¡NO NO NO!

La voluntad del pueblo NO se ejerció en estas elecciones

Obrero Revolucionario #1258, 14 de noviembre, 2004, posted at http://rwor.org

Asombro y angustia... repugnancia e indignación... desesperanza. No encontramos las palabras adecuadas.

Y sí, la cosa es tan mala como parece... o con toda seguridad peor.

Al día siguiente de la reelección, el presidente Bush llamó a los nuevos senadores republicanos (partidarios de la pena de muerte para los que practican abortos, la expulsión de maestros gay y cosas por el estilo) y les dijo: "Es hora de poner manos a la obra". El capitalismo personificado, George Bush le dijo a la prensa: "Digámoslo de esta manera: en la campaña gané capital político y ahora pienso gastarlo". Engreído y envalentonado, está dispuesto a elevar esta pesadilla a un nivel más intenso y represivo.

Si alguna vez fue indicado rechazar totalmente a un líder; si alguna vez fue indicado que un país sea ingobernable políticamente; si alguna vez fue indicado parar en seco un imperio e impedir que aplaste el futuro del planeta... ese momento es hoy. Si alguna vez fue necesario que millones respondan al malestar que les dice que algo anda terrible y radicalmente mal, y procedan en consecuencia... ese momento es AHORA.

Bush se jacta de que lo respalda la voluntad popular. ¡Mentira! ¿Cuál voluntad popular, con semejante campaña de obstrucción e intimidación por todo el país para que los negros y los inmigrantes no votaran? ¿Cuál voluntad popular, si nunca sabremos qué transas hicieron con las máquinas de votar electrónicas? ¿Cuál voluntad popular, si a la ciudadanía no se le permitió oír (mucho menos escoger) una clara voz contra la guerra, contra la represión, contra la mentalidad medieval que recorre este país? ¿Y dónde se oyeron las voces de la gente de Gaza y Fallujah, de Katmandú y Corea, que son la mayor víctima de la demencia de Bush? ¿Dónde se oyeron las voces de la mayoría del planeta que se opone rotundamente a la guerra de Irak? De plano, la voluntad del pueblo NO se ejerció en estas elecciones.

Es cierto que docenas de millones apoyaron a Bush. Eso es alarmante, y lo analizaremos en un momento. Pero Kerry nunca atacó a Bush, y todo el marco de referencia de "quién será mejor comandante en jefe" estaba cargado desde el comienzo. Ahora Kerry nos dice que es "hora de cerrar las cicatrices". Nel.

Sí, los que odiamos lo que Bush representa nos tenemos que hacer una pregunta difícil, pero esa pregunta es: ¿cómo llegamos a esta situación en que las alternativas, los límites y el marco de referencia que supuestamente debemos aceptar es o los "republi-fascistas" (que son claramente fascistas y descaradamente imperialistas) o los "republi-cratas" (que se limitan a proponer reformitas ridículas y ahora hablan de "cerrar las cicatrices")?

¿Y ahora qué? ¿Aceptamos que esa es la voluntad popular y vemos cómo nos las arreglamos con esas nuevas normas?

¡No, no, NO! Ese camino ha sido desastroso y tenemos que cambiar de rumbo YA. Tenemos que forjar una encarnizada resistencia basada en la verdadera justicia.

Dos morales diferentes

Ah, pero nos dicen que Bush ganó por su "superioridad moral".

Bueno, ¿qué clase de moral se aprovecha del miedo y del deseo de una seguridad ilusoria para bombardear y matar en Irak, donde se calcula que la guerra ha dejado 100,000 muertos?

¿Qué clase de moral manifiesta el tomar fotos de presos muertos envueltos en plástico, o desnudos y torturados, todo lo cual ha sido aprobado y sistematizado por la cadena de mando y por los memorandos de los abogados de la presidencia?

¿Qué clase de salvación moral requiere atizar miedo y temor a los gays, ordenar que la mujer se someta a su señor y resucitar la época de los abortos clandestinos?

¿Qué clase de moral acepta que a los inmigrantes los traten como sospechosos, y que el disentimiento y el pensamiento crítico sean sinónimos de "traición"?

¿Qué clase de moral mete a dos millones de personas a la cárcel, la mayoría negros, latinos y otras minorías?

Es una moral fascista, que se basa en una versión fundamentalista y sumamente violenta del cristianismo. Ante los rápidos cambios del mundo, el fascismo cristiano ofrece orden, certidumbre y venganza. Millones tienen una grave adicción a fantasías apocalípticas que los están preparando para matar y morir a ciegas por este imperio.

No, no podemos esperar a que esto desaparezca ni buscar "terreno común" con ese veneno: tenemos que confrontar directamente la mentalidad lunática y dañina en que millones están atrapados, y que quieren imponerle a toda la sociedad. Si confrontamos esto con firmeza, lograremos alejar a algunos del bushismo. Muchos de ellos tienen hijos e hijas matando y muriendo en Irak; muchos son víctimas del capitalismo "eficiente" y despiadado que representa Bush (y a fin de cuentas Kerry); muchos, especialmente las mujeres, están atrapados en relaciones sociales que les rasgan el espíritu y la vida; y el consuelo que les da ese fascismo cristiano no puede trascender todo eso. El programa de Bush no va a terminar: va a escalar inmediatamente la guerra de Irak con un terrible baño de sangre y planea nuevas agresiones; va a tratar de imponer una versión más estricta de la Ley Patriota; va a recortar más los programas sociales que mucha gente necesita para que dependan de la "caridad" de las iglesias.

