La guerra contra Irak

El castigo de Abu Hishma

Revolutionary Worker #1223, 21 de diciembre, 2003, posted at rwor.org

"Sembrando miedo y violencia, y un montón de dinero, los convenceremos de que estamos aquí para ayudarlos".

Teniente coronel Nathan Sassaman, comandante de batallón en Abu Hishma, New York Times, 6 de diciembre

A las fuerzas de ocupación yanquis les parece que Abu Hishma, una aldea iraquí de 7,000 habitantes, es un semillero de resistencia.

En noviembre, dijeron que recibieron fuego de mortero desde los huertos de los alrededores. En los caminos cercanos los convoys militares tropezaron con minas terrestres. A unos kilómetros de Abu Hishma, unos vehículos militares recibieron balazos. El 17 de noviembre, un soldado estadounidense murió de un granadazo.

Así que a los habitantes de Abu Hishma les impusieron un castigo colectivo.

Primero soltaron una bomba de 500 libras, que sacudió toda la aldea y dejó un cráter donde había una casa. Luego arrestaron a los jefes: el alcalde, el jefe de policía y la mayoría de los concejales.

A comienzos de diciembre rodearon a Abu Hishma con ocho kilómetros de alambre de navaja y dictaron que los hombres cargaran una tarjeta de identificación con foto. en inglés.

Impusieron un toque de queda 15 horas al día. No pueden ir a la mezquita para rezar en la mañana o la tarde, y no pueden comprar gasolina. Para viajar o ir al campo, tienen que hacer cola en la única salida y presentar la identificación. El comandante estadounidense anunció que la situación no cambiará hasta que entreguen a los guerrilleros.

"Es sumamente humillante", dijo Yasin Mustafa, maestro de primaria. "Estamos como pájaros enjaulados".

Un letrero en la cerca de alambre de navaja dice: "Pusimos la cerca para protegerlos. No se acerquen y no crucen, o abriremos fuego".

Castigan al pueblo

Por toda la zona central de Irak las fuerzas yanquis aplican castigo colectivo como parte de la ofensiva "Martillo de hierro". Han creado una red de soplones; arrestan e interrogan a miles de hombres delatados por los colaboracionistas; y meten a la cárcel a los familiares de los guerrilleros.

El periódico Dallas Morning News informó el 9 de diciembre que arrestaron a un clérigo musulmán, Abdul Qadar, porque criticó la ocupación en un sermón. Lo agarraron en medio de la noche, lo encapucharon, lo golpearon hasta que se le desprendió la retina de un ojo y luego lo soltaron.

El 2 de diciembre, una unidad entró en la aldea de Hawija. A los hombres los arrestaron y les escribieron en el cuello "lista negra" y un número de identificación para los interrogadores. Más tarde el comando admitió que no son combatientes.

Sacan a familias aterrorizadas de las casas y luego las bombardean. Destruyen sistemas de riego y nivelan huertos de naranjas, limones y dátiles con aplanadoras.

Son las mismísimas tácticas que utilizan las fuerzas israelíes para castigar a los palestinos de Cisjordania y Gaza.

La lógica de la conquista imperialista

"Hay que estudiar la mente de los árabes. Lo único que entienden es la fuerza. la fuerza, el orgullo y guardar las apariencias.

Capitán Todd Brown, comandante de compañía de la Cuarta División de Infantería, cerca de Abu Hishma

"Hemos sacado muchas lecciones de nuestra experiencia, y seguimos evaluándolas e incorporándolas en la estrategia, la doctrina y la capacitación. Por ejemplo, hace poco fuimos a Israel para recoger lecciones de las operaciones antiterroristas en las zonas urbanas".

General de brigada Michael A. Vane, subdirector de Doctrina, Conceptos y Estrategia del Estado Mayor, revista Army, julio de 2003

"Agárrenlos por los huevos y se someterán".

