Obrero Revolucionario #1248, 8 de agosto, 2004, posted at http://rwor.org
18 de enero de 2003: Cientos de miles de personas protestan en la capital contra la guerra de Irak.
El 11 de julio, una encuesta del New York Times y el noticiero CBS calculó que el 56% de los votantes afiliados al Partido Demócrata quieren que las tropas estadounidenses "salgan de Irak cuanto antes, aun cuando el país no esté del todo estable". Asimismo, no quieren que esas tropas "se queden en Irak el tiempo necesario para asegurar una democracia estable".
El 10 de julio, el comité nacional encargado de elaborar la plataforma del Partido Demócrata se reunió en Fort Lauderdale, Florida. Endosó un documento infame y pro guerra que presentará como postura oficial del partido en la convención de Boston en agosto y durante la campaña presidencial del otoño.
El documento propone que las tropas permanezcan en Irak hasta la creación de un gobierno pro estadounidense estable, o sea, hasta que aplasten la insurgencia. Agrega: "No podemos aceptar el fracaso del gobierno en Irak, pues inevitablemente sería un refugio para los terroristas y una fuerza desestabilizadora en la región".
La plataforma dice que la retirada de las tropas debe efectuarse en "el momento adecuado, para que el apoyo militar que necesitará un gobierno soberano iraquí no parezca ser la continuación directa de la actual presencia militar estadounidense".
Tom Vilsack, gobernador de Iowa y un presidente del comité de plataforma, comentó que eso significa, en pocas palabras, que las tropas "se quedarán hasta que se cumpla la misión".
Por otra parte, en una ruptura inconfundible con el pasado, la mitad de la plataforma de 35 páginas trata de cuestiones de "seguridad nacional".
Palpita con un militarismo agresivo. Recomienda una expansión militar de 40,000 soldados en general y un aumento de 100% de las Fuerzas Especiales (los comandos que funcionan como escuadrones de la muerte por todo el mundo). Critica a Bush por su orientación "unilateral" a la guerra, pero no critica la política de lanzar guerras "de prevención".
Terry McAuliffe, presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, dijo: "Los demócratas están más fuertes que nunca en cuanto a la seguridad nacional".
El comité de plataforma, de 186 miembros, adoptó la plataforma pro guerra sin debate público.
Al principio, varios delegados (muchos ligados con el candidato presidencial Dennis Kucinich) presentaron propuestas contra la guerra.
Una propuesta decía que la guerra fue una equivocación desde el principio. Otra propuso fijar una fecha para la retirada de las tropas. Había propuestas contra las guerras de prevención, a favor de una reducción de las fuerzas armadas y otras que pedían derechos nacionales para el pueblo palestino. Una propuesta criticó a Bush por no prestar atención al problema del calentamiento global y por arruinar el proceso de Kyoto.
El comité de plataforma descartó todas esas propuestas sin siquiera considerarlas. Lo hizo en silencio y en secreto...¡sin reconocimiento público ni debate ni voto público!
¿Cómo es posible?
En Estados Unidos, la política presidencial tiene un sistema complicado de "debates entre los candidatos" y elecciones primarias para seleccionar a los delegados a la convención nacional. Es un proceso oficial que dura casi un año. Según la mitología oficial, así es como se expresa la "voluntad del pueblo".
Bueno, si ese es el caso, ¿cómo podía el Partido Demócrata adoptar casi la misma posición sobre la ocupación de Irak que la del presidente Bush (diciendo que es sumamente importante para el mundo, para el pueblo de Irak y para el futuro) y ni siquiera fingir considerar la obvia oposición de sus propios votantes de base?
En parte, las reglas internas favorecen eso. Las reglas dicen que se necesitan 14 votos (de un total de 186) para debatir una propuesta en el comité pleno. Ninguna de las propuestas antibélicas consiguió los 14 votos. En otras palabras, el proceso de selección de delegados excluyó (con bastante éxito) a gente dispuesta a pelear por una postura contra la guerra.
Una sola propuesta consiguió los votos necesarios para que se debatiera; propuso ciertos cambios (¡ni siquiera la anulación!) a la fascista Ley Patriota. En un dos por tres, el comité la rechazó.
Sandy Berger (el ex asesor de seguridad nacional de Clinton que tras bambalinas organizó el proceso) recalcó que el Partido Demócrata no debía dar la impresión de oponerse a la Ley Patriota y que, en particular,no debía recomendar cambios de ningún pasaje específico.
Como resultado, la nueva plataforma oficial plantea la expansión de la Ley Patriota (más poderes al gobierno para investigar expedientes y transacciones financieras) y en términos muy, muy vagos sugiere que la ley sería "más inteligente" si se hacen cambios a las secciones (indefinidas) que podrían afectar "la privacidad y la libertad, tan importantes para la ciudadanía".
Los delegados antibélicos no abandonaron la sala en protesta ni convocaron ruedas de prensa contra la burda manipulación política. No hubo promesas de plantear la cuestión en medio de la convención nacional ni llamamientos a otros demócratas a lanzarse a la calle en Boston y Nueva York para proclamar oposición a la guerra.
El silencio total de los delegados asombró en particular porque un candidato, el congresista Dennis Kucinich, prolongó su campaña presidencial para oponerse a la guerra. ¡Al final, el giro asombró a los propios delegados de Kucinich!
