Las mentiras y la "histeria terrorista"

Obrero Revolucionario #1249, 15 de agosto, 2004, posted at http://rwor.org

"Tenemos inteligencia bien fundada de que es una amenaza muy seria. Esta nación está en peligro".

George Bush, 2 de agosto

La temporada electoral se ha iniciado con histeria bélica.

Primero, el candidato demócrata se presentó para "cumplir mi deber" en Boston, envuelto en banderas y rodeado de ex soldados y generales, y prometió aumentar las fuerzas armadas e iniciar más guerras de agresión.

Luego, los republicanos respondieron orquestando miedo y fiebre bélica. El 1 de agosto, poco después de la Convención Demócrata, la Casa Blanca anunció una inminente amenaza de "ataques terroristas". Dijo que tiene información de los servicios de espionaje, que ha arrestado a varios sospechosos, y que los presuntos blancos son la Bolsa de Valores y el Citicorp Center (Nueva York), el edificio Prudential Financial (Newark, New Jersey), y el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (Washington, D.C.).

Grandes zonas de esas tres ciudades se convirtieron en campos armados, con retenes, policías con armas automáticas y equipo militar.

¡Qué escalada bélica en el "frente interno"!

¡Qué sospechoso el momento elegido para hacerlo!

¡Qué débiles las "pruebas"!

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La meta de los máximos funcionarios de la Casa Blanca es que el miedo de "ataques terroristas" defina el debate y las decisiones políticas en los meses venideros.

Desde comienzos de julio, la Casa Blanca, el Departamento de Justicia y la Oficina de Seguridad de la Patria han dicho que tienen "más inteligencia" sobre posibles ataques.

A mediados de julio, el servicio de espionaje de Pakistán arrestó a Mohammed Naeem Noor Khan, un ingeniero de computadoras. Pero la Casa Blanca no lo divulgó hasta el 1 de agosto, después de la Convención Demócrata, cuando dijo que en la computadora de Khan encontraron dibujos y documentos sobre las instituciones financieras de Nueva York, Newark y Washington.

Anunció que había descubierto un plan de ataque y una lista de blancos. Mucha gente, y especialmente los que trabajan en esos edificios o los visitan, y los que viven cerca de ellos, temían que estallara una bomba o un arma química o biológica en cualquier momento.

De la noche a la mañana, los gobiernos federal y local llevaron a cabo una enorme y muy pública movilización de fuerzas armadas y policiales (y muy probablemente de fuerzas clandestinas).

En la capital, metieron baterías de misiles tierra-aire en varios parques. El jefe de policía pasó por alto las recomendaciones de la alcaldía; extendió la "zona de seguridad" y bloqueó más calles. Por todas partes los ciudadanos se tropezaron con retenes y puntos de control.

En Nueva York, desplegaron policías "para combatir el terror" con armas automáticas y chaquetas a prueba de balas frente a la Bolsa de Valores y el Citicorp Center; sobrevolaban helicópteros. Equipos de policías patrullaban el metro y convoys de agentes recorrían la ciudad realizando "ejercicios antiterroristas". Bloquearon gran parte del tráfico a Manhattan por los puentes y túneles. Parecía que la isla de Manhattan estuviera bajo ocupación militar.

Del 29 de agosto al 2 de septiembre se celebrará la Convención Nacional del Partido Republicano en Nueva York. Se han programado grandes protestas en las calles y los parques, especialmente el 29, para "¡Decirle NO a Bush y a todo lo que representa!".

Para impedir las protestas, el gobierno y los medios chillan que podrían servir de velo para "ataques terroristas", o incluso ser blanco de ellos.

Ahora, al acercarse la convención, Tom Ridge (secretario de Seguridad de la Patria) de repente descubre información específica sobre blancos específicos . Eso se está usando para crear una zona controlada donde celebrar la convención de George Bush, "el presidente antiterrorista".

La meta de todo esto es infundir miedo a los que piensan participar en las protestas, y ganar apoyo de la ciudadanía para cualquier medida que tome la policía, por supuesto para "proteger la convención y a la población".

No se puede permitir que se salgan con la suya. No se puede permitir que supriman la protesta y resistencia.

¿Quiénes les creen?

"Las amenazas son auténticas".

George Bush, 6 de agosto

"Tenemos que aceptar lo que dicen".

Steve Elmendorf, subdirector de la campaña electoral de John Kerry

"¡Por dios, la información es de hace tres años!"

Jack Evans, concejal de Washington, D.C., Washington Post

Tan pronto como Ridge anunció la "amenaza terrorista", estalló un encarnizado debate por todo el país. pero no sobre "cómo combatirla".

