Un recuerdo de Rene Maxwell: Luchador por la vivienda pública en Chicago

Obrero Revolucionario #1210, 17 de agosto, 2003, posted at rwor.org

El 4 de junio de este año, Rene Maxwell, servidor del pueblo, murió de un derrame cerebral. Todos los que lo conocían, aunque fuera no más de vista, saben que al entrar en un cuarto lo llenaba el espíritu luchador de la humanidad. Sabía sin lugar a dudas de qué lado estaba y nunca se quedaba callado al respecto. Hizo de la lucha contra la injusticia la razón de su vida, y le entregó toda la energía posible, hasta lo imposible.

Nació en 1949 en Stateway Gardens, un multifamiliar de vivienda pública en Chicago, y se crió allí y en Altgeld Gardens. También vivió en el multifamiliar ABLA Development y pasó los últimos años de su vida en Cabrini Green. A principios de los años setenta entró a trabajar en las plantas de laminación de acero al sur del lago Michigan.

En 1996, las autoridades atacaron la vivienda pública por todo el país y emprendieron una campaña sistemática para derrumbar las casas de los pobres. Cuando Wardell Yotagan de Rockwell Gardens, junto con Carol Steele de Cabrini Green, fundó la Coalición para Proteger la Vivienda Pública (CPPH), le pidió a Rene que encabezara el trabajo de organización. Rene comprendió lo serio de esta lucha y le entró con ganas. Un amigo de toda la vida contó que los dos jugaban cartas juntos "todos los días, a veces todo el día" durante 40 años. "Un día Rene vino a contarme lo que ocurría con la vivienda pública y lo que le tocaba hacer. De allí se acabaron los juegos de baraja".

Ed Shurna, que trabajó junto con Rene desde que se fundó la CPPH, lo consideró "el corazón de la organización y de lo que queremos lograr. Tenía tanta vida, tanta pasión. En pocas palabras, era un ser humano con mucho amor. Prometió a Wardell llevar a cabo la lucha por la vivienda pública y se entregó a ella. Era nuestro poeta, nuestro corazón. Era implacable pero con gracia".

Rene sabía por experiencia propia lo necesaria que es la vivienda pública, y trabajó incansablemente para que lo comprendiera mucha gente. Hablaba en mítines, ruedas de prensa, escuelas, iglesias y sinagogas, y salía en televisión y radio. A diario uno lo encontraba en los 24 multifamiliares públicos de Chicago platicando con los residentes sobre su lucha común. Enfrentaba los problemas de manera sencilla y derecha, sin pelos en la lengua. Era muy conocido por confrontar a las autoridades que toman decisiones sobre la vivienda pública, y no dejar que se pintaran como servidores del pueblo, cuando en realidad son arquitectos de su sufrimiento y servidores del opresor.

Líder de origen popular

En el transcurso de los años fue convirtiéndose también en dirigente de otras batallas por la justicia social. Trabajó con grupos variados y era miembro de la junta del Comité de Abogados para Mejorar la Vivienda y la Junta de Derechos Obreros de Empleos con Justicia.

Con frecuencia servía de maestro de ceremonias de mítines y ruedas de prensa, porque tenía una capacidad única para animar al público, hacerlo corear y explicarle por qué tenía que luchar. Lo llamaban mucho a representar la lucha por la vivienda pública en mítines por toda la region central y la costa este. Viajaba por todo el país para participar en eventos, conferencias y marchas, con grupos como la Unión para Derechos al Welfare de Kensington y Empleos con Justicia. Habló en la ONU después de participar en una marcha de Washington, D.C., a Nueva York para generar atención pública a la falta de vivienda, el hambre y otros problemas del pueblo.

A partir del 11 de septiembre de 2001, reconoció lo peligroso que era el rumbo político del gobierno estadounidense. Se preocupaba mucho por el pueblo en Estados Unidos y en todo el mundo; cuando creció el movimiento contra la guerra, se sumó a él. Era miembro del comité directivo del Proyecto No en Nuestro Nombre en Chicago. Desempeñó un papel importante en el mítin del 6 de octubre de 2002 y ayudó a organizar una recaudación de fondos para NION el febrero pasado.

Una fuerza creativa en el movimiento

Desde muy joven le fascinaba la música. De niño componía canciones con su hermano; él, la letra, y el hermano, la música. En los años setenta formó una banda, The Elements of Time, con sus hermanos y hermana.

