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Revolución #104, 14 de octubre de 2007
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Carta
En el camión de Los Ángeles
Dos camiones llenos salieron de Los Ángeles para Jena, y yo era una de los cuatro o cinco pasajeros latinos. En el camino platicábamos de todo, era bien padre y ¡a veces muy intenso! Mucha gente recibió el periódico Revolución en Jena y hubo mucha discusión muy animada sobre los diferentes artículos. Surgió un debate muy acalorado sobre la inmigración y hubo desacuerdo sobre la comparación que hizo un afiche del periódico con una foto antigua de dos fuentes de agua para tomar, una para blancos solamente y la otra para negros, y la pregunta: “¿Cuál es la diferencia entre SOLO INGLÉS y SOLO PARA BLANCOS?”
Una minoría de los pasajeros, que se hacían oír, planteaba todo tipo de argumentos bien equivocados sobre la inmigración, los mismos que promueven los grupos paramilitares antimigrantes como los Minutemen. ¡Cuidado, que esas son pendejadas! No se miraba nada de bien que gente negra estuviera repitiendo esas mentiras de que “los migrantes nos están quitando los trabajos” o “ellos se toman lo que debe tocar al negro” o “aunque son ilegales los tratan mejor que a nosotros” o “¡los migrantes deben aprender INGLÉS!”.
Al principio unos se disgustaban por ese afiche, casi como decir: ¡cómo se atreven a compararlos! Expliqué por qué realmente no es distinto, pues en ambos casos convierte un sector del pueblo en una “segunda clase” y justifica perseguirlo y brutalizarlo. La neta, ¡cuál es la diferencia entre los cazadores de esclavos durante la época de la esclavitud y las redadas de la ICE que están ocurriendo e intensificando por todo el país HOY DÍA!
Es como si olvidaran de todo pensamiento crítico cuando se trataba de entender por qué mucha gente ha venido acá de todas partes del mundo, y cuál es la verdadera razón de la opresión del pueblo negro. La verdad, durante la primera hora de la discusión, esa línea dominaba, salían comentarios de lo más feo, e incluso estaban influyendo en más de los pasajeros. ¡Era como si ahora los migrantes fueran los nuevos opresores!
La realidad es que los negros y los migrantes tienen un opresor común. Seguí luchando e insistiendo que fundamentalmente la opresión del pueblo negro (y de miles de millones más en este planeta) tiene su origen en el sistema, este sistema capitalista caduco que destruye a gente y al planeta, y que la única manera de acabar con esa opresión de una vez por todas es hacer una revolución que la arranca de raíz.
Las cosas empezaban a cambiar y se convencían de lo que yo estaba diciendo más personas, tanto viejitos como jóvenes. Ellos empezaban a discutir contra las posiciones equivocadas desde sus propios puntos de vista. Ya se oían opiniones de los dos lados. Unos decían que son las corporaciones y no los migrantes que tienen la culpa por la pobreza en las comunidades negras. Otros decían: “Ustedes que están hablando mal de los migrantes, son racistas igual que los güeros”. A cierto punto mencioné el ejemplo que usa Bob Avakian en el DVD Revolución sobre cómo el sistema se aprovechó de los soldados Búfalo (negros que cazaban a indígenas para comprobar su lealtad a Estados Unidos) y por otro lado los indígenas cherokee (que eran propietarios de plantaciones y dueños de esclavos); al último el sistema traicionó a los dos. Empezamos a platicar de “dividir y conquistar” y ¿a quién le beneficia?
Lo que es muy interesante, la conversación empezó a tomar otra dirección: hacia lo que se podría hacer si el pueblo detentara el poder. Hice agitación sobre el punto que hizo Bob Avakian en la serie “Puntos de vista sobre el socialismo y el comunismo”, de que todas las cosas que nos “frustran” porque no las podemos cambiar fundamentalmente (todo de lo que estábamos platicando en el camión) vienen de no detentar el poder estatal revolucionario. Di unos ejemplos de lo que SÍ se ha logrado cuando tenía el poder estatal nuestra clase, el proletariado (de diferentes nacionalidades por todo el mundo): hemos hecho logros realmente asombrosos. Hablé de China y de cuando Mao Tsetung dirigió a las masas populares para hacer la revolución y conquistar el poder, una de las primeras cosas que hacían fue de salvar de la extinción ciertos idiomas de minorías como forma de combatir y superar la historia de opresión nacional. Y hubo muchos otros ejemplos de lo que se transformó en China como resultado del poder estatal popular: educación, salud pública, expectativas de vida, etcétera. Sin hacer una revolución y conquistar el poder, no hubiera sido posible lograr nada de eso y de igual manera HOY no se abrirá el camino hacia un mundo mejor, un mundo comunista, ¡sin hacer primero una revolución y conquistar el poder!
¡Qué padre, qué lucha más intensa... y cuán llena de posibilidades!
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