Obrero Revolucionario #1235, 4 de abril, 2004, posted at rwor.org
Ya están en marcha los preparativos para la Convención Nacional del Partido Republicano, que se celebrará del 30 de agosto al 2 de septiembre en Nueva York. La dirección del Partido Republicano eligió a Nueva York para amalgamar el tercer aniversario del 11 de septiembre con la renominación de George W. Bush en una orgía imperial. Pero el Partido Republicano no estará solo en Nueva York: mucha, mucha gente se opone al proyecto del gobierno de Bush y no tolerará ese cínico espectáculo. A lo largo y ancho del país se está organizando una fuerte resistencia.
Están dadas las circunstancias para un fuerte careo. Las autoridades ya están haciendo toda clase de preparativos y prometen mucha más represión que nunca. El periódico neoyorquino Village Voice citó a un vocero del Departamento de Policía: será "el nivel de seguridad más alto que la ciudad haya visto en toda su vida". Recordemos que después del 11 de septiembre Nueva York vivió prácticamente bajo ley marcial. En vista de eso, la cita de arriba es extrema.
La policía empezó los planes oficiales para la convención en junio del año pasado. Por un lado, está considerando las técnicas y tácticas formuladas para convenciones anteriores (del Partido Demócrata), como poner francotiradores en los techos, mandar a patrullar agentes de contraterrorismo en ropa de civil y peinar los túneles del metro con escuadrones de bombas. Pero por otra parte, no piensa repetir lo mismo. A esas convenciones fueron miles de manifestantes; ahora los cálculos son muchísimo mayores.
La organización Not in Our Name/No en nuestro Nombre ha convocado una protesta de un millón de personas. La organización United for Peace and Justice ha pedido un permiso para una concentración de cientos de miles. Muchas otras organizaciones se están movilizando y los websites de multitud de grupos dan informes diarios de los planes.
La policía se está preparando para un fuerte enfrentamiento. En noviembre, el New York Times examinó a fondo los preparativos policiales, basándose en información del jefe de la policía, Raymond Kelly.
Kelly se ha ofrecido a hablar en público de los planes de la policía seguramente con el objetivo de sembrar temor y de preparar un terreno favorable para la policía. Mejor dicho, la publicidad es parte de los preparativos para reprimir las protestas.
Kelly le dijo al Times que ha creado 30 comités internos para hacerse cargo de distintos aspectos y que se reúnen semanalmente. Entre esos aspectos figuran las operaciones de logística de la convención y el control de manifestaciones públicas.
El Times escribió: "La policía está vigilando la Internet y los grupos organizadores. Quiere saber qué grupos vendrán, quiénes son sus líderes y qué planes tienen mucho antes de que se alce la primera pancarta o se oiga un altavoz".
La policía está planeando hacer arrestos en masa. El Times comenta que un tema de las reuniones semanales son asuntos tan "detallados como si la policía tendrá suficientes cámaras y camionetas para los trámites de los individuos arrestados". El fiscal de Manhattan declaró en una reunión del consejo municipal en marzo: "La Convención Nacional del Partido Republicano causará un aumento significativo de arrestos en las semanas previas y durante esa semana" y "la policía anticipa que podríamos tener mil arrestos al día, el triple de lo normal".
La "guerra contra el terrorismo" ha facilitado los planes de la policía al eliminar una serie de restricciones al espionaje. La Decisión Handschu puso ciertos límites al espionaje de la oposición política por la policía. Pero hace un año un tribunal federal hizo trizas la Decisión Handschu. De inmediato la policía empezó a espiar abiertamente y a interrogar a los detenidos en protestas contra la guerra a Irak. La policía fue tan descarada que un juez la criticó y dijo que "necesitaba un poco de disciplina". ( NY Post, 8 de agosto de 2003)
Ahora, la policía está afinando el aparato de espionaje. El jefe de la policía dijo: "Estamos reuniendo información de los planes de la gente que piensa venir". También están filmando y fotografiando abiertamente en protestas, como por ejemplo, en la manifestación del 20 de marzo.
La policía de Nueva York ha ido a Los Ángeles y Filadelfia, donde se celebraron las convenciones de los dos partidos hace cuatro años. En esas convenciones se usaron tácticas como infiltración de protestas por tiras vestidos de "obreros", arrestos de activistas antes de las protestas para interrogarlos, arrestos "preventivos" de grupos que estaban haciendo monigotes (Filadelfia), y ataques con macanas, gas pimienta y balas de goma (Los Ángeles).
