¡Hacia la finalización del
Programa del PCR!
En estos tiempos histórico-mundiales necesitamos
respuestas histórico-mundiales
Obrero Revolucionario#1230, 22 de febrero, 2004, posted at rwor.org
Regirá el internacionalismo proletario en todas las relaciones económicas.
Con los otros estados socialistas que existan o que surjan se llevará a cabo comercio basado en principios de igualdad e internacionalismo proletario, a fin de apoyar la construcción socialista en esos países y la revolución mundial.
En sus relaciones comerciales con estados imperialistas y reaccionarios, el nuevo estado socialista dará prioridad a su deber de apoyar los movimientos revolucionarios, y no a los acuerdos e intercambios económicos. A fin de apoyar la lucha de clases en otros países, cortará relaciones comerciales con ellos, o no exportará o importará algunos productos.
La nueva economía socialista romperá todas las antiguas relaciones con otros países, en especial los que antes dominaba y oprimía el imperialismo yanqui. Cancelará las deudas de los países del tercer mundo a los organismos bancarios y gubernamentales de la antigua economía, y renunciará a todos los tratados comerciales injustos.
Por otra parte, el nuevo estado cumplirá sus obligaciones. Por ejemplo, ofrecerá asistencia técnica y económica para limpiar y revertir daños ambientales. En los países en que el imperialismo yanqui ha generado una dependencia de refacciones, equipo y demás, seguirán los suministros cuando sea necesario.
La situación mundial y del estado socialista determinará cómo se logra todo esto; por ejemplo, si tiene que defenderse ante un ataque militar de los estados imperialistas y reaccionarios o la medida en que haya satisfecho las necesidades más urgentes y básicas de las masas del país. Además, para enviar suministros y ayuda a los países que antes dominaba el imperialismo estadounidense, el estado socialista tomará en cuenta la naturaleza de clase de esos países, la lucha de clases en ellos y su papel en el mundo.
El proletariado consciente de clase se opone a los "derechos de propiedad intelectual"; el nuevo estado socialista echará por tierra todos los derechos de propiedad de la antigua sociedad.
Pondrá a disposición de los pueblos del mundo los frutos de la investigación y del desarrollo imperialista, que lucran con el conocimiento científico de todo el mundo, en especial de los países pobres de Asia, África y Latinoamérica. Compartirá el conocimiento científico, y los medicamentos y demás perderán la "protección" de patentes y regalías, que los ponen fuera del alcance de quienes los necesitan con urgencia.
Lo que sigue es parte de un comentario que nos envió un militante del PCR sobre la economía socialista y la dictadura del proletariado.
Mi propósito no es recomendar cambios específicos, sino plantear algo que impacta varias secciones del Borrador del Programa. Lo que me preocupa es que el Borrador no encara plenamente el impacto y lo que implica que Estados Unidos haya sido y sigue siendo el saqueador número uno del mundo. En un sentido, me siento un poco tonto al escribir esto, ya que el Borrador está imbuido de internacionalismo proletario y aborda las consecuencias de la historia imperialista. Sin embargo, temo que no se ha hecho lo suficiente. Al igual que el problema del camino al poder en Estados Unidos, pienso que al avanzar en las transformaciones socialistas, tenemos que darnos cuenta de que sin lugar a dudas aquí también estamos "trazando un camino no trazado". Nunca se ha conquistado el poder en una superpotencia imperialista como Estados Unidos, por tanto nunca se ha construido el socialismo en un país con tanto parasitismo. Lo que me preocupa tiene que ver con lo que estos hechos implican en dos problemas relacionados.
