Del Servicio noticioso Un Mundo Que Ganar
Obrero Revolucionario #1226, 25 de enero, 2004, posted at rwor.org
El 26 de diciembre, un terremoto de magnitud de 6.5 en la escala Richter arrasó la ciudad histórica de Bam en el sureste de Irán. La ciudad está en ruinas, murieron más de 30,000 personas y quedaron miles de damnificados.
La gente común de Irán corrió a organizar operaciones de rescate y a socorrer a los damnificados, pero tuvo que batallar con algo más que las fuerzas de la naturaleza. Como explican los pasajes del comunicado del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista- Maoísta) que publicamos a continuación, la destrucción de la ciudad y el sufrimiento de sus habitantes se deben en gran parte a la reaccionaria clase dominante.
Estados Unidos también mostró los colmillos: montó un show de "interés humanitario" y anunció la suspensión (temporal) de las sanciones económicas que le ha impuesto a Irán desde 1995. La prensa comentó que de pronto esto era un "deshielo de las relaciones diplomáticas" con el gobierno de la República Islámica (que Bush puso en la lista negra del "eje del mal" tras el 11 de septiembre de 2001).
Bush dijo que la suspensión de las sanciones para enviar ayuda a los damnificados muestra que Estados Unidos "siente gran compasión por el sufrimiento humano". La brutal ocupación de Irak desmiente tales palabras. Tras hablar de compasión, Bush dijo que el gobierno iraní debe entregar a los miembros de Al Qaeda que tenga y suspender el programa de armas nucleares. Fue una típica amenaza gangsteril: "mejoraremos" las relaciones si obedecen órdenes.
El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar suministró el comunicado del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) sobre el terremoto de Bam.
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Los pueblos de Irán lloran profundamente la muerte de decenas de miles de personas en Bam. Desde los cuatro rincones del país, independiente del gobierno islámico y los organismos corruptos del Estado, la población respondió rápidamente organizando socorro para la región afectada. El mentiroso presidente Katami solo se atrevió a ir a Bam después de tres días de duras críticas. El "Líder", el ayatola Kameini, quien aprovecha toda oportunidad para predicar sobre el dizque "poder y voluntad de la comunidad islámica", se escabulló a su nido como la rata que es, porque la última pizca de la reputación social y espiritual de su islam quedó enterrada bajo los escombros. El ex presidente Rafsanjani (el elemento más poderoso de la República Islámica) ni fue a Bam para contar a sus esclavos muertos. No obstante, durante este terrible desastre, las masas se organizaron y ejercieron su anhelo de una sociedad en que pueden cooperar y trabajar juntas para aliviar el sufrimiento de los demás y superar colectivamente tales situaciones.
Aproximadamente el 70% de los 200,000 habitantes de Bam murió o resultó herido. Ya no existe la ciudad. No hay hospitales, enfermeros, bulevares ni escuelas. Los estudiantes murieron bajo pesadas vigas. ¿Por qué?
Vivimos en el siglo 21 y los terremotos ya no son misterio. Los seres humanos han adquirido conocimientos del fenómeno y han podido limitar su destructividad. Solo cuatro días antes del terremoto, uno de la misma fuerza (6.5 en la escala de Richter) sacudió al estado de California y solo tres personas murieron. Una diferencia muy marcada. ¿Por qué?
En Irán, los terremotos son comunes, pues el país está en una zona sísmica de mucha actividad. En el este del país, se da un terremoto cada doce años. Se conoce la ubicación de la falla y cuáles ciudades están en peligro. No obstante, la población vive en casas inseguras; no existen servicios de emergencia, como medicinas y tiendas de campaña; las autoridades no hacen nada para orientar a la población, hacer preparativos ni responder a los terremotos. Al contrario. Instan a la población a "extender las manos hacia dios y a rezar". ¿¿¿Por qué???
Los habitantes de Bam no murieron únicamente a causa del terremoto. La mano humana preparó las condiciones para su muerte. Hay que denunciar este crimen ante el mundo...
