Obrero Revolucionario #1233, 21 de marzo, 2004, posted at rwor.org
Es difícil concretar a John Kerry. Uno puede analizar todas sus posiciones. Puede compararlas centímetro a centímetro con las del odiado presidente de la guerra.
Pero así no se llega al meollo del asunto, que es que nos dicen que solo importan dos cosas:
Primera, que John Kerry no es George W. Bush.
Segunda, que John Kerry es "presidenciable", es decir que tiene el potencial de vencer a George W. Bush.
Para algunas personas, esos dos puntos lo resuelven todo. Se han convencido de que no importa si no coinciden con Kerry en asuntos de importancia. Quieren que el gobierno de Bush sea historia y creen que la única forma de alcanzar esa meta es que ellos (y los demás) quieran a Kerry.
Veamos por qué esa lógica es tan peligrosa y lo que representa realmente la campaña de John Kerry, empezando con por qué es "presidenciable".
Millones de personas aborrecen a George W. Bush: su guerra, la doctrina que lleva su nombre, sus mentiras sobre armas de destrucción masiva, sus alertas de "amenazas a la seguridad de la patria", su favoritismo hacia los trillonarios, su locura religiosa ultra, su fanfarronería y su odiosa sonrisita de suficiencia.
En diciembre, esa situación suscitó una candidatura "cargada de ira" en el Partido Demócrata. Howard Dean nunca propuso retirarse de Irak, pero empalmó con el descontento de las "bases demócratas" y las cautivó al atacar a Bush y las mentiras para invadir a Irak. Antes de las elecciones primarias, se decía que "parece que este tipo se va a llevar la nominación del Partido Demócrata".
Eso no le gustó para nada al establishment político (¡de los dos partidos!), como se vio en el comentario de Fred Barnes, un destacado articulista conservador ( Weekly Standard,18 de diciembre de 2003):
"La izquierda liberal, antibélica, odia-Bush tiene la sartén por el mango. Su predominio probablemente culminará en la nominación de Dean. Eso nos debe inspirar temor. ¿Por qué? Porque perjudicará al Partido Demócrata y llevará a una campaña electoral llena de enconados ataques contra la idea misma de que Estados Unidos desempeñe en el mundo un papel fuerte, basado en la moral. Y mientras, la guerra contra el terrorismo y lo que pase en Irak están pendientes de un hilo. El jalón de Gore hacia la izquierda y la probable nominación de Dean traerán proble mas... Para ellos y para su partido, y como otros no tienen las agallas de entrar a la refriega, es hora de que los Clintons careen a Dean".
De un momento para otro esto se repitió por todas partes, inclusive dentro del Partido Demócrata. Los guardianes de este sistema político sencillamente decidieron que este año no se va a PERMITIR que esos "enconados ataques" se oigan en las discusiones oficiales de una campaña presidencial que gastará enemil millones de dólares en propaganda.
De la noche a la mañana, los que pusieron las esperanzas en Dean quedaron en el aire. Alguien apagó la luz y la función se acabó. El aparato del Partido Demócrata lo noqueó antes de que empezaran las elecciones primarias. La prensa lo caricaturizó hasta que quedó vuelto un monigote.
A Dean no le permitieron llegar a las elecciones primarias.
¿Y cómo le explicaron esto al público? La explicación fue que Dean no era "presidenciable", a diferencia del serio senador John Kerry. Y también de la noche a la mañana, se dijo que el "presidenciable" Kerry tenía asegurada la nominación.
Todo esto sucedió al final de las reuniones de asambleas locales de Iowa, antes de depositarse un solo voto. Los votos de las bases del Partido Demócrata en las elecciones primarias no escogieron al candidato demócrata. Las elecciones primarias se usaron para confirmar el candidato que escogió el aparato del partido y la prensa.
"En el discurso de campaña que da prácticamente todos los días, el senador John F. Kerry incita a los fieles del Partido Demócrata con críticas a las actuales prácticas de comercio y a las medidas de Bush en el campo de la educación, las libertades civiles e Irak. Pero el precandidato demócrata no menciona que cuando era senador apoyó al presidente en esos cuatro frentes y que contribuyó a estatuir en ley lo que ahora llama `medidas gubernamentales fallidas'".
Washington Post, 24 de febrero de 2004
Hace un año, cuando el gobierno se preparaba para atacar a Irak, Kerry corrió a apoyar la telaraña de mentiras y amenazas. Dijo: "El presidente ha explicado de modo sólido, detallado y convincente que los programas de armas de destrucción masiva de Irak son una amenaza para Estados Unidos y la comunidad internacional".
A fines de agosto, dos días antes de proclamar su candidatura en un portaaviones, John Kerry dijo en el programa de TV Meet the Press que votó a favor de la guerra contra Irak porque "apoyo la noción de que como país debemos pedirle cuentas a Saddam Hussein".
Kerry sigue sosteniendo que era una conquista necesaria, pero que Bush la embarró. "Me postulo porque me enfurece lo mal que trabajamos con nuestros colegas del mundo y lo mal que hemos manejado la guerra".
En el web site de la campaña de Kerry dice que él es el hombre que llevará a la victoria la ocupación de Irak: "¿Qué gana América si gana la guerra y pierde la paz? Lo que se necesita ahora es liderazgo para determinar cómo se debe lo que empezamos en Irak".
O sea que propone seguir la conquista y la ocupación de Irak, derrotar a la resistencia e imponerle a los iraquíes un gobierno a imagen y semejanza de Estados Unidos.
