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Revolución #66, 22 de octubre de 2006
Lo declararon combatiente enemigo y lo torturaron en un penal militar
La tortura de José Padilla
José Padilla ha documentado la tortura a que lo sometieron durante los tres años y ocho meses que estuvo en aislamiento en un penal militar.
Hace más de cuatro años, el 8 de mayo de 2002, unos agentes federales arrestaron a José Padilla (un ciudadano estadounidense nacido en Nueva York) en el aeropuerto de Chicago. George Bush anunció que era un “combatiente enemigo” y el secretario de Justicia, John Ashcroft, dijo que Padilla iba a atacar blancos en territorio estadounidense con una “bomba sucia”. No ofrecieron ninguna prueba. Lo enterraron en un penal militar y le negaron los derechos más básicos, como un abogado, una audiencia o un juicio.
En una petición entablada ante un tribunal federal este 6 de octubre, Padilla describe las torturas con que trataron de quebrantarlo física y mentalmente:
- Aislamiento total en una celda de 3 x 2 m durante años, bajo vigilancia de cámaras y sin contacto humano fuera de interrogadores brutales que lo amenazaban
- Una variedad de métodos de deprivación de estimulación para desorientarlo: taparon la pequeña ventana al pasillo; rara vez le permitían hacer ejercicio (y tenía que hacerlo en la oscuridad); no le daban espejo, reloj ni calendario; a veces mantenían oscura la celda durante mucho tiempo y otras veces encendían luces fuertes las 24 horas; le daban información falsa acerca de dónde estaba, y le presentaban documentos y acusaciones falsas
- Deprivación de sueño noche tras noche con ruidos fuertes (por ejemplo, portazos y gritos)
- Sujeción con esposas en posiciones sumamente dolorosas durante horas, muchas veces encapuchado
- Amenazas de ejecutarlo, cortarlo con una navaja o trasladarlo a un penal en el extranjero donde lo iban a someter a peores torturas
- Drogas contra su voluntad, por ejemplo, fuertes alucinógenos como LSD y PCP. La petición dice que sufrió graves daños al corazón debido al estrés y las drogas.
- Prohibición de ver el Corán o practicar su religión, el Islam, por dos años
Estas son la clase de torturas que el presidente y el Congreso han legitimado. El derecho nacional (Ley de Crímenes de Guerra) y los tratados internacionales (los Convenios de Ginebra) desde hace mucho tiempo han considerado que ese tratamiento cruel constituye crímenes de guerra. Con la Ley de Comisiones Militares, la Casa Blanca busca legalizarlo retroactivamente para que no se pueda acusar y juzgar a los torturadores.
Los abogados de Padilla entablaron una demanda ante un tribunal federal por encarcelarlo sin juicio. Para impedir que la Suprema Corte considerara si el presidente tiene la autoridad de encarcelar a los ciudadanos de esa manera, la Casa Blanca entabló acusaciones contra Padilla en noviembre de 2005 (tras casi cuatro años de cárcel y torturas). El juicio está programado para enero del año entrante. A pesar de que por años el gobierno dijo que Padilla planeaba lanzar ataques dentro del país con una “bomba sucia”, no lo acusaron de eso; pero de todos modos podrían sentenciarlo a cadena perpetua.
El gobierno nunca ha presentado ninguna prueba contra Padilla. Se informa que el gobierno obligó a otros presos (bajo tortura) a implicarlo, pero tal testimonio solo demuestra lo cruel y despiadado que es.
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La petición (entablada ante el tribunal federal de distrito de Miami) pide retirar todas las acusaciones contra Padilla por “conducta vergonzosa del gobierno”. Está en: http://www.discourse.net/archives/docs/Padilla_Outrageous_Government_Conduct.pdf
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