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Revolución #98, 19 de agosto de 2007
“Por si acaso no estás todavía en la onda...”
Ohio: Proyecto de ley le dará al hombre el poder de vetar un aborto
Por si acaso conoces a una persona que todavía no está en la onda –que tal vez no capta que el ataque total contra el derecho de la mujer al aborto tiene el propósito de esclavizarla en un sistema de tradiciones patriarcales respaldado e impuesto por el estado— háblale sobre el proyecto de ley que la legislatura estatal de Ohio está debatiendo.
La primera semana de agosto, un grupo de legisladores estatales de Ohio presentó un proyecto de ley que prohíbe el aborto sin el consentimiento del hombre. Dos semanas antes el representante Tom Brinkman propuso prohibir todos los abortos en el estado.
Los partidarios del proyecto de ley dicen que le dará una “voz” al hombre cuando una mujer decide hacerse un aborto. De hecho, le dará el poder de vetarlo. Si se aprueba, se podrá enjuiciar a una mujer que lo incumple por fraude, un delito menor de primer grado. Se podrá acusar también a los médicos que practican abortos sin el consentimiento del hombre.
Si eso todavía no es lo suficientemente patriarcal, ¡requerirá que la mujer entregue una lista de compañeros sexuales si no se ha probado la paternidad del feto! Luego el proveedor del aborto tendrá que hacer una prueba de paternidad.
Los defensores del proyecto de ley son partidarios fanáticos de una versión extrema de la ideología cristiana derechista que se opone a los derechos de la mujer y los gays. El representante Brinkman, por ejemplo, formó un grupo llamado “Derechos Iguales, no Derechos Especiales” para anular un voto del consejo municipal de Cincinnati a favor de proteger la identidad sexual y de género de las personas como parte de una ordenanza de derechos humanos. Retiró las peticiones cuando Brinkman admitió que había cambiado las direcciones de más de 1,000 firmantes no válidos. Los cristianos fascistas que han propuesto esta clase de leyes por todo el país tienen una visión del mundo y un programa práctico que nos regresarán a los tiempos de la moral cristiana tradicional... que dictaba que la mujer, en palabras del teólogo del siglo XIII Tomás Aquino, “se creó para ayudarle al hombre, pero su papel único está en la concepción..., porque en otros propósitos, el hombre recibe mejor ayuda de parte de otros hombres”.
No hace tanto tiempo la mujer era propiedad del hombre, jurídicamente y en la práctica. Según la ley de Inglaterra y sus colonias, el hombre era dueño de su esposa y sus hijos prácticamente de la misma manera que era dueño de los bienes materiales. Si un hombre pobre decidiera mandar a sus hijos al orfanato, la madre no tenía recursos legales para protestar. Si una mujer decidiera dejar al esposo, el esposo quedaba con la custodia de los hijos. No aprobaron leyes que permitían a la mujer tener propiedad en su nombre, divorciarse y tener la custodia de los hijos hasta finales del siglo XIX. Si estos movimientos reaccionarios y anticuados, que cuentan con el apoyo de los niveles más altos del gobierno, logran imponer su visión, “regresaremos a un futuro” peor en que se prohíben el aborto, el control de la natalidad y el divorcio. La mujer perderá cierta igualdad jurídica que ganó por medio de la lucha y regresará a una situación de dominio patriarcal que dicta proteger el derecho masculino sobre la mujer y los hijos.
El hecho de que están debatiendo este proyecto de ley en Ohio es un indicio de hasta qué punto esta locura fundamentalista se considera parte del discurso político legítimo. ¿Qué sentido moral perverso obligará que una mujer, para hacerse un aborto, entregue una lista de todas sus parejas sexuales? De ahí, no es muy difícil imaginar que esa mujer tendría que ponerse, metafóricamente si no en realidad, la letra “A” de rojo escarlata y las cadenas de la iconografía religiosa que reflejan la perspectiva bíblica y puritana de Eva como la puerta del diablo.
Tal ley y tal moral responden a la necesidad del imperio de imponer estabilidad social a pesar de que el funcionamiento básico del sistema desgarra la vida de la población. La promoción de la religión en la vida pública --sea la teocracia del programa fascista cristiano o la adopción, aparentemente benévola pero en realidad igualmente perniciosa, de la fe religiosa de parte de la dirección demócrata— hace que los dos partidos de la clase dominante hablen de todos los temas con términos bíblicos. Nancy Pelosi, en un debate sobre las subvenciones de la investigación de embriones, dijo: “La ciencia es un regalo de Dios a todos nosotros y nos ha llevado a un lugar que es bíblico en su poder curativo”. Esta es la defensa de la ciencia y de la investigación científica del “partido de oposición”.
Para los que todavía no agarran la onda: esto es el futuro cuando la clase dominante se engancha a dios. Compáralo al futuro que los comunistas revolucionarios están luchando por forjar. En una sociedad socialista, las leyes se harán y la moral se guiará por la meta de la total emancipación de la mujer y la liberación de la ciencia y la imaginación de los confines de la ganancia y la superstición.
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