Obrero Revolucionario #1259, 21 de noviembre, 2004, posted at http://rwor.org
"He aquí la lógica: arrasar a Fallujah, levantarle la cabeza por los pelos y decir: `Obedézcannos o pagarán’".
analista, Instituto
Internacionalde Estudios Estratégicos, Lond res,
Christian Science Monitor , 29 de octubre
"Tenemos que probar que no es posible disuadir ni derrotar a las fuerzas armadas estadounidenses. Si eso trae gran destrucción, debemos aceptarlo... Aunque Fallujah quede hecho pedazos como Cartago, vale la pena".
Ralph Peters, ex
oficial del ejércitoy columnista,
New York Post, 4 de noviembre
"Cada vehículo es un coche-bomba potencial y cada individuo un enemigo potencial. Hasta dieron la autorización por radio de matar a los perros a escopetazos por el peligro de que portaran explosivos".
Scott Peterson,
Christian Science Monitor , 9 de noviembre
Desde abril, los habitantes de Fallujah han desafiado la ocupación. La ciudad es símbolo y centro de la resistencia iraquí. Por eso, en noviembre el mando estadounidense ordenó conquistar la ciudad y quebrar la resistencia. Estaba resuelto a mostrar su invencibilidad y brutalidad total.
La destrucción de la ciudad proclama: quien resista sufrirá.
De diez a quince mil soldados cercaron la ciudad. Poco después de las elecciones estadounidenses se dio la orden de lanzar el ataque.
Molieron la ciudad con cazas, helicópteros, tanques, artillería y bombas de 900 kilos. Llamas, humo y explosiones engullían los barrios del norte de Jolan y Askali y grandes extensiones quedaron reducidas a escombros.
Por la noche del 8 de noviembre, seis batallones de marines y del ejército estadounidense, seguidos de los soldados iraquíes títeres, iniciaron la invasión terrestre: primero, la artillería pesada para nivelar los edificios, luego los helicópteros con proyectiles Hellfire contra cualquier señal de resistencia. Bajaron grandes cuerdas de explosivos para detonar minas en las calles. Disparaban contra todo lo que se movía en las sombras.
Era la forma clásica y brutal de guerra yanqui: fuerza aplastante, costoso armamento de alta tecnología, avance mortífero y despiadado de los soldados por los escombros en llamas.
Tomaron la ciudad, a costa de gran sufrimiento de la población. Pero no han logrado quebrar la resistencia y perdieron el control de una ciudad tras otra en el país.
"El enemigo tiene cara. Se llama Satanás. Vive en Fallujah. Y lo vamos a aniquilar".
teniente coronel
Gareth Brandi, comandante de batallón, Fallujah,
BBC, 7 de noviembre
"Desataremos los perros de la guerra".
sargento Sam
Mortimer,durante el bombardeo de Fallujah,
MSNBC, 10 de noviembre
"No hay diferencia entre un insurgente y un civil".
oficial
anónimo, I División de Caballería, Fallujah,
Associated Press, 12 de noviembre
"Cada minuto explotan cientos de bombas y cascos... El norte de la ciudad está en llamas. Veo humo y llamas. Fallujah es el infierno".
Fadil al-Badrani, reportero de Reuters
"Nadie está en las calles salvo los muertos. Los marines aplican reglas de combate liberales. Por radio el sargento Sam Mortimer de Seattle, Washington, dice: `Todo lo que está al oeste es zona libre’. O sea, los marines pueden disparar a todo lo que vean, pues se considera que todo es hostil".
Kevin Sites, fotógrafo de NBC, Fallujah,de su diario electrónico personal
"Con más de la mitad de las casas destruidas, los barrios de Jolan y Askali recibieron un castigo ejemplar. En el primero, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, hay desparramados cadáveres en las calles y callejuelas. Las paredes de las casas están salpicadas de sangre y carne, y las calles llenas de cráteres...".
San Francisco Chronicle , 10 de noviembre
En abril de 2004, la última vez que Estados Unidos intentó tomar la ciudad, la brutalidad del sitio y bombardeo encabronó a los pueblos del mundo. Una pujante resistencia estalló en ciudad tras ciudad y el ejército se tuvo que retirar.
Por eso, ahora, como quieren "terminar la obra", el alto mando quiere impedir que el mundo vea lo que hacen con los habitantes. Por el fuerte bloqueo de información, cuesta descubrir con precisión y detalle lo que viven los habitantes. Tal es el propósito del bloqueo a los medios informativos.
Pero sí se sabe que los habitantes de la ciudad sufren duro y han montado una resuelta resistencia.