En los últimos meses, Dennis Kucinich prometió una y otra vez que iba a "llevar la lucha" sobre la guerra "a la misma convención" y, por eso, un núcleo de activistas dedicados seguía trabajando en la campaña con la esperanza de condenar la guerra y "jalar a Kerry" hacia su posición.
El activista de New Hampshire Caleb Ewing expresó el sentir de los delegados antibélicos en antiwar.org: "El rechazo total a nuestra causa y nuestros valores nos pegó muy duro. En verdad, quedamos atónitos y muchos lloramos al darnos cuenta de que, aparte de no contar con el apoyo necesario para aprobar nuestras enmiendas, ni siquiera tuvimos el apoyo mínimo para convocar un debate".
Pero, ¿por qué hubo solo lágrimas y no protestas? Es que Kucinich mandó a un subalterno a ordenar a sus delegados que aceptaran la plataforma.
Tras bambalinas Kucinich y Sandy Berger llegaron a un acuerdo... no muy favorable para el primero.
Kucinich aceptó la plataforma pro guerra, al candidato pro guerra y dijo que no presentaría ningún desafio en la convención. En cambio, iba a recibir... nada. Hablando por Kerry y los peces gordos del Partido Demócrata, Sandy Berger declaró: "No concedimos nada".
Lo único que ganaron las fuerzas antibélicas fue el permiso de quedarse en el proceso. Kucinich ganó el privilegio de dar un discurso en la convención de Boston (a una hora ridícula cuando nadie lo oyó).
******
"Todos somos demócratas acérrimos y aunque la frialdad continua de la élite del partido empujó a unos al límite, la dirección de nuestro comité progresista no tardó en sacar una conclusión optimista. Dijo: `Por poco nos marginan y nos pasan por alto en la plataforma y no conseguimos casi nada al final, pero el hecho de que participamos en el proceso y que no aceptamos nada formalmente es evidencia de una relación de trabajo con el grupo de Kerry que nos beneficiará cuando se le elija'".
Caleb Ewing
"¿Quiénes son las bases [del Partido Demócrata]? No digo que realmente los representan, ¿pero a quiénes quieren atraer? A la gente progresista y los oprimidos. En realidad el papel de los demócratas es canalizarlos hacia la corriente tradicional de la política nacional y confinarlos al marco del proceso electoral burgués y... canalizarlos nuevamente si es que se alejan o salen de ese marco. Porque a las bases las elecciones les dan rabia, por las mismas razones que ya señalamos: el Partido Demócrata habla de gente común, de los pobres, de los que sufren discriminación, etc., pero siempre los traiciona. Hasta habla de los oprimidos, pero como en realidad no representa sus intereses fundamentales, los traiciona una y otra vez. Representa los intereses del sistema y la clase dominante, y sirve para engatusar a los oprimidos y los descontentos. A todos ellos les dice: `Vénganse, vénganse. No es tan malo como parece. No olviden que tienen el voto. Tranquilos. Todo saldrá bien'. Para eso sirven los demócratas. Pero tienen mucho miedo de movilizar a las bases. Las exhortan a votar, pero les infunde pavor que se salgan a la calle a protestar o luchar contra los derechistas, que están cobrando fuerza".
Bob Avakian, "La pirámide del
poder y
la lucha por cambiar de base el mundo"
"El señor Kerry está resuelto a pintarse como un líder duro, capaz de lograr más eficazmente las mismas metas que el señor Bush en Irak y en la guerra contra el terror".
The Wall Street Journal , en un resumen de la entrevista del 15 de julio que le hizo a John Kerry
La dirección del Partido Demócrata ha impuesto implacablemente los límites al "debate aceptable" y ha suprimido toda oposición a la guerra de Irak, la guerra contra el terrorismo en general y los desmanes de la Ley Patriota y la represión interna.
Cuando la campaña de Howard Dean prendió con su condena a la invasión de Irak, lo sacaron a patadas de la contienda antes de que ganara apoyo para una elección primaria.
Aunque la oposición a la guerra ha crecido a un ritmo constante entre los votantes demócratas y por toda la sociedad, el Partido Demócrata (al igual que su candidato impuesto) se ha dedicado a suprimir toda expresión antibélica.
En la reunión de Fort Lauderdale, ¡las opiniones antibélicas de docenas de millones de personas (por ejemplo, la mayoría de los votantes demócratas) no merecieron ni mención ni debate!
A los delegados les dijeron que bajar la cabeza permitía continuar una "relación de trabajo" con Kerry, o sea, la oportunidad de "presionarle" una vez que gane. Después de un año de manipulación de todo el proceso, ¡¿a poco vamos a creer que al abandonar las protestas aumentaremos la posibilidad de "presionar" al futuro gobierno de Kerry?!
¿O que si en los próximos meses nos callamos y nos alineamos con Kerry, ¡¿crearemos las condiciones para el éxito de una lucha más tarde, después de noviembre?!
La lección de Fort Lauderdale es exactamente lo contrario.
No podemos perder tiempo. Millones de personas están buscando una manera de expresar su gran decepción e indignación... y el Partido Demócrata les volvió la espalda. Sería criminal colaborar con eso.
Es imprescindible acelerar una resistencia firme, visible y poderosa que diga NO, contundente e inconfundiblemente, a la guerra de Irak y todo el "proyecto de Bush" de dominación mundial y leyes fascistas.