Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
Obrero Revolucionario#1230, 22 de febrero, 2004, posted at rwor.org
9 de febrero de 2004. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.La visita a Irán del príncipe Carlos de Inglaterra pone de relieve el mayor ritmo de la "diplomacia sísmica": las grandes potencias y la República Islámica realizan un grotesco cortejo en medio de los escombros de la ciudad de Bam.
La visita real se describió como "apolítica" pero sus intenciones y hasta las particularidades no podían haber sido más políticas. Puede que Carlos viajara en calidad de patrocinador de la Cruz Roja británica, pero empacó uniformes militares. La Oficina de Relaciones Exteriores del gobierno británico propuso clara e inconfundiblemente la visita.
Irán fue la segunda escala de una gira que comenzó en Irak. Primero, Carlos se reunió con el jefe de la ocupación yanqui, Paul Bremer. Con el uniforme y boina de las fuerzas de ocupación británicas, animó a los soldados británicos en Basora, cerca de la frontera con Irán. "Por lo común, no llevamos al príncipe a lugares tan peligros como éste", dijo un vocero militar. "Hace falta animar a los soldados". Eso no es de sorprenderse, pues están en medio de una vil guerra sin fin a la vista, tras recientes revelaciones de que Tony Blair los mandó combatir bajo el "informe falso" de las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein.
Después, se reunió con el presidente iraní Katami; charlaron sobre Irak y el futuro político del presidente. Al final, el príncipe se paseó por las ruinas de Bam, supuestamente la justificación de la gira, antes de tomar un avión a un encuentro con los serviles gobernantes de Arabia Saudita. No es de sorprenderse que un príncipe inglés fomente los actuales intereses imperiales británicos en tres países que Inglaterra dominó en el pasado, pero es interesante que un reformador y representante de la República Islámica tenga tantas ganas de colarse en su agenda.
El siguiente análisis de la "diplomacia sísmica" que ha venido cobrando impulso desde el desastre del 26 de diciembre salió en el último número de Haghighat (http://www.sarbedaran.org, principalmente en persa), órgano del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta).
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La República Islámica de Irán (RII) invitó a todos los países del mundo, incluido Estados Unidos, a enviar ayuda a los damnificados de Bam. Los observadores internacionales dicen que no fue una señal de preocupación por los damnificados sino una señal del gobierno de que da luz verde a Estados Unidos. La invitación contradice la política del gobierno de rechazar la ayuda internacional en el terremoto de Roodbar hace 13 años, en que murieron 40.000 personas [al igual que en Bam].
Cuando los aviones yanquis despegaron de sus bases en Kuwait y aterrizaron en Kerman, cerca de Bam, la prensa occidental señaló que fue la primera vez que aviones militares yanquis tocaron suelo iraní desde el incidente de Tabas (un intento fallido de invadir a Irán y rescatar a los rehenes que tomaron los estudiantes en la embajada yanqui en 1979 bajo la influencia del ayatola Jomeini). La reciente apertura es muy importante para los militares yanquis.
Esta superpotencia imperialista ya no se contenta con seducir a Irán indirectamente o mediante otros gobiernos semifeudales y semicoloniales bajo su dominación. Le está diciendo a la RII que ya pasó la era de los gobiernos reaccionarios supuestamente independientes en el Medio Oriente. Estados Unidos quiere que le preparen el camino para una presencia abierta en Irán.
Subordinados y al servicio del problema principal están en un segundo plano los demás problemas: la oposición yanqui a las actividades nucleares iraníes, intervención en la lucha palestina y apoyo a los fundamentalistas de la región, falta de libertades políticas y otros derechos. El principal problema es que Washington quiere que la RII se deshaga de sus pretensiones de independencia y declare con gusto ser títere de Estados Unidos. Del otro lado, el gobierno iraní quiere dejar cierto margen de maniobra a fin de no perder prestigio y para asegurar que en el futuro Estados Unidos no intente derrocarlo. Hasta ahora, Estados Unidos ha respondido diciendo que únicamente la claudicación incondicional es aceptable.
En las clases dominantes iraníes hay lucha sobre todo eso. Rafsanjani [ex presidente y verdadero "hombre fuerte" de Irán] dice un día que "Estados Unidos ha dado señales positivas" y al siguiente "Estados Unidos se equivocó, pues no es correcto pensar que pueda lograr sus objetivos".
Sin duda, continúan las reuniones secretas entre Estados Unidos y las diversas facciones de la RII. Hay señales de que Irán ha aceptado la nueva posición en las reuniones secretas: mejoran las relaciones entre Irán y Egipto el gobierno ha invitado a Estados Unidos a enviar ayuda a Bam y a aterrizar en Kerman, y se intercambian mensajes conciliadores entre la RII y el gobierno yanqui.
Para mostrar que está dispuesto a aceptar las nuevas condiciones, el gobierno comienza a normalizar relaciones con los gobiernos títeres de Estados Unidos en la región. Se cree que tras reanudar relaciones con Egipto [y Jordania], le tocará a Israel. Desde hace tiempo, la RII ha mantenido relaciones militares y de seguridad clandestinas con oficiales israelíes. Según la nueva posición, debe establecer relaciones abiertas con Israel.
Estados Unidos busca formar una estructura política y militar permanente con Irán, Turquía, Arabia Saudita e Israel. La RII está dispuesta a participar en el proyecto. Irán cooperó con Estados Unidos en torno a Afganistán y Al Qaeda, ayudó a Estados Unidos en la invasión de Irak y en la captura de Saddam Hussein, y ha ofrecido tal cooperación con relación a Palestina.
No obstante, lo que inquieta a Estados Unidos es que la RII está muy aislada de las masas. La RII ha reprimido bien gacho al pueblo y a las fuerzas revolucionarias, y Estados Unidos jamás se le ha opuesto al respecto. Pero cada gobierno reaccionario sabe que para gobernar, se requiere más que el garrote. Un gobierno estable consta de represión y un mínimo de legitimidad. En las actuales circunstancias, la RII no puede lograr eso. La última opción que tuvo el gobierno fue jugar al juego de las "dos facciones" o el juego del "reformismo". Incluso eso fracasó y no dio en el blanco.
Las potencias europeas y Estados Unidos están confabulando y contendiendo en torno a Irán. Europa no quiere que la RII se aproxime tanto a Estados Unidos que pierda su influencia o lacayos en el gobierno iraní. De otro lado, las relaciones económicas y políticas de la RII con Europa no son aceptables para Estados Unidos. La RII tiene temor, con razón, porque con las mayores grietas entre los imperialistas occidentales, los títeres que les han estado sirviendo y presentándose como independientes ante las masas ahora tienen que elegir entre cuál de las potencias va a ser su amo principal. Últimamente, los títeres prefieren la potencia más fuerte. Muammar Gadaffi, jefe de Estado de Libia, está a la vanguardia de estos supuestos títeres independientes. Al ceder completamente a las presiones yanquis, ha fijado la pauta para los demás.