Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Dos líderes maoístas asesinados

Obrero Revolucionario #1254, 10 de octubre, 2004, posted at http://rwor.org

Recibimos lo siguiente del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.

27 de septiembre de 2004. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.El 5 de septiembre, el Ejército Real de Nepal (ERN) asesinó a seis líderes y cuadros revolucionarios; dos eran líderes centrales del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)]: el camarada Sherman Kunwar (Bishal), miembro del Comité Central del Partido y comisario de la VI Brigada del Ejército Popular de Liberación [EPL], y el camarada Mohanchandra Gautam (Kumar), miembro alterno del Comité Central, cuando volvían a sus actividades políticas en el oriente del país después de una importante reunión del Comité Central.

En protesta por los asesinatos, los maoístas convocaron un paro nacional del 28 al 29 de septiembre. Según la BBC, en la mañana del primer día no hubo tráfico en los caminos del país y se suspendieron todas las labores en los centros de trabajo, escuelas y empresas. Oficialmente, las oficinas del gobierno seguían abiertas pero vacías. Además, la BBC informa que la población acató el paro en Katmandú y el oriente del país, que tradicionalmente han sido plazafuertes del gobierno real.

A partir de testimonios presenciales, el semanario maoísta Janadesh publicó una descripción de los asesinatos. Los soldados reales, vestidos de civil, rodearon la casa en la aldea de Dhanshar del distrito de Siraha, oriente del país, donde los camaradas almorzaban. En ese momento, estaban presentes ocho líderes y cuadros maoístas. Los "terroristas reales", tal como les llaman las masas de Nepal, balearon e hirieron a Sherman Bishwar y asesinaron a tres maoístas y el dueño de la casa. Tres cuadros lograron burlar el cerco real. Los soldados reales torturaron a dos líderes del partido durante tres horas para sacarles información sobre el paradero de la dirección central del partido. Al no obtener nada, a las 15 horas los arrastraron por las calles de la aldea y los aniquilaron a balazos. Janadesh agregó que el autoproclamado rey Gyanendra Shah dio orientación directa para el operativo, por ejemplo, matar a los presos, y que el gobierno de su consentido primer ministro Deuba avaló por completo los asesinatos.

El Presidente del PCN (M), Prachanda, lanzó un comunicado de condena el 7 de septiembre por el cobarde asesinato y honró a los camaradas, que describe como irremplazables. Dijo que se vengarán los asesinatos mediante avances en el campo de batalla en el primer plan de la ofensiva estratégica que dirige en la actualidad el partido. Agregó que los soldados reales llevaron a cabo los asesinatos en el contexto de patrullas coordinadas y otras acciones unificadas que realizan los gobiernos indio y nepalés cerca de la frontera. El incidente revela la capitulación del gobierno y del ejército a India y "destaca el peligro de la intervención india en Nepal".

Los avances de la guerra popular han dejado al gobierno de Gyanendra aislado y completamente dependiente de Estados Unidos e India. El rey ha tratado de derrotar la guerra popular con dos métodos principales: primero, la violencia masiva e indiscriminada, como bombardear reuniones de masas, matar a campesinos al azar y desaparecer y matar a miles de personas comunes, así como líderes y cuadros revolucionarios. Los soldados reales violan a mujeres, saquean hogares y destruyen cultivos, animales y otras cosas que las masas necesitan para vivir. Cuanto mayor la represión, más se ha desarrollado la rebelión popular. Ante miles de hombres y mujeres del Ejército Popular de Liberación, cientos de miles de elementos de las milicias populares y las actividades revolucionarias de millones de nepaleses, el rey y su camarilla de grandes empresarios y terratenientes feudales dependientes de potencias extranjeras no han podido hacer retroceder a la rebelión maoísta. Por tanto, desde el comienzo los reaccionarios nepaleses también han recurrido a la persecución y asesinato de dirigentes revolucionarios, a menudo con espías y soplones.

