Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
Obrero Revolucionario #1234, 28 de marzo, 2004, posted at rwor.org
Recibimos el siguiente artículo del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:
8 de marzo de 2004. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.Poco antes del Día Internacional de la Mujer, el senado francés promulgó una ley que prohíbe que las muchachas se cubran el cabello en las escuelas. (En Francia, muy pocas musulmanas se cubren la cara). Aunque mucha gente radical y progresista se opone a la ley, otros se han dejado desorientar por el choque de dos fuerzas reaccionarias: el estado francés y los fundamentalistas islámicos. Algunas feministas y jóvenes progresistas se han dejado llevar al lado del gobierno en lugar de ver cómo unirse contra el sistema con la juventud árabe, que es muy opuesta al orden establecido.
Francia es muy parecida a otros países imperialistas "avanzados": pese a que tienen igualdad bajo la ley, las mujeres son ciudadanas inferiores. Eso se ve en el empleo, ingresos, crianza de los hijos, violación y otros maltratos físicos, y sobre todo en su realización plena como seres humanos. Y, es una sociedad en que los trabajadores inmigrantes y sobre todo los árabes viven en el último peldaño de una pirámide social muy cruel y altamente estratificada. (Francia tiene el mayor porcentaje de inmigrantes de los países europeos: en su mayoría son de Argelia, Marruecos, Túnez y otras antiguas colonias francesas de lengua árabe del norte de África y el 7.5% de la población es musulmán. Otros provienen de sus antiguas colonias africanas negras y de Turquía). Tras dos o tres generaciones de vivir en Francia, aún sufren la misma discriminación.
Cuando el estado declaró que iba a promulgar una ley para proteger a las adolescentes árabes de posibles presiones sociales de padres y hermanos, la mayoría de los musulmanes del país lo consideraron una deliberada ofensa racista. Es una "crisis" inventada y una maniobra política reaccionaria, tal como indican los clamores oficiales de que "la República corre peligro" porque unas cuantas estudiantes se cubren la cabeza y el hecho de que la ley ordena expulsarlas y negarles en la práctica una educación. Además, complementa otras leyes recientes que aumentan los poderes de la policía y restringen los derechos de los detenidos, y las demandas contra los grupos de raperos que se burlan del gobierno y de la policía.
A continuación presentamos un artículo abreviado de Haghighat,órgano del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista- Maoísta), que explica la posición maoísta: denuncia los propósitos racistas de la ley y rechaza de plano el velo y toda práctica que representa y refuerza la opresión de las mujeres. ( Haghighat se publica en Colonia, Alemania, y Londres -- OR ).
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El proyecto de ley del presidente francés Ja‡ques Chirac que prohíbe cubrirse la cabeza a las jóvenes islámicas en las escuelas públicas ha desatado un acalorado debate en Europa, sobre todo entre las mujeres. Como resultado de este debate político, han surgido posiciones diversas, opuestas y a veces confusas de los defensores y oponentes de la ley.
La mayoría de la gente revolucionaria y progresista de Francia y el mundo se opone a la ley y denuncia sus propósitos. Como es sabido, en medio del debate, de repente los gobernantes de la República Islámica de Irán, el gobierno más misógino y medieval del mundo, se proclamaron defensores de la libertad de las mujeres a ponerse lo que quieran, defensores de la libertad de palabra y prensa, y defensores de la libertad de religión. Pidieron que Chirac archivara la ley. Esos son los mismos tipos que cortaron con navajas de afeitar a miles de mujeres en la cara por no ponerse el velo o por no ponérselo "como es debido". Sus túnicas y turbantes están empapados de la sangre de miles y miles de ateos y otras personas asesinados por no tener creencias islámicas.
Las iraníes que han vivido bajo gobiernos religiosos y han tenido que ponerse el velo saben que es un símbolo e instrumento de la esclavitud de las mujeres y de la negación de sus derechos. El velo es una soga al cuello de la sociedad. En los últimos 25 años en Irán, en manos del gobierno religioso y de los hombres, ha representado una importante parte de la opresión de la mujer y de su espíritu rebelde. Un importante debate en el movimiento de las mujeres en el Irán de hoy es cómo emanciparse de ese grillete medieval y cómo emanciparse del estado religioso. Los dos debates tienen una relación íntima con la emancipación de la mujer: la perspectiva y los objetivos y formas de lucha que necesitan las mujeres para emanciparse de la supremacía masculina y emancipar al mundo de la opresión y explotación.
