Obrero Revolucionario #1237, 25 de abril, 2004, posted at http://rwor.org
"Es otra película. Ahora no solo nos miran con desprecio. Nos disparan".
Cabo Tom Conroy, cerca de Fallujah
"Queridos padres: Como ya saben, me han vuelto a enviar a este [palabrota borrada] infierno. Va a haber tiroteos con los malos. Lo único que espero es que nosotros seamos los buenos".
Sargento Syverson, rumbo a Najaf, Chrisitian Science Monitor,6 de abril
"En la rueda de prensa le preguntaron a Bush si ha cometido errores. Contestó: `Estoy seguro de que algo se me ocurrirá'. Pero no se le ocurrió nada".
Associated Press, 14 de abril
Irak les ha estallado como una bomba a los invasores yanquis. Un año después de invadir el país, el ejército de ocupación lanza oleadas de ataques contra los habitantes de varias ciudades importantes, pero no las controla.
¡Cómo ha cambiado la situación en un año!
Antes de la invasión, le preguntaron al vicepresidente Dick Cheney si el pueblo iraquí recibiría a las fuerzas estadounidenses como una fuerza de ocupación. Contestó: "No lo creo. Nos recibirán como libertadores".
Ahora hasta el mentiroso-en-jefe, George Bush, ha admitido (el 14 de abril): "No les gusta la ocupación. A mí tampoco me gustaría".
El mito de "nos darán la bienvenida" ha tropezado con la realidad de "nos abren fuego".
En medio de una enorme ola de resistencia, las mentiras y pretextos de la ocupación están desenmascarados.
El gobierno afirmó que inició la guerra para apoderarse de las "armas de destrucción masiva" que amenazaban al mundo, pero no las encontró. Ahora incluso muchos soldados reconocen que la guerra nunca ha tenido que ver con "defender la patria": es una guerra para controlar una región estratégica.
El gobierno afirmó que inició la guerra para "liberar" al pueblo iraquí, pero las fuerzas de ocupación están castigando a la población, como se ve en la serie de horrorosos ataques contra Fallujah, donde han matado a por lo menos 600 personas (la mitad mujeres y niños). No es "liberación" sino conquista, y el pueblo iraquí la odia.
El gobierno afirmó que inició la guerra para llevar "la libertad y la democracia", pero ha rechazado los planes de celebrar elecciones, censurado los medios de comunicación y metido a la cárcel a respetados individuos por protestar. El actual levantamiento chiíta empezó el 29 de marzo, cuando las fuerzas de ocupación cerraron un periódico islámico en Bagdad por publicar informes que no les gustaban. Buscan fuerzas políticas dispuestas a ponerse al servicio de la ocupación, en oposición a la voluntad popular.
El gobierno afirma que el 30 de junio concederá "soberanía" a un gobierno iraquí indeterminado, pero el capataz yanqui, Paul Bremer, anunció que el nuevo gobierno ratificará automáticamente la ocupación estadounidense y que, de todos modos, las fuerzas armadas yanquis establecerán bases permanentes, se quedarán años en el país y se portarán como quieran. Es decir, el nuevo "gobierno iraquí" no tiene nada de soberanía.
El gobierno afirma que está peleando con "pequeños grupos de matones y terroristas extranjeros", pero no cabe duda de que confronta una enorme resistencia con profundas raíces populares.
Con arrogancia el Pentágono y la Casa Blanca dicen que nadie puede plantársele al poderío militar de Estados Unidos, pero la resistencia iraquí está desmintiendo eso.
Los estrategas de esta guerra decían que sería rápida y fácil, y que a fines del verano de 2003 solo tendrían unos 30,000 soldados en Irak. En vez hay más de 135,000 y van a despachar a docenas de miles más. En las primeras dos semanas de abril, murieron 87 soldados y 560 quedaron heridos. El New York Times informó que Bush "podría reforzar las fuerzas armadas y la escasez de soldados con una orden de servicio militar".
El gobierno afirmó que la creación de una nueva fuerza armada iraquí para hacerse cargo del país estaba "avanzando", pero esta desapareció cuando la despacharon a pelear contra la resistencia.
Además, en muchas ciudades la policía instalada por Estados Unidos huyó ante las multitudes. Tras meses de ser el blanco de la resistencia, muchos policías renunciaron en masa; algunos hasta se unieron a la oposición y se llevaron las armas.
El alto mando yanqui despachó al segundo batallón del nuevo Ejército Nacional Iraquí (una de las pocas unidades listas para el combate) a "pacificar" Fallujah, pero rumbo a la ciudad los 620 soldados se amotinaron y regresaron a la base. El comandante yanqui, teniente general Ricardo Sánchez, dijo que el incidente "demostró que nos esperan retos significativos en la organización de las fuerzas de seguridad iraquíes". ¿De verdad?