Pienso que debemos elevar a un nivel político más alto el problema de corregir el desequilibrio en el mundo y especificar su importancia. Esto es algo que me ha preocupado desde que empezamos a debatir el Borrador y lo volví a pensar cuando leí en la página [2changetheworld.info] una acusación de que el PCR no se preocupa "de las reparaciones al explotado y superexplotado tercer mundo porque `primero atenderá la reconstrucción y mejoramiento de los ghettos, barrios y zonas rurales'"... Es una crítica que da qué pensar. La política de "empezar por los más necesitados" la aplicamos dentro del país socialista, para su reconstrucción. Esa manera de abordar el problema tiene que ver con la preservación del núcleo sólido después de la revolución. ¿No será válida esa consigna para los países del tercer mundo después de que tomemos el poder?
Primero, entiendo que es un asunto complicado porque, como dice el Borrador correctamente, habrá que situarlo en el contexto de las prioridades del proletariado en el poder, o sea tomando en cuenta sus responsabilidades como base de apoyo de la revolución mundial. En ese contexto, corregir el desequilibrio viene a ser parte de un complejo proceso en constante cambio que abarca la configuración de relaciones económicas y políticas mundiales en cualquier momento dado. En la sección Base de apoyo para la revolución (p. 84) dice:
"Pondrá las grandes fuerzas productivas de lo que fuera el imperio yanqui (en gran medida el producto del saqueo de otros países) a disposición del pueblo aquí, y de los explotados y oprimidos del mundo en sus luchas revolucionarias y para revolucionar la sociedad una vez que hayan tomado el poder".
Además, muchas de las medidas que se necesitarán para corregir el desequilibrio ya están mencionadas en el Borrador. En la sección La nueva economía socialista Parte 1: Relaciones económicas internacionales (p. 115), dice específicamente que el nuevo estado socialista:
En la sección que le sigue, Lucha de clases al mando (p. 116), el último párrafo recalca:
"Ante todo, el proletariado utilizará dichas fuerzas productivas para hacer avanzar la revolución mundial hacia la superación de todas las relaciones explotadoras e injustas en el mundo, especialmente la gran división que existe entre los países imperialistas y coloniales (o neocoloniales)".
Todo eso es importante y bueno, aunque no es parejo. Comenta en detalle sobre el suministro de refacciones, y la apertura y la investigación y conocimiento científicos, pero no dice mucho sobre cómo el país que fue Estados Unidos va a contribuir a la reconstrucción fundamental de las economías del tercer mundo tan desarticuladas. Entiendo que es un asunto complicado que, ante todo, depende de la iniciativa consciente de las masas de esos países y de la lucha de clases mundial en un momento dado, y de ninguna manera podrá Estados Unidos imponer condiciones a pueblos emancipados. Sin embargo, pienso que debemos presentar aunque sea un esbozo de lo que quisiéramos hacer, como el suministro de refacciones y recursos , y el envío de equipos de científicos y especialistas para ayudar en la transformación de los países del tercer mundo. A esto está relacionado el hecho de que la sección IV. Planificación: Arma crucial (p. 124) solo describe la planificación con respecto a la economía interna de los países socialistas sin mencionar la gran cantidad de recursos que se necesitarán para que desempeñáramos nuestro papel como base de apoyo y, en particular, y a medida que avanza la revolución mundial, la necesidad de corregir el desequilibrio en el mundo.
Lo que me preocupa son las enormes exigencias materiales que se impondrán después de la revolución en una sociedad como Estados Unidos que se ha beneficiado tanto del desequilibrio en el mundo... Pienso que el desequilibrio es algo que tenemos que atacar desde todos los ángulos posibles. Una y otra vez y de todas las maneras posibles, debemos concientizar a las masas sobre la responsabilidad que tenemos con respecto al desequilibrio y el hecho de que tenemos que corregirlo. Ante los muchos desafíos que enfrentaremos en la construcción del socialismo, pienso que dedicar recursos a corregir el desequilibrio podría ser un "punto ciego" chovinista, a no ser que se combata constantemente. Por eso digo que la política interna de "empezar por los más necesitados" también debe guiar nuestra política internacional y, consecuentemente, el Borrador debe recalcar más la importancia de que el proletariado en el poder dirija a las masas a dedicar buena cantidad de recursos para corregir el desequilibrio.