Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

¿Chantaje nuclear de Corea del Norte contra los Estados Unidos, o viceversa?

Obrero Revolucionario #1201, 1 de junio, 2003, posted at rwor.org

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12 de mayo de 2003. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Cincuenta años después de su derrota en la guerra de Corea, Estados Unidos ha amenazado con llevar su máquina de guerra nuevamente a esa región. Tras los ataques del 11 de septiembre al World Trade Center (WTC) y al Pentágono, ha estado amenazando en todo el mundo más que nunca antes. Desde entonces atacó Afganistán, asesinó miles de afganistaníes, destruyó los recursos naturales y desestabilizó al país entero. Desarrolló la doctrina militar del ataque preventivo y ocupó a Irak. Definió a Irak, Irán y Corea del Norte como el "eje del mal". Tachó al gobierno norcoreano de "régimen terrorista". Según un columnista del New York Times (28 de febrero), el Pentágono ha desarrollado planes secretos para un posible ataque militar contra Corea del Norte.

Corea del Norte tiene tres exigencias principales para Estados Unidos. Primero que todo, quiere que toda la península coreana sea "libre de armas nucleares", garantías de seguridad y un paquete de ayuda humanitaria y económica. Segundo, quiere que Estados Unidos firme un tratado de no agresión. Si lo firmara, Corea del Norte ha dicho que está dispuesta a aceptar la verificación independiente del congelamiento de su programa de armas nucleares. Pero Estados Unidos no está dispuesto a aceptar esas condiciones. Tercero, quiere resolver estas contradicciones mediante negociaciones bilaterales con Estados Unidos. Pero Estados Unidos está en contra.

De hecho, al imperialismo estadounidense le gusta la propuesta de una península coreana libre de armas nucleares; es decir, que Corea del Norte tenga que abandonar su programa de armas nucleares sin importar qué armas tengan Estados Unidos o sus aliados. (El gobierno estadounidense dice que ha retirado las armas nucleares que mantuvo en Corea del Sur durante muchas décadas, pero se niega a permitir inspecciones internacionales que lo verifiquen). Pero el gobierno estadounidense considera que las otras propuestas constituyen un "chantaje". Si atendiera las exigencias norcoreanas, ya no habría ninguna justificación para la permanencia de sus tropas y bases en Corea del Sur. Firmó un cese del fuego en 1953, pero se ha negado a firmar un tratado para terminar formalmente la guerra. Si Estados Unidos no fuera un obstáculo, ambos Estados coreanos avanzarían hacia la reunificación. A pesar de las fuerzas estadounidenses apostadas en Corea del Sur, de todas formas ese proceso se ha puesto en marcha. En junio de 2002 hubo una conferencia en Corea del Norte entre los líderes de las dos Coreas. Ya se han implementado algunas de las medidas que acordaron. Por ejemplo, a las familias separadas entre los dos territorios se les permitió reunirse y se han hecho algunos intercambios políticos y económicos. Corea del Norte quiere la unificación pronto y Corea del Sur quiere hacerlo mediante un proceso gradual más largo.

¿Por qué Estados Unidos se opone tanto a la negociación bilateral con Corea del Norte? Dice que si negocia solo, Corea del Norte intentará separarlo de sus aliados asiáticos, que presionarían a Estados Unidos a establecer un acuerdo según los términos de Corea del Norte. Más que los argumentos que da, hay muchas razones más por las que Estados Unidos quiere un diálogo multilateral. Primero que todo, Estados Unidos quiere que China juegue un papel como instrumento suyo para debilitar a Corea del Norte. Corea del Norte al parecer ha estado recibiendo un tibio apoyo de China, y las amenazas de Estados Unidos contra Corea del Norte involucran a China directa o indirectamente. En segundo lugar, si se llevara a cabo el diálogo multilateral, Japón y Corea del Sur, a pesar de la furia pública contra el imperialismo yanqui en sus propios países y de sus propias contradicciones, se verían obligados a apoyar a Estados Unidos. Y tercero, Estados Unidos quiere un diálogo multilateral para internacionalizar sus afirmaciones de que Corea del Norte posee armas nucleares. Eso fue precisamente lo que sucedió en la reunión celebrada en Pekín a finales de abril. Obviamente, en la reunión de Pekín Corea del Norte jaló a Estados Unidos a su propia agenda y viceversa. La reunión finalizó antes de lo programado.