Tras cierto debate en la clase dominante francesa, el 17 de diciembre de 2003 el parlamento recibió el proyecto de ley de prohibir el uso de todos los "símbolos religiosos conspicuos" en las escuelas. Chirac dijo: "La República considera que las escuelas son sagradas y que se deben defender como lugares de aprendizaje para hombres y mujeres por igual. De ninguna manera es la escuela un lugar en que promover o rechazar ninguna religión. Los estudiantes, si bien tienen libertad de practicar sus ritos religiosos, no pueden hacer uso de las escuelas para practicarlos". Añadió que la ley se basaba en los principios de la laicidad (la separación del estado y la religión) y en los fundamentos de la República francesa, y que es necesaria para garantizar la unidad del país y la armonía social. Aunque la ley prohíbe el uso de grandes cruces cristianas y yarmulkes judíos (gorros) en las escuelas públicas, es obvio que el verdadero blanco son los musulmanes y las muchachas que se ponen pañoletas islámicas en las escuelas.
A la propuesta la acompañó una gran campaña de propaganda en los medios informativos franceses. Por un tiempo, en varios canales de televisión se oyó mucho debate entre partidarios y oponentes de la ley. Los medios daban un foro a las mujeres con velo que se le oponían pero no le daban mucho espacio a personas progresistas y feministas opuestas a la ley.
Irónicamente, en los últimos años el gobierno ha apoyado la propagación del Islam a la juventud árabe de los ghettos de París. Se han fundado 1,500 mezquitas y sociedades islámicas en Francia. Pese a la supuesta laicidad del estado francés, cubre el 80% del presupuesto para las escuelas católicas a que asisten dos millones de estudiantes. Y la cantidad de escuelas judías ha subido en 120%. (Las escuelas privadas no son una opción para los musulmanes, pues hay solamente una escuela musulmana en Francia que, para abrirse, tuvo que sortear ocho años de negociaciones con el gobierno). De los dos millones de alumnas, solamente 1,500 se cubren la cabeza en la escuela, según el informe oficial que fundamenta la ley, lo que representa 1% de las 500,000 alumnas de familias musulmanas.
Para quien cuestione, no es difícil ver que el proyecto de ley no tiene que ver con la defensa de los derechos de las mujeres y niñas, ni con la laicidad ni el papel de la religión en la vida del país, sino con los propósitos políticos del Estado.
Mientras el estado prohíbe el uso de velos en sus propias escuelas, los apoya en Irán y Afganistán so pretexto del relativismo cultural. Los soldados franceses en Afganistán vigilaron la loya jirga (la asamblea islámica escogida por el gobierno estadounidense que hace poco redactó una constitución islámica) para la República Islámica de Afganistán.
Aunque sería correcto oponerse a la ley porque viola la libertad de vestir, eso no basta. Para desnudar la hipocresía del Estado, es importante analizar los propósitos políticos de la ley y la actual situación política, examinando las contradicciones de la sociedad y las relaciones de clase en Francia y en el mundo.
Francia es un país imperialista, que se fundó sobre la opresión y explotación de los pueblos del mundo y del proletariado francés. Un elemento importante de la sociedad es la fuerte explotación de los trabajadores inmigrantes y no darles derechos. Estos trabajadores, en su mayoría de los países de lengua árabe del norte de África, han tenido un papel importante en el mercado laboral francés desde la II Guerra Mundial. Hace 30 años, ni tenían derecho a traer a sus familias a Francia. Como los demás países imperialistas, la relativa estabilidad y bienestar dependen del saqueo y la explotación de los pueblos oprimidos de África, Asia y América Latina. La clase dominante siempre ha despreciado a las mujeres y, asimismo, siempre ha fomentado con formas ocultas y abiertas el chovinismo hacia otros países y actitudes racistas hacia los extranjeros.
