Pongamos las cosas en claro
Obrero Revolucionario #1248, 8 de agosto, 2004, posted at http://rwor.org
Constantemente nos bombardean con el mensaje de que "el comunismo ha muerto", que no funcionó y no puede funcionar, y que las revoluciones que conquistan el poder llevan a la tiranía. Un elemento de esta cruzada ideológica es tergiversar sistemáticamente las experiencias revolucionarias de la Unión Soviética y China, sobre todo la Gran Revolución Cultural Proletaria. Muchas veces, a esas mentiras y calumnias les ponen un barniz de objetividad.
El PCR ha iniciado el proyecto Pongamos las cosas en claro con el fin de contar la verdad de estas revoluciones (sus grandes logros y victorias y sus errores y deficiencias) y popularizar las obras y observaciones de Bob Avakian que sintetizan estas experiencias y sacan lecciones para hoy. La campaña abarcará investigación, ensayos, debates y difusión y se centrará en las universidades y escuelas. Invitamos a todo a quien se interese a participar.
La primera entrega del proyecto es una respuesta a las acusaciones y tergiversaciones de la burguesía: Todo lo que te han contado sobre el comunismo es falso: Preguntas frecuentes sobre el socialismo, el comunismo y la Revolución Cultural.A continuación, una parte:
¿No prometió mejoras la revolución maoísta en China pero causó violencia innecesaria y creó más sufrimiento para el pueblo?
La revolución socialista de China de 1949-76 generó enormes mejoras en la vida del pueblo chino. De 1949 a 1975 la esperanza de vida se duplicó: de 32 a 65 años. ¡A comienzos de los años 1970, Shanghai tenía una tasa de mortalidad infantil menor que Nueva York!1 Estos datos manifiestan una gran reducción de violencia en la vida cotidiana. En una generación, la tasa de alfabetización subió de 15% en 1949 a 80-90% a mediados de los años 19702.
Analicemos un poco los profundos cambios que el socialismo llevó a cabo en beneficio de la mayoría de la población. Antes de la liberación de China en 1949, las potencias imperialistas la dominaban. Según todo índice disponible, la economía estaba en el último peldaño de la escala de desarrollo mundial. Reinaban brutales condiciones para los campesinos. China tenía la inflación más galopante de la historia contemporánea, un vasto submundo de gángsteres y sociedades secretas y casi 90 millones de adictos al opio. La vida de las mujeres era un infierno: con los pies vendados, matrimonios de niñas y arreglados y prostitución generalizada en las ciudades.
La revolución eliminó estos males y los extremos de riqueza que existían antes de 1949, y la conquista del poder estatal por el proletariado creó un orden social y económico justo que desencadenó y benefició a las masas.
Solamente una revolución podía arrancar de raíz el sistema económico feudal en el campo, y lo logró. La reforma agraria y la cancelación de las deudas de los campesinos llevadas a cabo con la dirección del Partido Comunista a fines de los años 1940 y comienzos de los 1950 son la mayor expropiación y redistribución de riqueza de ricos a pobres en la historia3.
La Ley de Matrimonio de 1950 de la China revolucionaria estipuló el matrimonio por consentimiento mutuo y el derecho al divorcio, y prohibió la compraventa de niños y el infanticidio. Un nuevo movimiento de mujeres, mayor y con una visión más amplia que nunca antes, se propuso eliminar la división de trabajo que subordina las mujeres a los hombres y rebasar el estrecho marco de la vida hogareña4.
Pero tengo entendido que con Mao la economía fue un desastre.
Te han mentido. Con Mao la economía industrial china tuvo un crecimiento impresionante, un promedio de 10% al año, incluso durante la Revolución Cultural. Entre 1949 y 1976 China, el "enfermo de Asia", se transformó en una potencia industrial importante, con una tasa de desarrollo igualada solamente por los grandes auges de crecimiento de la historia5, y lo logró sin explotación ni ayuda extranjera y en medio de un ambiente internacional hostil.
La producción agrícola creció a un ritmo de 3% al año, un poco mayor que el crecimiento de la población. En 1970 ya se había resuelto el problema de alimentar a la población, mediante la planificación económica integrada, un sistema de producción agrícola colectiva que fomentó la movilización de las masas, el control de las inundaciones, constantes inversiones en la infraestructura del campo, la distribución de alimentos a los campesinos y el racionamiento de los alimentos básicos de modo que toda la población satisfaciera sus necesidades mínimas6. Así se llevó a cabo una ruptura radical con el pasado en que las inundaciones, sequías y opresión feudal provocaban hambrunas, situación común hoy en muchos países del tercer mundo. Y tengamos en cuenta que China contaba con solamente el 70% de las tierras de cultivo de Estados Unidos pero tiene que alimentar a cuatro veces más gente.
Con Mao China logró lo que Estados Unidos nunca ha hecho. Estableció un sistema universal de servicios médicos gratuitos o de bajo costo guiado por los principios de cooperación e igualitarismo. La China maoísta combinó la medicina tradicional con la occidental. Formó a 1.3 millones de campesinos como proveedores de servicios médicos ("médicos descalzos") para satisfacer las necesidades básicas de salud en el campo7.
En conclusión...
La verdad de la China maoísta dista muchísimo de lo que te han contado y dista muchísmo de la China de polarización y maquiladoras de hoy, que no tiene nada en común con el socialismo ni con Mao.
1Penny Kane, The Second Billion (Nueva York: Penguin, 1987); Ruth y Victor Sidel, Serve the People: Observations on Medicine in the People's Republic of China (Nueva York: Josiah Macy Jr. Foundation, 1973).
2Ruth Gamberg, Red and Expert (Nueva York: Schoken, 1977).
3William Hinton, "The Importance of Land Reform in the Reconstruction of China", Monthly Review, julio-agosto 1998.
4C. Broyelle, Women's Liberation in China (Sussex: Harvester Press, 1977) y Elisabeth Croll, Feminism and Socialism in China (Nueva York: Schoken, 1980).
5S. Ishikawa, "China's Economic Growth Since 1949", China Quarterly, junio 1983; Raymond Lotta, "The Theory and Practice of Maoist Planning", en Maoist Economics and the Revolutionary Road to Communism (Nueva York: Banner, 1994); Carl Riskin, "Judging Economic Development: The Case of China", Economic and Political Weekly,8 octubre 1977.
6Harry Harding, China's Second Revolution: Reform After Mao (Washington, D.C.: Brookings, 1987), p. 30; ver los ensayos en Robert F. Dernberger, comp., China's Development Experience in Comparative Perspective (Cambridge: Harvard University Press, 1980); Jan Prybyla, The Chinese Economy (Columbia: University of South Carolina Press, 1978); y Mobo C.F. Gao, Gao Village: Rural Life in Modern China (Honolulu: University of Hawaii Press, 1999).
7Teh-wei Hu, "Health Care Services in China's Economic Development", en Robert F. Dernberger, comp., China's Development Experience.