Obrero Revolucionario #1248, 8 de agosto, 2004, posted at http://rwor.org
Últimamente la prensa burguesa ha soltado una nueva serie de calumnias contra la guerra popular de Nepal. Dice que la guerrilla está "raptando" a estudiantes y "adoctrinándolos" para que se alisten en el Ejército Popular. Han salido informes sobre secuestros en masa, uso de niños como "escudos humanos" y maltrato sexual.
Incluso los que no son amigos de la guerra popular, pero que han estudiado la situación en Nepal, saben que los maoístas hoy controlan la mayor parte del campo y cuentan con el apoyo de millones de campesinos pobres, y que la juventud desempeña un papel muy importante en la - revolución. Las organizaciones revolucionarias han organizado paros estudiantiles y la mayor parte del Ejército Popular son jóvenes. Según afirma esta campaña de desinformación, eso se debe a que "les lavan el cerebro", pero la verdad es que los maoístas movilizan a millones de jóvenes planteando el programa político e ideológico de la guerra popular y explicando por qué les corresponde a las masas tumbar el gobierno y construir una nueva sociedad.
Es difícil encontrar informes verídicos sobre la guerra popular en Nepal, pero de vez en cuando sale un poco de la verdad. El 23 de julio, en un informe sobre el "secuestro por los maoístas" de 84 estudiantes y 36 maestros, el servicio noticioso AFP reveló inadvertidamente cómo la guerrilla recluta a los jóvenes:
CHAIMALE, Nepal (AFP): Hablando de su secuestro por los rebeldes maoístas, un grupo de estudiantes nepaleses dijeron que los trataron muy bien y que les hicieron preguntas sobre qué opinan de la guerra popular y qué críticas tienen de las acciones rebeldes.
Ramila Acharya, de 15 años, dijo que tenía miedo cuando los rebeldes armados, que están librando una sangrienta guerra para tumbar la monarquía constitucional, entraron a la fuerza a la escuela de Chaimale y les dijeron que se los iban a llevar para "enseñarles qué es una `república popular'".
"Me dieron ganas de llorar", dijo, y nos dio una muy rara descripción de un secuestro a manos de los maoístas, cuya "guerra popular" para instalar una república comunista ha llevado a la muerte de 9,500 nepaleses desde 1996.
"Pero los rebeldes nos trataron muy bien. Nos dieron techo y comida, aunque nos obligaron a gritar lemas como: `¡Viva el Partido Comunista de Nepal (Maoísta)!'".
Fue la primera vez que los maoístas han secuestrado estudiantes en el valle de Katmandú. Antes solo raptaron a los del campo, donde ejercen control. A los estudiantes los ponen en libertad después de intentar adoctrinarlos o reclutarlos.
Últimamente los maoístas han llevado a cabo una serie de ataques en la capital y los alrededores, como parte de la guerra para crear una república comunista en este reino pobre.
Los 10 rebeldes tenían ropa civil y pistolas, y dos eran mujeres.
"Nos hicieron caminar casi nueve horas, y varias veces en la selva tuvimos que arrastrarnos. En medio de la noche llegamos a un lugar desconocido donde paramos", dijo Pushpa Raj Acharya, de 17 años.
Caminaron unas nueve horas. Cruzaron un puente sobre un río crecido, con una polea y una cuerda, y tenían miedo de caer en el agua turbulenta.
Dijeron que los metieron en una casa y solo les permitieron salir para hacer sus necesidades.
Pero los rebeldes les permitieron hacerles preguntas difíciles y a veces hostiles.
"Les preguntamos por qué están destruyendo la infraestructura económica del país y por qué hacen tantos paros paralizantes", dijo Ram Kumar Chapagain, de 16 años.
"Nos contestaron que van a reconstruir la infraestructura una vez que hayan conquistado el poder y que, en cuanto a los paros, son para averiguar cuánto apoyo tienen", continuó.
Otro estudiante, Sanu Kanchha Bhomjon, de 18 años, nos contó: "Nos pidieron que participáramos en un programa interactivo y que les diéramos nuestra opinión y nuestras quejas sobre sus acciones y debilidades".
"Escucharon atentamente cuando los criticamos. Luego nos explicaron lo que es una república popular y condenaron los partidos políticos y al rey", dijo. "Nos invitaron a ser militantes del partido".
El ejército nepalés anunció que liberó a los estudiantes y maestros, pero estos dicen que los rebeldes los pusieron en libertad voluntariamente. Los padres los recibieron con alivio.