornada informó que por toda la ciudad “se veían casas abiertas con las luces apagadas y gente en las puertas. Se multiplicaron las barricadas de fuego, piedras, ladrillos, botes, troncos, llantas, láminas. Entre el humo pululaban decenas de siluetas con piedras en las manos, resorteras, bates de béisbol, varillas, mangos de madera sin el hacha. Autobuses atravesados por todas partes”.
Lizbeth Caña Cabezas, la procuradora, admitió que este brutal ataque fue parte de un “operativo de limpieza”, con patrullas armadas hasta los dientes y camionetas llenas de porros que recorrían las calles.
Unos días después de la muerte de Lorenzo San Pablo, centenares de personas se congregaron para rendirle homenaje. Su hermano les agradeció y dijo: “Mi hermano estaba apoyando a la APPO la madrugada de hoy. No era un líder pero se sumó a esta causa; ahora es un mártir. A nombre de él, invito al pueblo a que siga luchando”. Lo enterraron en su tierra natal en la sierra Mixteca.
Las protestas que demandan la renuncia de Ruiz, el gobernador del PRI de uno de los estados más pobres del país, llevan varios meses. Empezaron con un plantón de 40,000 maestros a favor de aumentos salariales, a lo que el gobierno respondió con represión. El gobernador mandó a la policía atacar un campamento en el zócalo una madrugada. Mientras dormían los maestros y partidarios (familias y niños), les dispararon gas lacrimógeno.
Las protestas aumentaron. Las mujeres han desempeñado un papel importante e intrépido en la lucha. En agosto más de 2,000 mujeres realizaron una marcha con delantales tradicionales inscritos con el lema “¡Ruiz fuera!”; golpeaban sartenes con cucharas de palo. Un grupo fue al canal 9 y ocupó el edificio.
“No tenemos miedo”, dijo una señora. “Lo que va a pasar, va a pasar. Estamos cansados de la situación. Estamos luchando por nuestros niños. Las mujeres no nos podemos quedar en nuestras casas”.
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