Tanto la Casa Blanca como el partido demócrata han propuesto pedir más tropas de países aliados para reforzar la ocupación. El 9 de abril, los soldados de Ucrania y Kazajstán que estaban en la ciudad de Kut abandonaron las armas y huyeron cuando los confrontó la resistencia armada. Los soldados búlgaros se retiraron de Karbala y pidieron que los devolvieran a Bulgaria. Los gobiernos polaco y ucraniano anunciaron que no participarán en "operaciones ofensivas". Singapur retiró su contingente; Noruega y España piensan hacer lo mismo. En Washington, los estrategas de la guerra dicen que por lo visto ningún país "le sacará las castañas del fuego" a Estados Unidos.
Hace un año invadieron a Irak para imponer una dominación más estable, pero ahora el terreno está tambaleando. Estados Unidos no ha "perdido el control" porque los sucesos actuales demuestran que nunca lo tuvo. Y la respuesta del gobierno es que "hará lo necesario" para conquistar el país de una vez para siempre.
No cabe duda de lo que esto quiere decir: seguirán atacando al pueblo iraquí. El Pentágono mandó quedarse en Irak a docenas de miles de soldados que iban a regresar a Estados Unidos, lo que socavó la moral y provocó protestas de familiares. Bush anunció que piensa despachar a docenas de miles más.
Amenazan con bombardear muchas ciudades iraquíes y le están dando un castigo ejemplar a Fallujah.
"Que rueden cabezas".
George Bush sobre el ataque contra Fallujah, Jerusalem Post
"Esta es nuestra prueba, nuestro Guadalcanal, nuestra represa de Chosin, nuestra batalla de Hue".[importantes batallas yanquis de la II Guerra Mundial, la guerra de Corea y la de Vietnam--Trad.]
Mayor general James N. Mattis, hablando a las tropas cerca de Fallujah
Una señora de Fallujah le dice a un corresponsal:
"A la mierda Bush porque tiene la culpa de esta crisis. ¿Qué quiere? ¿Por qué envió a esa gente de Estados Unidos a hacer esto contra nosotros? ¿Por qué lo hace? ¿Le tocamos la puerta? ¿Bush entra a la fuerza a nuestra casa pero piensa que no vamos a pelear?. Bloquearon las calles y bombardearon la ciudad. Se apoderaron de los pueblos que rodean Fallujah y mataron a todo el mundo".
Su hijo, un combatiente, dice:
"He visto a los francotiradores matar a mujeres y niños".
La señora agrega:
"El hospital está repleto de víctimas, baleados en el corazón o la cabeza. Ni siquiera es hospital, sino una mezquita donde atendemos a los heridos y a los muertos".
United Press International, 12 de abril
"Los francotiradores estadounidenses matan a mujeres y niños iraquíes. Han muerto más de 600 iraquíes a manos de los agresores estadounidenses y han convertido dos campos de fútbol en cementerios. Los estadounidenses también abren fuego contra las ambulancias. Ahora se preparan para una invasión de gran envergadura".
Corresponsal Dahr Jamail, New Standard, 13 de abril
"Que han muerto 600 personas es prueba de que los marines son muy buenos".
Teniente coronel Brennan Byrne, sobre los ataques de "precisión" de su unidad, 10 de abril
"Cambien el canal".
Brigadier general Mark Kimmitt, consejo a
los que no les gusta ver las imágenes televisadas
de muertes de civiles, 12 de abril
"Cuando llegaron los estadounidenses había unos 50 guerrilleros. A finales de la semana pasada había miles".
Señora de Fallujah, BBC, 12 de abril
La ofensiva yanqui para controlar Fallujah, una ciudad de 300,000 habitantes, ha sido una guerra y masacre de alta tecnología. A finales de marzo, una división de marines llegó a los alrededores y lanzó ataques. Rodeó barrios, tumbó puertas y agarró a los hombres para interrogarlos. La resistencia respondió el 31 de marzo con una emboscada de un convoy de mercenarios armados (que los medios llamaban falsamente "contratistas civiles") y por todo el mundo se vieron los videos de celebraciones populares.
El 5 de abril, las fuerzas yanquis lanzaron despiadados ataques contra la ciudad y los suburbios con tanques, artillería y misiles, y los helicópteros Apache soltaron bombas, guiados por aviones teledirigidos. Cortaron la electricidad y bloquearon la entrada de comida.
Murió tanta gente que fue necesario abrir fosas comunes.
