Obrero Revolucionario #1218, 2 de noviembre, 2003, posted at rwor.org
El 22 de octubre, miles de personas por todo el país participaron en el octavo Día Nacional de Protesta contra la brutalidad policial y la represión. Al cierre de esta edición, la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación informa que se celebraron protestas, mítines y marchas en unas 40 ciudades de Estados Unidos y Puerto Rico.
Las protestas ocurrieron en medio de un aumento de asesinatos policiales por todo el país tras el 11 de septiembre de 2001. El Proyecto Vidas Robadas informa que la policía ha asesinado a 61 personas en Nueva York y New Jersey y a 49 en Chicago, y está pasando algo parecido en otras ciudades. Además, el gobierno ha aprobado nuevas medidas represivas de corte fascista, como la Ley Patriota.
La convocatoria del 22 de octubre dice: "Tenemos la oportunidad de manifestar de una forma potente y visible en las calles nuestra oposición a esta represión, y rasgar el muro de silencio que las autoridades han levantado. Podemos sacar sus crímenes a la luz del día y forjar una amplia oposición. Nuestras acciones del 22 de octubre darán fuerza y valor a los que oponen resistencia y les mostrarán que cuentan con aliados".
A continuación presentamos breves informes de nuestros corresponsales en tres ciudades. La oficina nacional de la Coalición 22 de Octubre está recolectando informes sobre otras protestas que se pueden leer en la Internet en www.october22.org).
En las calles medio vacías debido a una huelga de los choferes de los camiones de transporte público, centenares de personas se reunieron para marchar al cuartel general del Departamento de Policía en el Parker Center. Mucha gente con carro recogió a amigos y vecinos, y los estudiantes de MEChA y de la Unión de Estudiantes Negros de la universidad Cal State Northridge alquilaron un camión.
Una joven que llevó a dos amigas dijo: "¿A quién vamos llamar para pedir justicia cuando hay un asesinato policial? No a la policía. Nos toca a nosotros. Por eso es tan importante unirnos y oponerles resistencia".
A las 3 de la tarde, unas 900 personas se lanzaron a la calle. Al frente iban bailadores aztecas, un grupo de 15 amigos y familiares de Deandre Brunston (un negro de 24 años muerto hace dos meses por la policía de Compton), y amigos y familiares de otras víctimas de la policía: George Hernández, Danny Ray Smith, Javier Quezada Jr., Teddy Alvarado Martínez y Gonzalo Martínez.
El Cuerpo de Tamboristas de Watts marcaba el compás y todos corearon: "L-A-P-D ¿Por qué salen impunes los policías asesinos?" y "Brutalidad policial sin parar. Pues todos a pelear".
Participaron jóvenes y otros sectores de muchas nacionalidades. Al llegar al Parker Center, eran más de mil personas. Meri Ka Ra y Champa (de la Coalición 22 de Octubre) presentaron a los valientes familiares de las víctimas, quienes condenaron los asesinatos policiales y pidieron justicia. El Rdo. Andrew Robinson-Gaither, de la iglesia metodista Faith United, rezó por "la libertad, la justicia y las vidas que nos han robado pero que no hemos olvidado". También hablaron Josh Connole, un militante del movimiento antibélico, atacado por el FBI; Melissa, una joven que perdió un ojo cuando le disparó el LAPD hace tres años durante una protesta contra la convención nacional del Partido Demócrata; Jennifer Ruggiero, que leyó una declaración de su hijo, el preso político Sherman Austin; y representantes de la Red Juvenil/Estudiantil de la Coalición 22 de Octubre, Familias en pro de Enmendar la Ley de Tres Strikes (FACTS) y la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria. Un miembro del Comité de Watts contra la Brutalidad Policial condenó la orden de restricción contra las pandillas, que le ha quitado los derechos a toda una comunidad. Tocaron el cantante de jazz Dwight Trible, Sister Samoya y Dr. Oop.
La multitud recibió con muchos aplausos a Mitchell Crooks, quien fue a parar a la cárcel por una acusación de hace muchos años porque hizo público un video de la golpiza policial de Donovan Jackson, un joven negro.
En la semana antes del 22 de octubre, la coalición realizó actividades en un montón de escuelas por toda la ciudad y alrededores. Además de la marcha en el centro, hubo otra marcha en Anaheim y un mitin en San Bernardino.
Unas 500 personas participaron en la marcha y mitin en San Francisco. Primero realizaron un mitin en el centro del barrio latino la Misión. La maestra de ceremonias fue Mesha Monge-Irizarry, la madre de Idriss Stelley, baleado 27 veces por la policía de San Francisco en 2001, y otros familiares. Marcharon a la delegación distrital, donde Danny García (cuyo hermano Mark murió a manos de la policía) condenó los asesinatos policiales. Encima de un camión adornado con estandartes contra la brutalidad policial en muchos idiomas, llevaron el compás Loco Bloco (un conjunto de tamboristas y bailadores) y la Orquesta Brass Liberation. A la cabeza marcharon los familiares de las víctimas.
