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Obrero Revolucionario #1211, 24 de agosto, 2003, posted at rwor.org
El 8 de agosto, las fuerzas estadounidenses y británicas informaron que han perdido 300 soldados en la guerra de Irak; 119 soldados yanquis murieron en los primeros 100 días de la ocupación y hay 827 heridos. Un oficial encargado de aerotransportar a los heridos a Estados Unidos le dijo al periódico inglés The Guardian que en realidad son muchos más. La guerrilla atacó el primer contingente de tropas polacas tan pronto como llegó.
La semana pasada las fuerzas de ocupación demostraron una vez más que la suya es una misión terrorista. Invadieron centenares de casas con el pretexto de buscar a funcionarios del viejo gobierno que supuestamente dirigen la oposición. La mayoría de los detenidos vivía abiertamente en su propia casa. Dos ex funcionarios de alto nivel del gobierno y presuntos dirigentes de la resistencia se entregaron.
En Tikrit, rodearon con cuatro tanques y un helicóptero Apache un almacén donde viven unos jornaleros. El objetivo de esa y muchas otras redadas parece ser arrestar a posibles combatientes de la resistencia e infundirles miedo. Los golpearon, los interrogaron y los fotografiaron. "Si luchan contra nuestro gobierno, los cazaremos y los mataremos", les dijo un coronel antes de soltar a 38 de los 39 arrestados.
El 8 de agosto, unos francotiradores yanquis les dispararon desde el techo de un mercado de Tikrit a cinco hombres que descargaban un carro; dos murieron. El comandante dijo que los hombres "eran enemigos" porque descargaban armas y municiones para vender. Pero lo hacían abiertamente, como es la costumbre en los mercados iraquíes, y estaban en medio de una gran multitud. No les hicieron advertencias ni les dieron la oportunidad de rendirse; y después dejaron un cadáver en el mercado varias horas.
El 3 de agosto, en un retén militar al oeste de Fullujah, mataron a un agricultor de 75 años e hirieron a su hijo.
En Basora, una ciudad sureña bajo ocupación inglesa, unas mil personas airadas realizaron una protesta frente a la sede de la coalición el 9 de agosto contra la falta de electricidad, agua y petróleo. Los soldados ingleses hirieron a balas a dos jóvenes. En Kirkuk, Curdistán, los soldados yanquis abrieron fuego contra un carro en un retén e hirieron a dos civiles desarmados.
El 4 de agosto el Boston Globe informó sobre la muerte de un muchacho de 12 años de Bagdad que dormía en el techo de su casa a manos de unos soldados estadounidenses. Murió desangrado porque no permitieron que su familia lo llevara al hospital.
"La mejor manera de garantizar la seguridad de América es matar al enemigo antes de que nos mate a nosotros, y eso es lo que está pasando en Irak", comentó George Bush.
El 6 de agosto, el Washington Post describió un incidente en Khaldiyah, en la orilla del río Éufrates. Unos soldados estadounidenses se estacionaron frente a la oficina del alcalde. Los aldeanos creían que este iba a darles una lista de luchadores de la resistencia y abrieron fuego contra los vehículos. En respuesta, los soldados estadounidenses destruyeron varias tiendas. Cuando se retiraron, una multitud de centenares de personas coreó lemas y ondeó banderas iraquíes, y los soldados les dispararon. Los aldeanos destruyeron la oficina del alcalde, y sacaron corriendo al alcalde y subalcalde.
En la calle al-Rashid de Bagdad, donde la resistencia destruyó un Humvee con una granada propulsada por un cohete, los soldados dispararon al azar, mataron a dos personas (una era un niño pequeño) e hirieron a muchas. No permitieron que nadie ayudara a tres mujeres jóvenes heridas en un carro. Rodearon un edificio donde decían que había luchadores, lo atacaron con 20 Humvees y vehículos blindados Bradley y lo destruyeron. Como consecuencia, varios días después fueron blanco de otro ataque.
En Bagdad, llevan a cabo mil patrullas al día y la semana pasada volvieron a abrir el infame penal Abu Ghrain, donde ya tienen a 500 presos.
A pesar de la baja moral de las tropas, el comandante anunció que se quedarán en Irak otros dos años. El Washington Post , que ha entrevistado a muchos soldados que comienzan a captar lo que está pasando en Irak, informó que un alto oficial del ejército les advirtió que "tengan cuidado con lo que digan acerca de sus comandantes".
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