El Dr. Rafa Hayd al-Issawim, director del hospital de Fallujah, anunció a los medios: "Creo que han muerto más de 600 personas, pero pueden ser más porque muchas familias han enterrado a sus seres queridos en el jardín". Miles de personas resultaron heridas.
El avance yanqui tropezó con fuerte resistencia de puerta a puerta. Un oficial lo comparó con "escalar un volcán". A la fecha han muerto 40 soldados pero todavía no han logrado conquistar la ciudad.
Muchos habitantes apoyaron valientemente la resistencia. Los que podían empuñaron las armas, incluso mujeres y adolescentes. Muchos combatientes tenían chalecos antibalas sacados de las tropas o la policía. Muchos informes documentaron el amplio apoyo popular.
El 4 de abril, las fuerzas de ocupación abrieron fuego desde helicópteros contra grandes manifestaciones en Bagdad. Esos brutales ataques provocaron otra ola de resistencia en la capital y por todo el sur. Las conservadoras milicias chiítas se rebelaron el 7 de abril y se apoderaron de las ciudades de Najaf, Karbala y Kut. Echaron a las fuerzas de ocupación y la policía pro yanqui, a pesar de que las fuerzas españolas abrieron fuego contra las multitudes en Najaf y mataron a 20 personas.
Asustado, el alto mando yanqui paró el ataque contra Fallujah y despachó más tropas a la zona, especialmente a Najaf, sede del clérigo Muqtada al-Sadr. Se anunció un alto el fuego y negociaciones, pero en realidad era una amenaza a la población al estilo de los nazis: entreguen las armas y a los combatientes, o si no la ofensiva empezará de nuevo. Los testigos informaron que durante el "alto el fuego" los francotiradores yanquis disparaban desde los techos de las mezquitas a todo el que vieran.
Cuando las fuerzas yanquis pararon la ofensiva, miles de personas salieron para enterrar a los muertos y escapar de la ciudad. Las tropas pararon centenares de carros y no permitieron salir de la ciudad a los hombres. Llorando, muchas familias se separaron y docenas de miles de personas se fueron. Otras regresaron.
Los refugiados describieron las barbaridades cometidas por las fuerzas de ocupación, como cortar manos y sacar ojos de los muertos como trofeos.
"Se está desarrollando una sinergía entre los insurgentes sunitas y chiítas que no augura nada bueno. El lunes hubo un tiroteo con las tropas estadounidenses en un barrio sunita cerca de Khadamiya y murieron tres soldados. Los testigos informaron que las atacaron sunitas y chiítas juntos. Ayad Karin, un comerciante, dijo: `Había chiítas de Ciudad Sadr y mujahidines de Fallujah', un centro de la resistencia sunita. `Ahora la resistencia está unida'".
New York Times, 7 de abril
"Es lo último de comer que tenemos. Lo doy a mis hermanos de Fallujah y por todo el país. ¡Nuestra sangre hierve por nuestros hermanos!".
Lemiya Wan, una anciana chiíta de Khadamiya, que contribuyó arroz, azúcar y aceite, Washington Post,9 de abril
"Empezamos después de las once. Es un grupo pequeño, puros amigos, y ni siquiera tenemos nombre".
Ahmed, de 29 años, cuyo grupo pelea contra las fuerzas de ocupación, New York Times,11 de abril
Los defensores de la invasión hablan de supuestas divisiones "étnicas, tribales y religiosas" del pueblo iraquí, y dicen que el país necesita una intervención extranjera para "impedir una guerra civil". Ahora la ocupación ha forjado una unidad popular de base, pero no la clase de unidad que busca Estados Unidos.
La ciudad sunita de Fallujah se ha vuelto un símbolo de la resistencia. Ha habido grandes manifestaciones de apoyo por todo el país y los habitantes de muchas ciudades contribuyeron sangre y comida para Fallujah. Fuera de Fallujah, la resistencia aumentó los ataques contra las fuerzas de ocupación y el abastecimiento militar. Jóvenes de otras ciudades entraron a la ciudad para luchar hombro a hombro con los habitantes.
"Es su Supertazón", dijo el mayor T.V. Johnson, vocero de los marines. "Fallujah es donde hay que estar si uno quiere matar a un estadounidense".
Cuando los convoys llegaron con comida y otros artículos, los soldados no los dejaron entrar. Miles de iraquíes los confrontaron y les tiraron piedras. A fin de cuentas les permitieron entregar comida, pero no la sangre ni la medicina.
Las fuerzas yanquis están jugando a "policía bueno, policía malo". Los generales amenazan con invadir las ciudades y matar a todos los que se opongan, mientras que Bremer recomienda que, para evitarlo, negocien con él rápidamente.
