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Revolución #79, 25 de febrero de 2007
DPNY
"Parar y registrar": Criminalizar a los de los ghettos y barrios pobres
Rocky Harris tiene 14 años y ya sabe la rutina: hay que levantar las manos, no decir nada y no mover ni un dedo.
El policía le cachea las piernas, el cinturón, el pecho y la espalda, y luego los brazos hasta la muñeca.
Rocky dijo que si no encuentran armas ni drogas, lo dejan irse. Comentó que lo han registrado por lo menos tres veces desde el verano, siempre sin encontrarle nada, pero que a unos amigos los han registrado muchísimas veces.
“Dicen que vendemos droga. Pero no hago nada malo. Solo juego básquet”, dijo ayer por la mañana, al caminar por los multifamiliares Red Hook East de Brooklyn a un partido de básquet en el centro comunitario.
New York Times, 4 de febrero
El 2 de febrero, la policía de Nueva York dio a conocer un informe de que en el año 2006 registró a 508,540 personas en las calles de la ciudad. Eso es un promedio de 1,393 personas cada día. ¡Más de medio millón de registros en 2006! En otras palabras, más que la población de Atlanta, y un aumento del 500% con respecto al año 2002, el último año en que se publicaron datos similares.
En el 2003 la Comisión sobre Derechos Humanos publicó un informe sobre el Departamento de Policía de Nueva York. Concluyó que los agentes solo mencionaron oficialmente uno de cada 30 registros, así que es probable que la cantidad real sea mucho mayor que los 508,540 incidentes.
Tras el asesinato policial de Amadou Diallo en una ráfaga de 41 balas en 1999 y la indignación popular que prendió, un tribunal mandó que el departamento recopilara una lista de todas las personas que para y del porqué. Pero no lo ha hecho desde el 2002; tiene una lista parcial para el 2003 y nada para el 2004 y el 2005.
A la Unión de Libertades Civiles de Nueva York le preocupa que “el DPNY está recopilando una enorme base de datos sobre los neoyorquinos respetuosos de la ley, especialmente los negros y latinos, que ha parado”.
Examinar esas estadísticas hace hervir la sangre. De todos los registros del año pasado, el 55.2% son negros y el 30% son latinos, o sea, más del 85% del total. Esto tiene muy poco que ver con “eliminar el crimen”: a menos del 10% de los registrados (buscando drogas o armas) los arrestaron o les pusieron multas.
Lo mismo se aplica a las razones que dan los agentes para registrarlos: “Responde a la descripción de un sospechoso” o “Está en una zona donde se cometen muchos delitos”. En la zona East New York de Brooklyn, donde hay unos barrios muy pobres y se cometen muchos delitos, pararon, interrogaron o registraron en promedio cada 24 minutos; el 69% eran negros y el 24% latinos.
Es como decir que es un crimen nada más estar en los barrios pobres de Nueva York, que uno es sospechoso porque está en la calle y que la policía tiene todo el derecho de pararlo, ordenar que le muestre la identificación y vacíe los bolsillos, y darle una paliza o abrir fuego si se mueve.
En el informe del 2006 se ve que la policía patrulla los barrios negros y latinos como un ejército de ocupación. Es un departamento que mató en una ráfaga de 50 balas a Sean Bell al salir de su despedida de soltero. O que una semana después persiguió y sometió a Timur Person, y luego lo mató cuando estaba indefenso en el suelo.
Dicen que registrar es parte de un programa para eliminar el crimen. ¡Pura mentira! Es parte de criminalizar a sectores enteros de la población, golpear e intimidar a los que odian y temen. Es intolerable y demanda resistencia.
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