El 27 de febrero, bastante seguro de conseguir la nominación, Kerry definió su posición sobre la guerra y el imperio en un discurso. Afirmó que él es el mejor hombre para llevar a la victoria la agresiva ofensiva global del gobierno estadounidense.
Dijo: "No culpo a George Bush por hacer demasiado en la guerra contra el terrorismo; me parece que ha hecho muy poco" (lo que seguro causó escalofríos en todo el mundo).
También dijo que el Pentágono no tiene suficientes tropas ni equipo: "Cuando yo sea presidente, el ejército tendrá 40,000 efectivos más".
Dijo que "reforzará la capacidad de la fuerza pública y de inteligencia". Recomendó una mayor intervención en los canales internacionales de la banca para confiscar los fondos de fuerzas hostiles a Estados Unidos.
¿Cuál es su crítica de la "doctrina de ataques preventivos unilaterales" de Bush? Solo que no ha conseguido la participación de otras potencias imperialistas en las invasiones, amenazas y ofensivas de los últimos años. A continuación dijo que como presidente, también lanzaría ataques preventivos unilateralmente. El Washington Post describió el 28 de febrero: "Parece que Kerry esbozó su propia doctrina de ataques preventivos en el discurso".
¿Qué dice Kerry sobre Irak?
"No importa lo que pensemos de las decisiones y de los errores de la administración Bush, especialmente en Irak; ahora tenemos la solemne obligación de de terminar la misión de este país en Afganistán. Irak es hoy un gran imán y centro de terrorismo".
Después en un debate en Los Ángeles, dijo que retirarse de Irak sería "desastroso".
El periódico Washington Post explicó así la posición de Kerry (29 de febrero):
"La decisión del presidente Bush de presentarse en las elecciones como el presidente de la guerra le planteó al Partido Demócrata la tentación de seguir por un camino equívoco y a fin de cuentas autodestructivo. El partido de oposición podría haber decidido presentarse como el partido de la paz: cuestionar si Estados Unidos está en guerra, acusar al señor Bush de exagerar el peligro del terrorismo con fines políticos, pedir el retiro de Afganistán, Irak y otros conflictos internacionales. Unos demócratas sucumbieron a esas tentaciones. El senador John F. Kerry, el principal candidato para la dominación demócrata, ha escogido un camino diferente, dicho sea en su honor. El viernes aceptó en un discurso la premisa de que Estados Unidos confronta una amenaza fundamental y acusó al señor Bush de responder con demasiada suavidad. Estados Unidos está en guerra; la amenaza es existencial. Propone debatir con el señor Bush cuál es la mejor forma de responder a ella".
"Presidenciable" quiere decir que los guardianes oficiales del sistema político han decidido que estas elecciones no serán un referendo sobre la ocupación de Irak. Eso lo decidieron antes de que se depositara el primer voto de las elecciones primarias.
"Presidenciable" no tiene que ver con "lo que quieren los votantes". Tiene que ver con que un candidato sea aceptable a la clase dominante y que ESTA resuelva que le puede dar el poder supremo para que gobierne en su nombre y en su beneficio.
Y este año hay un criterio muy importante para definir "presidenciable": para ser "presidenciable" un demócrata tiene que prometer ser un buen comandante en jefe de la campaña para dominar más directamente el mundo.
Esta definición de "presidenciable" quiere decir que se permiten "críticas" de los detalles de la ocupación, pero que no se puede cuestionar el valor de la cruzada estadounidense ni la existencia de una "amenaza fundamental".
Muestra que la clase dominante está resuelta a seguir adelante con esta ofensiva y a no permitir que el proceso electoral sea un terreno para dudas y oposición.
Quiere decir que el Partido Demócrata probablemente nominará como candidato a un senador que votó a favor de darle a Bush el poder de atacar a Irak y que votó a favor de la Ley Patriota y de sus medidas represivas. Kerry no puede decir que este gobierno le mintió al mundo sobre la guerra en Irak... sin quedar como un tonto que se dejó engañar por los mentirosos.
Por otra parte, el aparato electoral republicano no aceptará que Kerry es "presidenciable" y lanzará una violenta campaña contra él y su pasado. Una señal del extremismo de la política oficial es que inclusive a un tipo como John Kerry lo atacarán de traidor, antipatriótico y peligrosamente suave.
Por ahora, están afirmando un factor crucial:
Todo voto de las elecciones presidenciales de noviembre (inclusive los votos por Kerry) lo presentarán como un voto a favor de una posición global "muscular" de amenaza y guerra.
Así es como el "presidenciable" Kerry prácticamente se ha ganado la nominación. Así es como están moldeando su "plataforma".
Ese es el juego que han impuesto ahora.
¿Quién rechazará esa camisa de fuerza?
¿Qué le pasará a la furia justificada de millones?
¿La sofocarán dentro de los estrictos límites imperialistas de la campaña de Kerry?
¿O una desafiante resistencia en las calles y en muchas otras arenas de la vida pública echará al traste ese juego amañado?
¿Buscará cómo hacerse oír esa furia justificada?
¿Se repudiarán con fuerza los grandes crímenes de estos últimos años y los grandes crímenes que se avecinan?
¿Forjaremos juntos una poderosa fuerza política duradera que se oponga a la cruzada y el clima del momento, y que no se deje cegar ni callar por la definición imperialista de "presidenciable"?