Pero este despliegue de poder tiene la meta de tapar un serio dilema de los imperialistas: por un lado no pueden permitir que continúe la oposición armada, pero por otro no pueden calcular las consecuencias de las barbaridades que andan cometiendo. Por ejemplo, no saben qué pasará si atacan la mezquita de cúpula dorada del imán Ali de Najaf, donde está al-Sadr.
Durante la conquista hace un año, los generales y los medios hablaron del miedo de librar una "guerra urbana". Ahora está claro que varias milicias y partidos políticos controlan muchas ciudades, y no las fuerzas de ocupación.
En marzo trataron de restringir a las milicias y partidos en preparación para la instalación del gobierno títere a fines de junio. Pero provocaron ataques que destruyeron estaciones de policía, alcaldías y "centros de desarrollo" en muchos barrios.
Ahora están atacando a Fallujah y amenazan con ataques contra otras ciudades. Tienen la "guerra urbana" de puerta a puerta que tanto temen, y la oposición no son los soldados del gobierno de Saddam Hussein sino una creciente resistencia de partidos políticos y milicias que ya llevan un año gobernando las ciudades.
'No podemos ceder en este momento. tenemos que mantenernos firmes y fuertes. El enemigo busca doblegarnos. Quiere que nos vayamos. Pero no nos vamos a ir. Nos quedaremos y haremos lo que sea necesario".
George Bush en un despliegue de seguridad, 14 de abril
"Los extremistas que atacan a nuestras fuerzas deben saber que no dividirán a Estados Unidos, no nos harán doblegar, no nos obligarán a retirar nuestras tropas antes de tiempo. No importa quién gane las elecciones de noviembre, perseveramos".
Senador John Kerry en un despliegue de oposición, 13 de abril
La clase dominante, tanto los republicanos como los demócratas, dice que está resuelta a no retirar las tropas de Irak. Sus declaraciones demuestran que hay un consenso de alto nivel de que necesitan una victoria en Irak.
Esto también demuestra que cada clase tiene su punto de vista:
Para la clase dominante imperialista/capitalista, sería un horror tener que abandonar Irak. Es la lógica del imperialismo moderno: una vez que se ha comprometido a la conquista de un país del tercer mundo, no puede echarse para atrás. Dicen que se trata de la "seguridad nacional" (lo que demuestra lo que realmente quieren decir cuando hablan de "seguridad nacional"). Temen que retirarse demostraría que la superpotencia no es omnipotente y fomentaría más oposición por todo el mundo.
Pero para los pueblos del mundo sería magnífico obligar a Estados Unidos a retirarse, precisamente porque fomentaría más lucha contra la dominación yanqui y la explotación por todas partes.
Las declaraciones de resolución de los imperialistas significan dos cosas:
Primero, que utilizarán su enorme poderío militar para "estabilizar" la situación en Irak. Han despachado a más tropas y seguirán librando una guerra injusta e intolerable con todas las fuerzas a su disposición. Por otra parte, a pesar de su cháchara de "no negociar", seguirán buscando a fuerzas iraquíes con quienes puedan trabajar (los llaman "moderados") para crear un gobierno títere que no esté totalmente aislado.
Segundo, que se necesitará una seria lucha de gran escala en Estados Unidos y por todo el mundo para cambiar la situación. Los imperialistas yanquis han invertido mucho en este ataque estratégico contra Irak. Es el "eje" de una ofensiva de dominación global. A pesar de las críticas sobre la conducta de la guerra (que aumentan al ritmo de los problemas que experimentan), hay un amplio consenso de la clase dominante de seguir luchando hasta la victoria, cueste lo que cueste. No "se cansarán" con unas bajas. Como dicen, "esta no es Somalia", donde Estados Unidos tenía pocos intereses estratégicos y que abandonó tras unas pérdidas. Tampoco permitirán que los saque un voto, ni en Estados Unidos ni en Irak (y no permitirán que las elecciones se conviertan en un referendo sobre la ocupación).
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La ocupación está pasando por enormes dificultades. Se encuentra aislada de la población de Irak y de todo el mundo. Aumentan las bajas. La resistencia está más atrevida, resuelta y amplia.
Los sucesos han socavado las mentiras y pretextos de la invasión para millones de personas (y soldados) que al comienzo se los tragaron.
Estas son condiciones muy favorables para redoblar una oposición masiva, visible y con claras metas aquí en Estados Unidos a la ocupación, a la ofensiva global y al sistema capitalista/imperialista que es la fuente de tales cruzadas.