Bam es una ciudad importante y recibió mucha atención de la República Islámica. El chupasangre clan de Rafsanjani la transformó en un centro de sus "actividades" agrícolas e industriales. Las inversiones nacionales y extranjeras estimularon la llegada de mucha gente que buscaba trabajo proveniente de las ciudades del sur del país y del campo. Rafsanjani estableció una "zona agrícola especial" y una fábrica de Daewoo de asientos para automóviles. (Daewoo es un importante socio de capital extranjero del clan.) Este clan también invirtió en los lugares históricos en tanto fuente de ingresos del turismo. La construcción de hoteles y de un aeropuerto convirtió la ciudad en una "ciudad modelo del desarrollo".
Pero el que los obreros y campesinos llenaran los bolsillos del clan no quiere decir que a este le preocupe el hecho de que la ciudad está ubicada en una zona sísmica. Al contrario. La invasión de los capitalistas sanguijuelas hizo disparar el precio de la tierra. Por la escasez de vivienda, la gente tuvo que construir más pisos en sus casas de adobe. En Irán, los constructores de torres de oficinas y residenciales monopolizan el cemento, de modo que las masas tienen que construir sus casas con ladrillos de adobe y los techos con pesadas vigas de metal... ¡en una ciudad ubicada sobre una falla sísmica!
Durante el terremoto, una vez más se vio con tamaña claridad que para los gobernantes, la vida del pueblo no vale un bledo, y solo les interesa el fortalecimiento y conservación de su control opresor y explotador... Los reaccionarios gobernantes erogan enormes cantidades en equipo militar y policial, cárceles, el aparato de espionaje y soplones, a fin de salvaguardar su corrupto dominio... Por otro lado, jamás dan ni pizca de sus riquezas para proteger la vida de los obreros y campesinos.
Los habitantes de Bam no murieron debido a la ubicación geográfica de la ciudad, sino por el poder político reaccionario, el sistema económico explotador y la avaricia de las clases dominantes. La naturaleza solo les echó una mano.
Nadie toma en serio las lágrimas de cocodrilo de Katami... El reaccionario "Líder" (Kameini) pidió "orar" por las víctimas y sus familias. Los criminales mullahs dijeron que el terremoto era "una prueba divina"... El pequeño operativo de rescate del estúpido presidente llegó tan tarde que no salvó a nadie. Y no nos olvidemos que cuando el gobierno reprimió al pueblo del Kurdistán, sus helicópteros y aviones rápidamente llenaron los cielos. En cosa de minutos, partieron de sus bases para ametrallar los levantamientos populares de Eslamshahr, Ghazvin y Mashad...
La única ayuda y alivio provino del mismo pueblo. De todo el país y de muchos sectores sociales, muy desconfiados del gobierno, se han organizado campañas de socorro, conscientes de que los habitantes de Bam no pueden contar con esos criminales. En las últimas décadas, el trabajo de rescate más efectivo en tiempos de desastres naturales siempre ha provenido de las actividades espontáneas e independientes de las masas. Bajo el sha y el gobierno islámico actual, las autoridades han saboteado las actividades de rescate del pueblo porque temen que al calor de combatir colectivamente los desastres, las masas forjen fuertes lazos de solidaridad y amistad. En estas condiciones, los estudiantes combativos y avanzados deben entrarle, usando la red estudiantil nacional, a fin de contribuir a formar organismos y estructuras independientes del gobierno y de sus dependencias (tales como las Asociaciones de Estudiantes Islámicos) y ayudar a los damnificados.
La población del país no es la única en el mundo que sufre tales desastres. Cada año, cientos de miles de masas trabajadoras del mundo, sobre todo de los países atrasados dominados por el imperialismo, son víctimas de terremotos, hambrunas e inundaciones. Es obvio que los seres humanos estamos trabados en una batalla continua con la naturaleza. No obstante, en las sociedades de clases, los principales obstáculos en esta batalla son las clases explotadoras y el Estado. El número de muertes y el grado de destrucción material en estos desastres tienen una relación directa con el monopolio de una minoría de personas de estos países y del mundo sobre los recursos, los beneficios de la ciencia y la riqueza material que produce el pueblo...
O sea, incluso para superar estos desastres y limitar su destrucción, es necesario hacer la revolución. El pueblo tiene que tumbar a los enemigos de clase a fin de emancipar sus energías, poderes creativos, conocimientos y habilidades que hoy están en manos de los explotadores, y poder servir a sus propios intereses. El pueblo puede limitar la destructividad de los terremotos, eliminar las hambrunas y dominar las inundaciones, si toma el poder político y forma su propio gobierno: un gobierno que representa la voluntad y los intereses de las masas populares.