Siempre estaba dispuesto a escoger un camino que le cambiaba la vida. Dejó su trabajo en las fábricas de laminación de acero para luchar para traer la música que él amaba al pueblo al cual quería. Hasta la víspera de sufrir el derrame cerebral, trabajaba en la industria musical. Al día siguiente él, su hermano y un grupo de artistas de Blues tenían programado grabar de nuevo un disco de blues que él mismo iba a producir. Como manager y productor, sacó muchos álbums de gospel, y también grabó canciones, una de ellas con su hija.

Cuando se unió a la lucha, trajo su sensibilidad de músico. Por su amor al pueblo, captó que los seres humanos necesitamos el arte y la música para vincular nuestras luchas con la lucha de toda la humanidad. Aprovechaba sus talentos como compositor y letrista para cumplir esta necesidad, y también movilizaba a otros músicos.

El Juneteenth (celebración del final de la esclavitud) de 2002, la Coalición para proteger la Vivienda Pública llevó a activistas, residentes de la vivienda pública y jóvenes a construir un campamento de tiendas de campaña y casitas de cartón en un lote baldío donde antes había multifamiliares en el conjunto de viviendas públicas Ida B. Wells. Hizo de ese día un festival de resistencia que ninguno de los presentes olvidará. Mientras la gente armaba tiendas de campaña y casitas de cartón, Rene los entrenía con un memorable programa de músicos y discursos de las 3 de la tarde hasta las 11 de la noche. Gospel, saxofonista solista y más, la música fortalecía el campamento improvisado.

Cuando murió Wardell Yotagan en 1998, Rene creó un himno para la lucha por la vivienda pública: "Our Fight Must Go On" (Nuestra lucha debe continuar). Como dijo Barbara Moore: "Rene componía canciones y poemas que iban al meollo de esta lucha".

Luchador por el pueblo

Guardaba volantes de cada mitin y sacaba fotos por donde fuera. Su oficina --un apartamento en Cabrini Green-- es verdaderamente un "Museo de la lucha por la justicia", una galería de volantes, artículos, fotos, carteles y citas. Hacía hermosos collages que acopiaban las caras sonrientes de las muchas personas con las cuales colaboraba, con artículos y titulares sobre la lucha, sea por la vivienda pública, por empleos o contra la guerra.

Tenía un gran amor y aprecio por las personas que luchaban a su lado. Cada uno de los últimos años organizó una ceremonia de aprecio en el oeste de Chicago.

La destrucción de la vivienda pública en Chicago por el sistema le provocó enorme coraje y tristeza porque sabía el sufrimiento que trae al pueblo. Eso le dolía mucho, pero también alimentaba su espíritu de lucha. Giuseppe, un estudiante de 20 años de la Universidad DePaul que militaba con él en las luchas de vivienda y contra la guerra, dijo: "Tenía tanta energía, tanta pasión y, lo más importante, tanta esperanza. No lo detenía nada".

Si bien Rene guardaba la esperanza de que un cambio radical se lograra pacíficamente, al mismo tiempo reconocía que el rumbo actual del mundo no favorecía eso. Antes del 11 de septiembre, predijo que al final mucha gente se uniría para combatir el sistema. Decía a sus amigos revolucionarios durante este año: "¿No les decía? Esa revolución se va a hacer".

Concentraba el punto de vista del proletariado. Reconocía que hay lados y para él eso significaba que más gente se uniría a nuestro lado. No era uno de los que luchan no más por sí mismos. Componía y tocaba música mucho antes de ser militante, y según describió su hijo, le regocijó encontrar una razón de ser para su música, para no hacerla en vano. En "Nuestra lucha debe continuar", sus palabras preliminares dicen: "Que nadie te diga lo contrario/ hasta que todas las injusticias estén borradas/ y las necesidades del pueblo estén satisfechas/ hasta que se cumplan las promesas rotas/ que falta mucho por lograr/ nuestra lucha debe continuar...".

El interludio de la canción, también hablado, representaba su credo:

"Nosotros el pueblo sufrimos
tantísimas falsas injusticias
nunca las eliminaremos,
haciéndonos falsas ilusiones.
Unidos,
nuestra causa es común.
Nunca cambiará el país
si la gente sigue sufriendo.
y todo el mundo a ganar.
Si queremos quitarnos estas injusticias
nos tenemos que movilizar.
¡El llamamiento a la acción es AHORA!
¡Estamos contra la pared!
Hagamos lo digno, les digo
antes de que sea tarde.
Para separar el mal del bien
alcen la voz, háganse oír.
¡Que sepa el mundo que estamos aquí!
¡Todos, a cantar esta canción!

Rene era nuestro compañero de lucha, y lo extrañaremos mucho.


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