La Convención Nacional del Partido Republicano ha recibido la designación oficial de "evento especial de seguridad nacional", como las Olimpiadas de invierno del 2003 y el Super Bowl del 2002.
Eso quiere decir que el Departamento de Seguridad de la Patria soltará millones de dólares para vigilancia y control. El NY Sun escribió: "Entre las tareas federales figuran la inspección del espacio aéreo, la construcción de barricadas y cercas, y el despliegue de unidades caninas".
El Servicio Secreto coordinará la seguridad. El FBI, informa el NY Times,estará a cargo de "reunir inteligencia y manejar las crisis, y le dará a la Administración Federal de Manejo de Emergencias [FEMA] la labor de responder a los efectos de las crisis que se presenten". Cabe recordar que FEMA tiene la autoridad de despachar la Guardia Nacional.
El plan es tener el ejército listo. El Daily News informó que las autoridades federales quieren que el ejército esté disponible: "En la discusión se habló de miles de efectivos, dicen las fuentes, y se discutió una estrategia similar para la Convención Nacional del Partido Demócrata en Boston en julio".
Las autoridades están muy interesadas en usar "el modelo de Miami": las tácticas contra las protestas a la reunión de la Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Miami en noviembre pasado.
Las autoridades de Miami conjugaron las tácticas represivas que se han aplicado por todo el país en los últimos años para crear una atmósfera en que la protesta y el disentimiento de por sí eran "sospechosos" y "criminales". Una de esas tácticas ha sido pintar protestas legales con la brocha del terrorismo, como lo hizo un memo del FBI sobre las protestas de octubre pasado contra la guerra, que decía: "Existe la posibilidad de que elementos de la comunidad de activistas traten de realizar acciones violentas o destructivas".
Un aspecto del "modelo de Miami" fue convertir el centro en una zona militarizada desierta: la prensa y las autoridades asustaron a los comerciantes con advertencias de "trastornos" y muchas tiendas cerraron. Otros puntos del "modelo de Miami" son arrestos preventivos, vigilancia, y violencia sin disimulo con cañones de agua, gas lacrimógeno, gas pimienta, granadas de concusión, tasers, escudos electrizados y tanques.
Un artículo del NY Times comentó que la policía "va a empezar entrenamiento biológico y químico de unidades enteras este miércoles con la meta de tener 10,000 agentes listos para la Convención Nacional del Partido Republicano". Esa clase de noticias busca crear un clima de temor.
Ante todo eso, el 10 de diciembre se realizó una manifestación frente al cuartel general de la policía organizada por la Campaña para Desmilitarizar la Policía con el slogan "¡No traigan Miami a Nueva York!". Las demandas de la manifestación eran que la policía dé a conocer todos los planes para la Convención Nacional del Partido Republicano; que deje de usar barricadas metálicas entrelazadas (una demanda creciente en todas las protestas de Nueva York); que no impida llegar a las concentraciones (una táctica para despistar es dar información incorrecta de las concentraciones); que no realice requisas, confiscación y destrucción de pertenencias personales sin motivo; que deje de espiar; y que no haga arrestos preventivos.
Asimismo, la Unión de Libertades Civiles de Nueva York entabló tres demandas contra la policía en noviembre por las tácticas usadas en las manifestaciones antibélicas de febrero del año pasado, como acorralar a los manifestantes en zonas cerradas; cerrar las calles para que no se pudiera llegar a las manifestaciones; y atacar a la multitud con caballos.
En respuesta, la policía está haciendo ajustes tácticos para dar la impresión de que no viola el derecho de protestar, como agrandar las zonas de protesta. Por ejemplo, en las protestas del aniversario de la guerra contra Irak, la policía armó un corral de protesta de unas 20 manzanas con barricadas metálicas entrelazadas.
Este año, con las elecciones nacionales, la clase dominante busca demostrar que el "proceso democrático" le da "una voz a la ciudadanía". Pero a la vez impone extraordinarias medidas antidemocráticas para impedir protestas contra el proyecto de guerra y represión.
La batalla de la Convención Nacional del Partido Republicano ya ha empezado. Las fuerzas de la resistencia están haciendo planes y las autoridades están tomando contramedidas. Todo esto está preparando el terreno para lo que promete ser una importante batalla política este verano.