Obrero Revolucionario #1246, 18 de julio, 2004, posted at http://rwor.org
El 5 de julio de 1852, el gran líder abolicionista Frederick Douglass habló ante la Sociedad Femenina de Rochester contra la Esclavitud, en el estado de Nueva York. Criticó mordazmente las celebraciones del día anterior (4 de julio, Día de la Independencia). Veamos unos pasajes de su charla.
Yo respondo: un día que le hace ver, más que todos los demás días del año, la grave injusticia y crueldad de que es víctima constante. Para él, su celebración es un fraude; la inflada libertad de que se jactan, una licencia impía; su grandeza nacional, vanidad hinchada; sus gritos de regocijo, vacíos e inhumanos; su denunciación de tiranos, insolencia; sus gritos de libertad e igualdad, burlas irónicas; sus oraciones e himnos, sus sermones y días de dar las gracias con aire religioso y solemne, son para él meras palabras altisonantes, fraude, engaño, impiedad e hipocresía: un raído velo para ocultar crímenes que deshonrarían a una nación de salvajes.
En esta fecha no hay nación en la Tierra más culpable de acciones más chocantes y sanguinarias, que los tiranos de Estados Unidos.
Vayan donde quieran, busquen donde puedan, recorran todas las monarquías y despotismos del viejo mundo, viajen por Sudamérica, observen todas las crueldades y, cuando las hayan visto todas, compárenlas con las acciones cotidianas de esta nación y dirán como yo que, en lo que se refiere a la barbaridad repugnante e hipocresía desvergonzada, Estados Unidos reina sin rival.