En el último año se ha visto una racha de incidentes de brutalidad policial en el Área de la Bahía de San Francisco. Unas semanas antes del 22 de octubre, pusieron en libertad a un grupo de agentes salvajes porque el jurado no podía ponerse de acuerdo, a pesar del testimonio de docenas de testigos y dos agentes acerca de su salvajismo y demás delitos. En una ciudad que es 40% negra, no hubo ni un solo jurado negro. A los pocos días la policía de Oakland asesinó a Terrence Mearis, de 20 años, cuando dormía.
El 7 de abril, dispararon proyectiles contra un grupo de manifestantes antibélicos y estibadores en el puerto de Oakland. En agosto, la policía de San Francisco se desmandó en el barrio negro de Hunters Point.
En julio, la policía de San José mató a Cau Thi Bich Tran, una vietnamita de 25 años, madre de dos hijos. Dijo que Tran, que pesaba 40 kilos y medía 1.6 metros, los amenazó con un pelador de vegetales. Surgió una ola de protestas en la comunidad vietnamita con la participación de la Coalición 22 de Octubre.
El 22 de octubre participaron activistas de la comunidad vietnamita, estudiantes de prepa de Oakland, estibadores, jornaleros, destechados con carritos de supermercado, dos candidatos a la alcaldía, musulmanes, familiares de las víctimas, abogados, activistas del movimiento pro reforma, de libertades civiles y antibélicos, anarquistas, chavos comunistas revolucionarios, y otros. Mucha gente tenía un triángulo azul con el nombre de un inmigrante árabe, musulmán o surasiático detenido por la Migra o el Departamento de Justicia desde el 11 de septiembre de 2001. Los oradores hablaron español, inglés, urdu y vietnamita.
La protesta la auspiciaron la Coalición 22 de Octubre, la Fundación Idriss Stelley y Police Watch (Ojo a la Policía).
"Para acabar con esta locura tenemos que alzarnos y hacer la revolución; tumbar este sistema, con todos los males que causa para el pueblo. Después de la revolución, tendremos que construir un mundo y una sociedad totalmente nuevos encima de las cenizas del viejo. Un mundo donde un puñado de ricos no se engorde explotando a la gran mayoría; donde los blancos no cabalguen sobre la gente de color; donde el hombre no domine a la mujer; donde un país no pueda controlar todo el pinche mundo. Esa es la clase de sociedad que nos hace falta, compañeras y compañeros. Pero si queremos verla, tendremos que luchar para plasmarla en realidad.
"Sé que unos dicen que apoyan la lucha contra la brutalidad policial y demás injusticias, pero que esto de la revolución no les cae bien. Bueno, mi respuesta es: llevo muchos años peleando contra este monstruo y estoy convencido de que la revolución es la solución. Si uno no está de acuerdo, pero odia las injusticias de este sistema, pues unámonos y peleemos. Se necesitará el esfuerzo de mucha gente de muchas capas para frenar a este monstruo. Mientras luchamos para frenarlo, para parar la brutalidad policial y todo lo demás, discutamos y debatamos. ¿Cuál es la fuente del problema? ¿De dónde viene? ¿Quiénes lo causan y cómo lo combatimos? Por medio de tal debate, junto con nuestra resistencia y lucha, vamos a forjar un modo de vida totalmente nuevo aquí y por todo el mundo".
Carl Dix, vocero nacional del Partido Comunista Revolucionario. EU, en la protesta del 22 de octubre en Nueva York
Unas 300 personas de varias nacionalidades participaron en una muy resuelta marcha por el cuartel general de la policía y un mitin frente a la alcaldía. Muchos estudiantes de prepa y universitarios hicieron guardia a los familiares de las víctimas, quienes hablaron del sufrimiento por perder a seres queridos a manos de la policía.
Desde el 11 de septiembre, el sistema ha hecho campaña para maquillar la reputación de la policía, especialmente en Nueva York. Los ha declarado héroes y ha prohibido la crítica. Por eso es más difícil que nunca oponerse a la brutalidad policial. Pero en ese mismo lapso, el Departamento de Policía ha asesinado a unas 60 personas.
Por eso fue un acto de gran valentía que los familiares de 15 víctimas de la policía hablaran en defensa de sus seres queridos. Los padres de los muertos se pusieron al lado de los que llevan muchos años luchando por justicia.
Se leyeron declaraciones de varios grupos e individuos, como Rehusar & Resistir, Surasiáticos contra la Brutalidad Policial, No en Nuestro Nombre, la Coalición Haitiana pro Justicia, el Gremio Nacional de Abogados, Poetas del Welfare, el Partido Pantera Negra, el concejal Charles Barron, la Red Triángulo Azul y ANSWER. Muchos trazaron los vínculos entre la brutalidad policial contra los chavos negros y latinos, por un lado, y los ataques a los musulmanes, árabes y surasiáticos, por el otro.