No podemos ignorar, evadirnos o perder las esperanzas ante este fanatismo ignorante. Tenemos que recordar las lecciones del 11 de septiembre: Bush empezó con el apoyo de la gran mayoría del país a la "guerra contra el terror", pero logramos cambiar esa polarización dando a conocer la verdadera naturaleza de esa guerra y montando una fuerte resistencia en la calle. Sí, no podemos negar que Bush acaba de ganar el último round, y que esto tendrá consecuencias devastadoras. Pero tampoco se puede negar otra verdad: que hay bases para rasgar esta atmósfera, frenar esta dinámica e impulsar una dinámica muy diferente con una resistencia que corresponda a los intereses reales del pueblo, una resistencia que no busque apenas oponerse a este programa, sino PARARLO.

Y sí, necesitamos moral, pero una moral diferente. Nuestra moral no puede ser una justificación de la opresión y el saqueo. Tiene que basarse en la convicción de que la vida de los que nacen en otras partes del mundo no vale menos que nuestra vida; en la convicción de que las necesidades y los intereses del pueblo deben determinar el orden económico y político, y no subyugarse a una mayor y mayor concentración de riqueza y poder. Tiene que partir de un profundo rechazo a meter a la mujer y a los gays en la camisa de fuerza de las nociones bíblicas tradicionales; de un profundo rechazo al racismo en todas sus encarnaciones "modernas". Tiene que arrancar de una firme valoración del potencial humano y de la idea de que a todas las personas hay que llevarlas a pensar crítica y científicamente, y capacitarlas a determinar cada vez más las metas y medidas de nuestras sociedades; de nuestra resistencia a la inhumanidad y nuestra voluntad a jugárnoslo todo para acabar con ella.

Esta moral corresponde a los intereses del 90% de la población, no solo del mundo sino de este país, y es algo que un movimiento de resistencia debe forjar y propagar. Estos son momentos tormentosos. La moral fascista cristiana está preparando a la población para luchar y morir por la explotación, la opresión y la ignorancia. ¿Qué vamos a hacer NOSOTROS? ¿Qué clase de persona vale la pena ser en tiempos como estos? Tenemos que contestar juntos esas preguntas para forjar la moral en que se base nuestro movimiento.

Revolución, resistencia y lo que tenemos que hacer AHORA MISMO

Hace tres años, poco después del 11 de septiembre, nuestro presidente, Bob Avakian dijo: "...la situación habrá cambiado enormemente... habrá grandes cambios y Estados Unidos no será igual". Es una verdad profunda y la demuestran los sucesos de los últimos años.

Fuera de la grotesca inhumanidad del programa de Bush, es un absurdo total que en el año 2004, con los enormes recursos y avances tecnológicos, con la abundancia de conocimientos y comunicaciones, y con la creatividad de miles de millones del planeta, estemos al borde de una edad de tinieblas. Pero por esas mismas razones existe el potencial de una nueva era basada en transformaciones revolucionarias. El Partido Comunista Revolucionario tiene un programa y un plan eminentemente cuerdos y necesariamente atrevidos para hacer la revolución. Tiene además la dirección de Bob Avakian, que ha examinado a fondo la experiencia de la sociedad socialista (aplaudiendo los grandes logros y criticando las fallas) y ha planteado un "modelo" radicalmente nuevo que, además de eliminar las terribles injusticias del capitalismo, estimula un florecimiento del espíritu crítico que no se ha visto nunca en ninguna sociedad. Como parte de esa visión del futuro, vemos la urgente necesidad de unirnos con millones para forjar un movimiento basado en nuestra oposición común al monstruo de guerra y represión bushista, guiados por un espíritu de discusión y debate sobre lo que lo debe remplazar y cómo llegar allá.

¿Y las elecciones? Okay, nos dieron un golpe, un golpe fuerte. Pero no es el momento de irse del país ni de bajar la cabeza y ver cómo sobrevivir al fascismo. En los últimos años los habitantes de este país hemos tomado nuestro lugar como parte de una humanidad global, hemos llenado las calles y le hemos hecho saber al mundo que aquí existe oposición al programa de guerra, represión e ignorancia de Bush. No más hace un par de meses medio millón de personas se dieron cita en Nueva York para protestar contra la convención de los republicanos. Ese medio millón, más los millones que pusieron las esperanzas en Kerry, tienen que movilizarse AHORA.

En estos momentos Bush & Cía están preparando una horrible masacre en Fallujah. Están preparando una repugnante coronación de su sanguinario jefe. Están tomando medidas más represivas y cambiando las reglas para la próxima generación. ¿Van a encontrar resistencia? ¿Se verá por todo el mundo gente en las calles que no se deja encasillar... o se verá una población de borregos que se somete a Bush y refuerza la imagen de que este país es monolítico? ¿Caminaremos por la calle con temor por el presente y sin atrevernos a pensar en el futuro... o nos animará ver ventanas con afiches de "NO", ciudades enteras que se declaran "zona libre de fascistas", y un renacimiento de las tradiciones del movimiento de santuario de los años 80 y del ferrocarril clandestino de los tiempos de la esclavitud? ¿Protegeremos a los bibliotecarios, los profesores, los artistas y la gente común y corriente que diga NO? ¿Discutiremos y debatiremos entre nosotros para fortalecer nuestra unidad, a la vez que salimos audazmente a convencer a gente que está apabullada por la mentalidad de miedo e ignorancia de Bush?

¿Montaremos una resistencia con la meta de parar esta atrocidad?

La respuesta es sí, si está en nuestras manos, y eso es lo que nos proponemos.

Tenemos que hablar con los demás; tenemos que trabajar juntos; tenemos que luchar por nuestra vida y por el futuro de este planeta. Ven a nuestro lado. Checa la revolución. No te dejes.

Partido Comunista Revolucionario, EU, noviembre de 2004

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