Sin embargo, nunca se ha abordado otro asunto candente de manera directa: el millón de soldados norcoreanos apostados en la frontera con China, cuyas propias fuerzas armadas podrían ver a Corea del Norte como un amortiguador vital para las provincias del nordeste de China. Estados Unidos ha mantenido 37,000 soldados apostados en Corea del Sur desde hace 50 años. Las fuerzas norcoreanas son un asunto sumamente importante desde el punto de vista estratégico militar del imperialismo yanqui.

Luego de la II Guerra Mundial, Estados Unidos se apoderó de Corea del Sur quitándosela al Japón, del mismo modo que lo hiciera más tarde con Vietnam del Sur. Contrariamente a los acuerdos internacionales y a la voluntad del pueblo de esos países, el imperialismo yanqui perpetuó estas divisiones. Gracias a la inspiración del socialismo, al liderato de Mao Tsetung y al apoyo chino, Estados Unidos sufrió graves derrotas. Las fuerzas armadas estadounidenses fracasaron en su guerra contra Corea del Norte, aunque murieron tres millones de personas, según los historiadores occidentales, y las bombas estadounidenses devastaron completamente el norte. También los echaron de Vietnam, igualmente con un alto costo para el pueblo (más de un millón de vietnamitas muertos). Pero Estados Unidos se negó a retirar sus fuerzas de Corea del Sur (y de otros países), a fin de mantener su dominación y hegemonía en la región. En el contexto actual, cuando se ha erigido como superpotencia mundial única, aún quiere dominar a China, aunque China ya no es un país socialista. De hecho, China se está integrando cada vez más al sistema imperialista mundial y sirve como proveedor de mano de obra barata para Estados Unidos.

Después de la contrarrevolución que se dio tras la muerte de Stalin, cuando la Unión Soviética degeneró y se convirtió en socialimperialista ("socialista" de palabra pero imperialista en los hechos), Corea del Norte se mantuvo cercana a la URSS. Con el tiempo, Corea del Norte desarrolló energía atómica para producir electricidad. Luego de la caída de la Unión Soviética en 1991, Estados Unidos trató una vez más de encontrar pretextos para intimidar a Corea del Norte. Según el New York Times:"Los agentes de inteligencia rusos colocaron secretamente sofisticados equipos de detección nuclear en Corea del Norte a pedido de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en los años 1990 para ayudar a Estados Unidos a rastrear el programa norcoreano de armas nucleares". La administración Clinton intervino en Corea del Norte en este asunto.

En 1994, la administración Clinton firmó un convenio con Corea del Norte, acordando que Estados Unidos le proporcionaría petróleo para energía a cambio de que congelara sus reactores nucleares. Cuando George Bush llegó al poder, no respetó el convenio firmado por Clinton. Como Corea del Norte necesitaba energía eléctrica para encender sus bombillas y poner a funcionar su maquinaria electrónica, se vio obligada a reactivar sus plantas nucleares. Corea del Norte exigió a Estados Unidos respetar el convenio que habían firmado. En respuesta a estas exigencias, el año pasado Estados Unidos tildó a Corea del Norte de parte del "eje del mal" y de "régimen terrorista".

Ahora Estados Unidos ha estado argumentando que Corea del Norte debe dejar de utilizar del todo esos reactores nucleares. También afirma que desde que Corea del Norte se retiró del Tratado de No Proliferación Nuclear que firmó en 1985, y del convenio con el gobierno de Clinton, está violando los tratados internacionales. El gobierno estadounidense fanfarroneó que está considerando todas las opciones, inclusive la acción militar. Una vez más, con el fin de legitimar estas amenazas de matón, Estados Unidos presentó evidencia obtenida mediante espionaje de la embajada rusa en Corea del Norte.

El quid del asunto es el injusto sistema imperialista y reaccionario en el cual las grandes potencias dan órdenes a los países del tercer mundo y en el cual no se pueden resolver según los intereses de las masas. Pero, incluso en términos del derecho y las normas internacionales imperialistas, ¿quién violó primero el convenio? Fue George W. Bush III, presidente de Estados Unidos, quien unilateralmente violó el convenio firmado por Clinton. En el período previo a la ocupación de Irak, firmó la Directiva Presidencial de Seguridad Nacional 17, que dice: "Estados Unidos seguirá dejando en claro que se reserva el derecho de responder con fuerza abrumadora, y potencialmente con armas nucleares, al uso de [armas de destrucción masiva] contra Estados Unidos...". Una de las principales razones por las que en décadas anteriores Estados Unidos pudo persuadir a otros países de que firmaran el Tratado de No Proliferación Nuclear fue que prometió que nunca utilizaría armas nucleares contra países que no tuvieran tales armas. ¿Con esa declaración, no rompió Bush el acuerdo, lo que constituye una violación del Tratado de No Proliferación Nuclear?