Millones de personas empezaron a preguntarse si se debe creer cualquier cosa que diga la Casa Blanca de Bush. El descubrimiento de una amenaza "específica" justo antes de la convención era tan oportuno y cuadraba tan perfectamente con las necesidades de Bush que despertó muchos recelos.

Muchos pensaban que había gato encerrado y que los que detentan el poder están dispuestos a inventar o exagerar para mantenerse en el poder.

Al día siguiente, se supo que ¡la información sobre la amenaza a las instituciones financieras es de hace varios años! ¡La supuesta observación de esos edificios por terroristas ocurrió antes del 11 de septiembre de 2001!

Así que incluso si no es pura invención, no cabe duda de que es información trasnochada. El New York Times informó que la jerarquía del departamento de policía la recibió con escepticismo.

¡La camarilla de Bush, que mintió como pretexto para invadir a Irak, lo ha hecho de nuevo! Esta vez ha amañado la información como pretexto para acuartelar tres ciudades estadounidenses. en un momento de gran importancia histórica.

Que millones de personas respondieron con incredulidad demuestra lo desprestigiado que está el gobierno. Esto es un elemento muy positivo de la situación actual.

Por eso es tan reaccionario que la campaña de Kerry haya aceptado incondicionalmente las afirmaciones de la Casa Blanca.

Howard Dean (ex candidato presidencial demócrata cuyo papel es hacerse pasar por representante de los demócratas desilusionados para mantener su lealtad al Partido Demócrata) acusó a la Casa Blanca de manipular la amenaza terrorista. Los voceros de Kerry lo repudiaron inmediatamente.

Le preguntaron a James Rubin, asesor de política exterior de Kerry, si la fecha del anuncio tenía algo de sospechosa. Contestó: "No tenemos ninguna razón para creer que tenían motivos políticos". Kerry repitió que, como presidente, haría más que Bush para "proteger la seguridad" de Estados Unidos, o sea, se ofreció a la clase dominante como la alternativa más confiable y prometió continuar el mito la "guerra contra el terror", que ha sido el pretexto para proyectar el poderío yanqui en el Medio Oriente y Asia Central.

Por su parte, Bush, Ridge y sus secuaces hicieron lo posible para reforzar su credibilidad. Dijeron que es posible que Al Qaeda todavía tenga planes para realizar los ataques a pesar de que su información es de hace tres años, y que posiblemente pusiera al día un archivo computarizado hace poco. Afirmaron que tienen datos de otra "fuente".

Es decir, una vez más pidieron que tengamos confianza en ellos.

Una sorpresa electoral

"En los próximos 60 días, vamos a ver más de lo mismo".

Funcionario de alto nivel de la "guerra contra el terror", New York Times, después de los arrestos

En realidad, hay muchas pruebas de manipulación de los hechos y los sucesos como parte de la contienda por el poder. Un buen ejemplo ocurrió durante la campaña presidencial de 1980: el presidente Jimmy Carter quería negociar para conseguir la libertad de 54 espías y empleados de la embajada estadounidense en Irán capturados por un grupo de estudiantes islámicos. Carter esperaba que con una "sorpresa de octubre" (o sea, la liberación de los rehenes) saldría victorioso. Pero resultó que el gobierno iraní ya estaba negociando con los representantes del candidato republicano, Ronald Reagan, por medio de William Casey (que sería director de la CIA de Reagan). Reagan prometió ayudar a Irán en el futuro si no ponían en libertad a los rehenes hasta después de las elecciones (lo que le daba la elección a Reagan). El día que Reagan tomó las riendas los rehenes llegaron a Estados Unidos. (Véase el libro de Gary Sick, October Surprise: America's Hostages in Iran and the Election of Ronald Reagan). ¡A la clase dominante no le importa un comino la "vida y seguridad" de la población! ¡Mientras la campaña de Reagan condenaba a Carter porque "no consiguió la liberación de los rehenes", hizo que los mantuvieran cautivos varios meses más!

El 19 de julio la revista New Republic informó que la camarilla de Bush ha estado manipulando los sucesos para mantener en primera plana las "amenazas terroristas" y para pintarse de "protectores de la seguridad nacional".

Varios altos funcionarios del gobierno y las fuerzas armadas paquistaníes le dijeron a New Republic que en la primavera la Casa Blanca ordenó que capturaran o asesinaran a "blancos de alto valor" en fechas pensadas para influenciar las elecciones, como durante la Convención Demócrata. Mandó capturar o asesinar a Osama bin Laden y el mulá Omar del Talibán antes de las elecciones.