La ley es parte de una campaña general para fomentar un ambiente represivo en la sociedad. Y pone en la mira a un sector social específico: la capa inferior de la clase obrera y en particular a los trabajadores inmigrantes. Durante años, ha existido una situación explosiva en los ghettos del país. De cuando en cuando, estallan violentas rebeliones de la juventud. Esta ley es semejante a la "guerra contra la droga" que desató contra los jóvenes afroamericanos Reagan en los años 1980. No tiene que ver con la laicidad ni la igualdad entre hombres y mujeres. No es de extrañarse que la campaña haya hecho salir fuerzas religiosas fundamentalistas e intelectuales árabes con ideas reaccionarias. Quieren matar dos pájaros de un tiro. De un lado, quieren hacer de los fundamentalistas islámicos de derecha los voceros de las masas árabes y, del otro, presionar a la clase media para que apoye el ambiente de represión y aumente la base social de la derecha.
El jefe de asuntos internacionales del partido del presidente dio una explicación muy clara y descarada del propósito de la ley: "En estos tiempos, las minorías religiosas y étnicas se han convertido en un obstáculo a la unidad de la nación francesa y eso no corresponde a los intereses nacionales de Francia... Nuestro principal reto en esta materia es conservar la unidad de la sociedad francesa".
La "unidad nacional" es el quid del asunto y el contexto en que tenemos que ver y analizar los diversos aspectos de la ley. Es importante tener en mente que en los países imperialistas la "unidad nacional" es reaccionaria, es otro nombre del chovinismo imperialista. Para mantener la división fundamental del mundo entre países opresores y países oprimidos, en sus respectivos territorios los imperialistas tienen que azuzar sentimientos chovinistas en contra de los pueblos del mundo. Tales sentimientos tienen una base material en los países imperialistas. Las burguesías imperialistas pueden mantener la estabilidad de su dominio usando las enormes ganancias de sus actividades económicas monopolistas en Asia, África y América Latina para sobornar a un sector de la población, incluida la aristocracia obrera.
La división entre los países imperialistas y los países oprimidos ha cobrado enormes dimensiones y es algo contra lo que con mayor frecuencia se rebelan los jóvenes de los países imperialistas. Los jóvenes potencialmente revolucionarios son la base principal del movimiento contra la globalización. Al azuzar un ambiente contra los inmigrantes, la burguesía francesa quiere impedir la difusión de esta corriente revolucionaria entre la juventud francesa. Como se enfrenta a una seria crisis y rivalidades fuertes con otros imperialistas, más que nunca necesita azuzar el chovinismo. El imperialismo francés necesita "unidad nacional" a fin de superar la actual crisis; así, decidió darle rienda suelta al chovinismo francés, reprimir a las masas de las clases inferiores y unir a la clase media con la clase dominante. Esta ley es parte del maniobreo ideológico de la burguesía francesa en la actual situación mundial.
Obedece a la necesidad de movilizar a su base social a favor de los objetivos generales de la burguesía francesa en el período entrante y ofrece una justificación ideológica. En el actual mundo tumultuoso, la clase dominante francesa necesita "unidad nacional" para reprimir a las masas oprimidas del mundo y, a la vez, contender con Estados Unidos. Tiene que preparar y movilizar a la "nación francesa" para guerras imperialistas reaccionarias. Tiene que convencer a los soldados franceses de que maten y mueran en aras de los intereses nacionales del país y a nombre de la República francesa.
Tiene que hacer lo que hizo el imperialismo estadounidense tras el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001. Al igual que la burguesía yanqui, necesita algo que unifique al país. Las potencias occidentales necesitan presentarse como "democracias" en un conflicto con fuerzas "antidemocráticas". En vista de la actual situación mundial, el sistema político occidental necesita encontrar un blanco de ataque. La ley contra el velo, aparte de generar un ambiente represivo, fortalece el chovinismo imperialista.
Estos son los propósitos fundamentales que la burguesía francesa quiere alcanzar con tales leyes. Aunque no recurra al fundamentalismo religioso fascista, como lo hace la burguesía estadounidense, en lo fundamental su chovinismo imperialista tiene el mismo carácter, con otra cara. Las diferencias de forma provienen de la historia cultural respectiva de cada país, sus relaciones de clase internas y, de mayor importancia, la posición internacional de cada cual. La clase dominante francesa necesita azuzar un ambiente de represión contra las capas sociales bajas. Así declara su compromiso con la laicidad. La prohibición del velo por la burguesía francesa va contra los intereses de las mujeres y de la mayoría de los pueblos del mundo.