Un botón de muestra del último mes: el 12 de septiembre, los soldados reales asesinaron a un activista político de tercera edad llamado Narayan Sharma y a los activistas maoístas Kabiraj Sharma y Tara Nepali, todos sin armas, en el distrito de Dailekh en el occidente del país. Primero los torturaron. Hicieron lo mismo con Kumar Gajamer en el distrito de Morang, en el oriente del país. El 1§ de septiembre, el ERN arrestó y luego desapareció a Ram Prasad Ghimire en el distrito de Jhapa. En el mismo distrito, desapareció a un activista del UML (un partido comunista falso que comparte el poder en el gobierno nombrado por el rey). El ERN asesinó a Badari Khadka, un corresponsal de guerra de Janadesh en la aldea de Jhurkiya del oriente del país, pero dijo que murió en un enfrentamiento armado. Según un testigo presencial, los soldados agarraron al corresponsal, lo desnudaron y le vendaron los ojos con la ropa. Para tratar de sacarle información sobre los líderes maoístas, le pegaban con la culata de sus rifles, le arrancaron los ojos y le destrozaron la mandíbula y cara.

De otro lado, he aquí cómo los revolucionarios tratan a sus cautivos: El EPL arrestó a un agente del departamento de investigaciones del gobierno real, Ramesh Rajbanshi, el 2 de septiembre, y el 3 a Tara Khanal, un recluta del ERN. Cuando los dos hombres dieron su palabra de que dejarían de trabajar con el gobierno para matar a las masas, quedaron en libertad el 4 en presencia de periodistas y activistas de derechos humanos.

¿Cómo se explica la diferencia entre los dos ejércitos? Uno libra una guerra por la liberación del pueblo, una guerra que no se apoya sino en el pueblo y que para ganar debe unificar cada día más a la población; el otro libra una guerra por mantener a la población esclavizada, una guerra que cada día más pone en la mira a la población en su conjunto. En tal guerra, el ERN no tiene más que su capacidad de sembrar terror.

En el marco del asesinato de los dirigentes y militantes maoístas capturados, el presidente del PCN (M) envió una declaración a Amnistía Internacional y otros organismos de derechos humanos en Nepal y en el mundo. Aparte de denunciar y criticar los crímenes del gobierno real, anteriormente AI le había enviado una carta abierta del presidente Prachanda en que llamaba al partido a dejar de llevar a cabo lo que describía como "secuestros arbitrarios". Prachanda puso en claro que el partido no lleva a cabo tal clase de actos y que tiene una política establecida que prohíbe los arrestos o detenciones sin razones adecuadas.

Primero, dijo que es una "mentira descarada" que el partido secuestra u obliga de otra manera que estudiantes, maestros y otras personas asistan a reuniones y otros actos políticos de masas. Los grupos que repitan estas acusaciones sin fundamento, lisa y llanamente están repitiendo la propaganda del gobierno. (Las agencias noticiosas extranjeras se burlan del cuento de que los maoístas tengan que obligar a la población a asistir a las reuniones y actos culturales).

Segundo, comentó la política del partido respecto a la justicia criminal. Por obligación, el nuevo gobierno popular que hoy controla la mayoría del campo investiga y en los casos indicados, hace arrestos, por ejemplo, por homicidio, violación, robo, destrucción de animales y propiedad pública, etc. También figuran en la categoría de criminales los espías que colaboran con el gobierno reaccionario para asesinar a personas comunes, revolucionarios y líderes revolucionarios. Hay castigo por cometer un crimen pero no por creencias y afiliaciones políticas, pues la política del partido prohíbe los castigos en el segundo caso. Los arrestos se realizan con un trato humanitario y si en una investigación o proceso se descubre que una persona es inocente, esta queda en libertad. El camarada Prachanda subrayó: "Siempre divulgamos los hechos después de la investigación".

En la declaración a AI y otros organismos de derechos humanos, agregó: "Siempre estamos pendientes de su ayuda en el trabajo que se hace a favor de la justicia para la población. Es más, llamamos con humildad a todos los interesados a entender que aplicamos esta política en medio de la compleja realidad de una cruenta guerra civil".

Concluyó: "Quisiéramos llamarles la atención a los organizaciones de derechos humanos acerca de los miles de casos de secuestros, desapariciones, tortura severa y asesinato que ha llevado a cabo el viejo Estado, para los cuales hay mucha evidencia... Un ejemplo contundente es el reciente asesinato, después de ser secuestrados y torturados severamente, de los miembros de nuestro Comité Central, los camaradas Sherman Kunwar (Bishal) y Mohanchandra Gautam (Kumar). Además, llamamos a todos los activistas de derechos humanos a hacer investigaciones independientes del incidente. Llamamos a todos los interesados a no creer la propaganda sin fundamento del viejo estado, que solo genera prejuicios políticos y socava actividades humanitarias".