Obrero Revolucionario #1206, 6 de julio, 2003, posted at rwor.org
Se dice, a veces en serio y otras veces en broma, que desde el 11 de septiembre por primera vez la chota no ha centrado la atención en los negros y latinos.
Con las autoridades ocupadas (tratando a los surasiáticos y árabes que pasan por los aeropuertos como sospechosos, arrestando a inmigrantes musulmanes y fomentando miedo de los extranjeros y de "grupos terroristas"), se dice que la policía y los blancos conservadores no han tenido tiempo ni interés para atacar a los chavos negros y latinos de los centros urbanos.
Lo primero que quiero decir es ¡nel! No es lo que está pasando porque este sistema no funciona así.
Tras el ataque a las Torres Gemelas, denominaron héroes a la policía de Nueva York y anunciaron que de ahora en adelante no se debe hablar de la brutalidad policial o protestar contra ella.
En medio de los ataques a los inmigrantes y los árabes, el gobierno dijo que el racial profiling (singularizar y hostigar a alguien por su nacionalidad) está bien. La chota y las autoridades federales clamaban: "Prohibir el racial profiling pondrá en peligro a todo el mundo".
En las calles, lo que realmente está pasando es que ahora la policía piensa que tiene luz verde para aumentar la brutalidad y el hostigamiento contra las comunidades oprimidas.
Los "héroes" del NYPD han asesinado a 37 personas desde el 11 de septiembre. No debe sorprenderle a nadie que la gran mayoría sean negros y latinos.
Muchos han oído del escandaloso asesinato policial de Alberta Spruil mientras dormía. Entraron a su apartamento en Harlem por equivocación y la mataron con una granada. En la investigación de esa redada salió a flote que es la norma para el NYPD utilizar arietes y granadas en las comunidades oprimidas.
Así que en realidad la brutalidad y la opresión aumentaron tras el 11 de septiembre en los barrios negros y latinos de Nueva York y por todo el país. Soltaron a la policía a hostigar, a pisotear las libertades civiles, a aplicar el racial profiling y, en general, a reprimir más a muchos sectores de la población.
Me he preguntado: "¿Por qué pensar que iba a pasar algo distinto?". Todos sabemos la historia de este país: la esclavitud y el genocidio, la guerra y la conquista, los linchamientos y las balas policiales. ¿Por qué pensar que la campaña de guerra y represión iniciada tras el 11 de septiembre llevará a menos opresión de los negros y latinos?
¿Realmente se debía esperar que de repente abandonaran las costumbres racistas, fundamento de este sistema, y actuaran como si "todos somos estadounidenses"?
Seguro que no iba a pasar, y es una falsa ilusión pensarlo.
Pero hay más: todo lo que ha pasado desde el 11 de septiembre ha sido una declaración de este imperio de que es un nuevo día y una nueva época, de que no va a aceptar nada de nadie. Ha dicho que va a dominar el mundo sin rivales ni límites.En vista de la historia de este país, eso de plano significa más opresión de los negros y latinos.
Para concluir, quiero dar una idea de las excelentes nuevas alianzas que hace posible esta situación. Hoy el mundo es un hervidero de contradicciones, como ha señalado nuestro presidente, Bob Avakian.
Por todo el mundo, ante la guerra y el acoso de una superpotencia bravucona, la gente recuerda, una vez más, por qué odia el imperialismo estadounidense. Aquí en Estados Unidos mucha gente, inclusive inmigrantes profesionales que soñaban con vivir el sueño estadounidense, se encuentran en la cárcel, deportados, hostigados y espiados.
Desde el punto de vista de liberarnos a nosotros y a toda la humanidad, se puede ver que hoy tenemos muchos nuevos aliados potenciales, en el mundo y en muchas comunidades aquí en las entrañas de la bestia. Toda esa locura posibilita forjar nuevas alianzas y una nueva resistencia común. Necesitamos la conciencia y la audacia para aprovechar la oportunidad.
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