Obrero Revolucionario #1239, 9 de mayo, 2004, posted at http://rwor.org
Desde el 11 de septiembre de 2001, por todo el mundo se han oído informes de salvajes torturas de los detenidos en la "guerra contra el terrorismo" de Estados Unidos. Los más altos niveles los han rechazado. De hecho, Bush ha dicho que el ejército yanqui está "liberando" al pueblo iraquí de las "cámaras de tortura y violación" de Saddam Hussein.
Ahora han salido pruebas innegables de lo que realmente está pasando.
Se filtraron docenas de fotos que muestran a soldados yanquis y agentes de la CIA torturando a presos iraquíes. Esas fotos, que salieron en los medios en Estados Unidos, el Medio Oriente y por todo el mundo, han causado una enorme indignación.
Las tomaron en el penal Abu Ghraib, cerca de Bagdad, una célebre cámara de tortura de Hussein. La brutalidad no terminó con la caída de su gobierno.
En las fotos los policías militares yanquis maltratan y humillan a hombres iraquíes desnudos y encapuchados. Posan con sus "trofeos", sonriendo, burlándose de los presos y haciendo el signo de la victoria con el pulgar.
En una foto, un iraquí encapuchado y con una capa se equilibra encima de una caja. Tiene en las manos alambres y le han dicho que si se cae por agotamiento, los alambres lo electrocutarán.
Otras fotos son de un preso muerto de una golpiza; de un preso con alambres eléctricos atados a los genitales; y de un perro desencadenado para atacar a un preso indefenso.
Muchas fotos (que se pueden ver en http://thememoryhole.org) son de presos obligados a colocarse en posiciones humillantes para imitar actos sexuales. En otras amontonan a grupos de presos desnudos mientras los guardias posan como si fueran cazadores. El ejército admitió que los guardias obligaron a los presos a masturbarse públicamente y a golpearse el uno al otro.
Un guardia escribió en su diario que a los presos les prohíben hablar y que los castigan colocándolos desnudos en calabozos sin inodoro ni ventilación.
En septiembre, aparentemente en medio de esas torturas, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld visitó Abu Ghraib y les dijo a los corresponsales que los informes de torturas eran mentiras.
Al filtrarse la verdad, el gobierno corrió a "controlar los daños". Primero dijo que reemplazó a 17 soldados rasos y acusó a seis de agredir a los presos, pero no dio ningún detalle.
Cuando salieron las fotos, Bush tuvo que decir: "No es nuestra manera de actuar en Estados Unidos. No me gusta para nada".
Pero en realidad es precisamente la manera de actuar de las fuerzas armadas yanquis. Incluso el general Mark Kimmitt, subdirector de operaciones de la coalición en Irak, admitió: "Me gustaría poder decirles que estos son los únicos casos de maltrato de presos de que nos hemos enterado, pero sabemos que ha habido otros desde que llegamos a Irak".
Las fotos documentan la clase de torturas diarias en los campamentos donde Estados Unidos tiene a docenas de miles de presos en Irak, Afganistán y Guantánamo, y en las cárceles de "subcontratistas" en Siria, Jordania y Egipto.
Los abogados de los seis soldados acusados de agredir a los presos explicaron que solo cumplían las órdenes de sus superiores de "debilitarlos" antes de interrogarlos.
El abogado Gary Myers dijo que la CIA dio las órdenes: "El elixir del poder, de pensar que uno está ayudando a la CIA. cuando uno viene de un pequeño pueblo de Virginia, es embriagador pensar que está ayudando a gente importante".
"El descaro con que estos soldados se portan, tomando fotos y haciendo el signo de la victoria con el pulgar mientras maltratan a los presos, indica que piensan que no tienen nada que esconder de los superiores", dijo Kenneth Roth, director ejecutivo del grupo de derechos humanos Human Rights Watch.
La general Janis Karpinski, comandante de los policías militares de Abu Ghraib, lo confirmó. Dijo que el servicio de Inteligencia Militar y la CIA dirigieron los interrogatorios, y que en una foto se ven las piernas de 16 estadounidenses, o sea, más que el número de policías militares en esta ala del penal.
Además, se han filtrado fotos de torturas a manos de soldados ingleses en el sur de Irak: golpizas que duran varias horas, dientes rotos, ataques con la culata del rifle y un soldado que orina sobre un preso encapuchado.
Uno de los soldados estadounidenses arrestados es el sargento Chip Frederick, un guardia del penal estatal de Virginia. Le dijo al programa 60 Minutes II (29 de abril) que el tratamiento de los presos estaba vinculado con los interrogatorios: "Había agentes de inteligencia militar, de la CIA, del FBI y de otras dependencias". En una carta a su familia escribió: "Los agentes de inteligencia militar nos alentaron y alabaron. Normalmente no permiten que nadie observe los interrogatorios, pero como les gusta mi dirección de la cárcel dijeron que sí... Los convencemos de hablar. Tenemos mucho éxito y con el tiempo casi todos terminan hablando".
Pero no han acusado a ninguno de los interrogadores. Algunos son "contratistas civiles" y, por eso, puede ser que no les aplique ninguna ley, incluso el derecho militar. A uno de esos "contratistas" lo acusaron junto con los soldados de violar a un adolescente durante un interrogatorio. Una vocera del mando militar dijo: "Resulta que no tenemos jurisdicción. Le toca a la compañía decidir qué hacer". Es decir, con la privatización de las operaciones de la CIA, los torturadores están "fuera de la ley" y los "castigan" las compañías que los contratan (que muchas veces son propiedad de la CIA). Se han identificado dos compañías que participaron en las torturas: CACI International Inc. (de Virginia) y Titan Corporation (de San Diego).
Los corresponsales cuentan que multitudes de centenares de familiares que esperan frente a los penales para enterarse de lo que las fuerzas de ocupación han hecho a sus seres queridos.