Estados Unidos ha estado instigando a Corea del Sur para aumentar la hostilidad contra el Norte. Pero el presidente Roh de Corea del Sur dijo que preferiría romper su "amistad" con Estados Unidos antes que imponer sanciones económicas contra Corea del Norte. Ha dado firmes indicios de que está tratando de acelerar la acogida de Corea del Norte por Corea del Sur, aunque Estados Unidos busca aumentar la presión sobre Corea del Norte. Siguiendo el proceso de unidad entre las dos Coreas y desalentando a Washington, Roh habló de establecer una comunidad económica con Corea del Norte y de aumentar la ayuda comercial y la inversión, descartó las sanciones económicas y ataques militares e incluso garantizó personalmente la seguridad de Corea del Norte. Roh dijo: "Es mejor pugnar que sufrir muertes en una guerra. Los coreanos deben ponerse de acuerdo, aunque la situación se dificulta cuando Estados Unidos entra a dar órdenes" (New York Times, 25 de febrero). Sin embargo, Roh fue uno de los pocos jefes de Estado que apoyó la guerra de Bush contra Irak, a pesar de la fuerte oposición y las protestas en Corea del Sur. No importa cuáles sean los deseos de los gobernantes de Corea del Sur, están atados a Estados Unidos y a otros imperialistas (especialmente al Japón, otro potencial rival de Estados Unidos) por miles de hilos, y el futuro de este proceso es incierto.

Esta es la lógica simple de un problema complejo: Estados Unidos ha estado amenazando por todo el mundo, causando muchas penurias a los pueblos del mundo, dominando una región tras otra. Y en el caso de Corea del Norte, ha estado golpeando sus iniciativas de unidad, su economía y su seguridad nacional blandiendo la espada imperialista. Mientras el imperialismo yanqui ha estado amenazando a un país soberano "con todas las opciones", ¿es injusto que Corea del Norte empuñe un garrote o incluso un tronco para su propia defensa?

Estados Unidos sostiene que países soberanos amenazan a sus ciudadanos e intereses. Corea del Norte nunca ha apostado sus tropas en Estados Unidos o cerca. Por el contrario, Estados Unidos ha tenido 37,000 soldados a las puertas de Corea del Norte durante 50 años. En lo que concierne a la propaganda sobre la amenaza contra el pueblo estadounidense, este es el método reaccionario de mostrar una opinión pública fabricada para justificar la invasión a cualquier país. En cuanto a la cuestión de los intereses estadounidenses, los pueblos del mundo no luchan contra el pueblo estadounidense, sino contra el carácter rapaz del imperialismo. Ahora bien, si Estados Unidos siente que está bajo amenaza, debe retirar su ejército de la península coreana. Eso ayudaría a establecer la paz y la estabilidad en la región. Y también Estados Unidos tendría tranquilidad al menos en el caso de la península coreana. ¿Por qué está en el suelo de otros pueblos, quejándose de la "amenaza" y hostigando a otros países?

En la península coreana hay un problema de liderato. Ni Kim Jong Il, presidente de Corea del Norte, ni Roh Moo, presidente de Corea del Sur, dirigen a las masas a expulsar de Corea del Sur a las fuerzas de ocupación yanquis. Sin embargo, la resistencia que los dos gobiernos han opuesto se debe a los sentimientos del pueblo, que quiere su país unido. En vez de materializar políticamente los deseos de las masas de una Corea unida, el gobierno surcoreano ha estado haciéndole el juego al imperialismo yanqui. Y de igual forma, el gobierno norcoreano ha estado apostando con las armas nucleares. En esencia, tales gobiernos no pueden proteger los intereses de las masas populares. La historia ha demostrado que el gobierno norcoreano hace tiempo se desvió del camino socialista. En el gran debate entre la China socialista y el socialimperialismo soviético, el gobierno norcoreano no se puso del lado maoísta; adoptó lo que llamó la "idea Juche", que quiere decir basarse en sus propios esfuerzos. Sin embargo, luego de la muerte de Mao Tsetung, Corea del Norte se basó principalmente en la socialimperialista URSS. Ahora, ha estado aplicando la misma táctica del chantaje nuclear, del riesgo nuclear y jugando con las bombas nucleares que Jruschov desarrolló luego de restaurar el capitalismo en la URSS.

A la postre, el pueblo coreano, que padece de cada vez mayor dominación imperialista y de malos líderes, debe levantarse para librarse de las crecientes amenazas imperialistas.


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