Un asesor del teniente general Ehsan ul-Haq, director del servicio de espionaje paquistaní ISI, dijo que la Casa Blanca los presionó: "Repetidas veces en visitas a Islamabad y en reuniones en Washington subrayaron el plazo de los últimos 10 días de julio". Un general paquistaní dijo que amenazaron con castigar a las fuerzas armadas (con acusaciones públicas sobre su papel en el tráfico de armas nucleares) si no lograba arrestar a figuras prominentes. Dijo: "Si no encontramos a esa gente antes de las elecciones, van a echarnos la culpa de todo el asunto de las armas nucleares".

Además, tal presión empujó al ISI (antes estrechamente aliado con bin Laden y el Talibán) a inventar falsas "pruebas" útiles para Washington.

Muy puntual, a finales de julio el ISI arrestó a varios "miembros de Al Qaeda". El 30 de julio, el ministro del Interior, Faisal Saleh Hayyat, anunció que arrestaron a Ahmed Khalfan Ghailani y lo acusaron de participar en la destrucción de dos embajadas yanquis en África en 1998. El 1 de agosto, Ridge anunció el arresto en Pakistán de Mohammed Naeem Noor Khan. El 3 de agosto, el ministro de Información paquistaní anunció el arresto de otros siete u ocho "miembros de Al Qaeda". Ese mismo día arrestaron a 12 personas en Inglaterra con la ayuda de la CIA (aunque no se sabe de qué las han acusado).

¡Esta temporada electoral no augura nada bueno!

Lo que está en juego

"Nuestros enemigos nunca se cansan de pensar de nuevas maneras de hacerle daño a nuestro país y a la ciudadanía, y nosotros tampoco".

George Bush, comentario inadvertido del 5 de agosto al firmar un proyecto de ley que da 417 mil millones de dólares a las fuerzas armadas

Estos sucesos subrayan lo seria que es la situación.

La camarilla de Bush está resuelta a seguir adelante con su ofensiva para transformar el mundo, y garantizar la hegemonía y dominación yanqui la próxima generación. Creen que mantenerse en el poder y asegurar la continuidad programática es el elemento clave para conseguir la victoria.

Sin mucho disimulo, llevan años tratando a sus rivales como ilegítimos y traidores a los intereses de largo plazo del imperio. Así trataron a Bill Clinton, a pesar de sus propias agresiones imperialistas contra Irak y Serbia. Por eso agarraron el poder tan arrogantemente de Al Gore en las elecciones de 2000, con un golpe de estado por medio de la Suprema Corte.

No creen, obviamente, que las elecciones son "cuando la ciudadanía decide". Su intención es dictar todo el marco electoral y cómo millones de personas ven el mundo y su papel en él, sembrando profundos miedos y azuzando una atmósfera de venganza y agresividad. Esperan fomentar un deseo de un gobierno con más poderes policiales dirigido por un "hombre fuerte".

Parece que incluso están considerando la posibilidad de posponer las elecciones si les parece que van a perder el poder. En julio la revista Newsweek informó que altos funcionarios de los Departamentos de Justicia y Seguridad de la Patria y de la Casa Blanca discutieron cómo cancelar o posponer las elecciones presidenciales en caso de un "ataque terrorista". Hace unos meses, en víspera de las elecciones en España, un ataque contra los ferrocarriles en Madrid llevó a la derrota del gobierno pro guerra. Altos funcionarios de la Casa Blanca se preguntan públicamente si podría darse una situación que les permitiera posponer las elecciones aquí, y no cabe duda de que piensan que sería intolerable (o incluso una "victoria para el terrorismo") que se elija a otro que no sea Bush. Una señal de lo seria que es la situación es que el 20 de julio la Cámara de Representantes aprobó una resolución que dice que no se pueden posponer las elecciones presidenciales y que ningún funcionario del gobierno tiene el derecho de posponerlas.

Hay muchos peligros en el mundo de hoy. Las acciones de Estados Unidos han empujado a muchas fuerzas a considerar "devolverle el golpe". Los crímenes del imperio yanqui han puesto en peligro a la ciudadanía de este país, especialmente desde el 11 de septiembre de 2001. Por su parte, la CIA o sus aliados (como la Mossad israelí, o las redes de extremistas militares o fascistas) también son capaces de realizar acciones parecidas si les parece que cuadran con las necesidades de su equipo.

Todo esto subraya lo importante que es una audaz movilización para decirle NO a Bush y a todo lo que representa de una manera inequívoca.

Hay poderosas fuerzas dedicadas a reconfigurar el mundo, el futuro y nuestras vidas, que realizan acciones sumamente cínicas y deshonestas para mantener un estricto control del poder. Hay que contestarles con una oposición resuelta, valiente y cada día mayor.