Lema extraoficial yanqui durante la guerra de Vietnam

El teniente general estadounidense Ricardo Sánchez defendió el castigo colectivo: "Invocaremos de nuevo las leyes de la guerra, el Convenio de Ginebra y todo lo que delinea lo que debe pasar cuando una estructura no es lo que dicen que es sino que es un blanco militar. Tenemos que recordar que estamos metidos en una guerra de baja intensidad y que se aplican las leyes de la guerra".

Traducción a la lengua de los seres humanos: En esta guerra de contrainsurgencia, el mando militar estadounidense considera que el pueblo iraquí, sus aldeas y la infraestructura del país son blancos militares legítimos.

Gran parte de la clase dominante estadounidense (tanto la Casa Blanca como los candidatos demócratas) quiere que otros soldados desempeñen un papal mucho mayor en la ocupación de Irak: de los países musulmanes como Turquía y Paquistán, de la ONU y la OTAN, y de un nuevo ejército iraquí pro yanqui. Quiere reemplazar a los soldados estadounidenses con una fuerza multinacional,sin perder el control unilateral de la ocupación, por supuesto.

Pero el gobierno de Bush (y demócratas como el general Wesley Clark) saben que eso solo se podrá hacer después de que el país sea "pacificado". Es decir, la actual estrategia estadounidense requiere aplastar la resistencia iraquí.

Y la única fuerza capaz de hacer eso son las fuerzas armadas yanquis. Eso se vio el 10 de diciembre cuando la mitad del nuevo ejército iraquí dimitió, quejándose de bajos salarios, malas condiciones y miedo de la resistencia.

El gobierno y el alto mando estadounidenses admiten que aplicarán un salvajismo desenfrenado. Pero agregan, con la típica lógica colonialista, que la cultura de los iraquíes los obliga a hacerlo.

"En el Oriente la vida no vale mucho": eso es lo que los imperialistas yanquis decían durante la guerra de Vietnam para justificar la muerte de millones de seres humanos (en nombre de "la libertad", por supuesto).

El columnista conservador David Brooks lo dijo sin pelos en la lengua en el New York Times del 5 de noviembre: "¿Cuáles serán las consecuencias para el clima nacional cuando se presenten imágenes de la brutalidad que usarán nuestras tropas? Inevitablemente cometerán atrocidades y eso llevará a que mucha gente de buen corazón abandone nuestra causa. Propondrá que nos retiremos al paraíso de la inocencia. Por eso, en los meses que vienen. el presidente tendrá que recordarnos que vivimos en un mundo perdido y que tendremos que tomar medidas de dudosa moralidad para derrotar a los asesinos que nos atacan".

Es decir, tienen que convencer a la ciudadanía de aceptar una guerra más y más salvaje en Irak y Afganistán (también en nombre de "la libertad", por supuesto).

La pura verdad: La Operación Martillo de hierro es una medida típica de la guerra de contrainsurgencia imperialista. Como no puede identificar a los combatientes de la resistencia, el alto mando yanqui "vaciará el mar para coger los peces", o sea, librará guerra contra toda la población.

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Por todo el mundo los oprimidos estamos familiarizados con tales operaciones y tácticas.

Hemos experimentado la represión policial en los multifamiliares, donde incluso prohiben entrar a nuestros familiares. Hemos visto las redadas policiales contra los jóvenes negros y latinos, que inscriben en bases de datos de "pandilleros". Los hemos visto encañonar a nuestros hijos, ponerles "pruebas" para arrestarlos y obligarlos a delatar a compañeros.

Recordamos los castigos colectivos de los nazis alemanes durante la II Guerra Mundial, como en el ghetto de Varsovia, donde acorralaron y aterrorizaron a los judíos.

Vemos los salvajismos que comete a diario un ejército de ocupación contra los palestinos de Cisjordania.

Así que cuando nos enteramos del castigo colectivo en Irak, captamos que nuestros opresores han desencadenado un reino de terror contra nuestros compañeros y compañeras iraquíes como parte de una guerra injusta.

El comandante en jefe en Washington dice: "Están con nosotros o contra nosotros". Obligan al pueblo iraquí a tomar esa decisión a punta de fusil, y la respuesta es el crecimiento de la resistencia. Es una decisión que tendremos que tomar todos los demás también.