Por su entrenamiento, los soldados yanquis tratan a cualquiera como enemigo (no solo en Fallujah). Un fotógrafo de NBC describe en su diario electrónico cómo azuzaron a los soldados en las afueras de la ciudad a "matar" y "vengarse de Haji". (Les enseñan los nombres despectivos de "Haji, Alí Baba y cabeza de toalla" en referencia a los musulmanes e iraquíes).
El gobierno de Ayud Allawi declaró toque de queda militar en Fallujah, que prohíbe hasta la circulación de ambulancias. Por tanto los invasores tienen permiso de tratar a cualquiera que vean como enemigo y matar a cualquiera que encuentren en la calle.
Les Roberts de la Escuela de Salud Pública de Bloomberg, Universidad Johns Hopkins, informa que unos 100,000 iraquíes han muerto tras la invasión de 2003 y ocupación, y estima que dos tercios de los que sufrieron una "muerte violenta" (o sea, en combate o ataques aéreos) murieron en el ataque contra Fallujah en abril. Con gran probabilidad, murieron miles.
El segundo ataque ha elevado el número de muertos.
Según los medios estadounidenses, miles (posiblemente decenas de miles) de familias estaban atrapadas en sus casas. Cortaron el agua y la luz y escaseaban los alimentos.
Los soldados yanquis van penetrando en la ciudad y destruyendo grandes partes con fuego y explosivos. Sin duda murieron muchos combatientes y civiles en los edificios arrasados porque los invasores usan fósforo blanco que quema al entrar en contacto con la piel y no se puede lavar. Los observadores vieron cadáveres muy quemados, prácticamente derretidos.
Al incursionar los soldados estadounidenses desde el norte, muchos intentaron escapar hacia el sur, pero se toparon con un cerco de soldados que atacaron a quienes buscaban huir cruzando el río Eufrates. Con helicópteros artillados Apache hundieron al menos cinco botes de remo y una lancha con motor.
Associated Press (12 de noviembre) describe que los soldados yanquis pararon a grupos de refugiados, permitieron que las mujeres y niños abandonaran la ciudad, pero no los esposos, hermanos e hijos. Obligaron a todo hombre de 15 a 55 años a volver , a pie y sin armas, a la zona de combate ... y probablemente a la muerte. Aunque sobrevivan, sufrirán un cruel cautiverio pues las autoridades militares someterán a todos los sobrevivientes a pruebas de residuos de explosivos e interrogatorios y los cotejarán con una "base de datos de insurgentes".
Así queda claro que toda la población de Fallujah es blanco de este ataque.
La prensa ha dicho poco sobre las decenas de miles de personas que han abandonado la ciudad. ¿Adónde han ido? ¿Cómo viven? ¿Qué comen? ¿Las han arrestado, las están interrogando? ¿Quién decidirá si pueden volver? ¿Podrán reconstruir su vida y ciudad? ¿Dónde están sus historias y caras en los medios informativos?
No es de sorprenderse que hayan podido ocupar a Fallujah. La resistencia no tenía la capacidad de derrotar al ejército yanqui en una guerra frontal ni lo intentó.
Los invasores están diciendo que ya casi tienen la ciudad bajo control.
No obstante, es obvio que la resistencia es feroz y que continúa.
Los guerrilleros combaten con rifles y minas contra ejércitos con proyectiles y artillería. Utilizan bengalas para inutilizar el equipo de visión infrarroja. Disparan desde escondites detrás de las gruesas paredes de los edificios de la ciudad. Una y otra vez atraparon a los soldados invasores en fuego cruzado y los hicieron detenerse. Sus disparos aislados contrastan con las explosiones ensordecedoras de los proyectiles Hellfire y el tableteo de los helicópteros artillados que rocían miles de balas por minuto.
Una y otra vez, los guerrilleros se repliegan en los túneles que entrelazan las manzanas de la ciudad o avanzan a hurtadillas, retoman los escombros y siguen disparando. A veces se desplazan en bicicletas. Se comunican entre sí con banderas negras, lo que siembra temor a los invasores.
Derribaron dos helicópteros Super Cobra.
"Ayer, mientras la ofensiva contra Fallujah entraba a la fase más peligrosa, en el resto del país los insurgentes ponían en jaque a las fuerzas estadounidenses y al parecer, tenían el control de al menos dos ciudades".
Telegraph (Inglaterra), 13 de noviembre
Los guerrilleros respondieron a la invasión de Fallujah con más ataques en otras ciudades: 130 el 8 de noviembre. En los días posteriores, las autoridades invasoras perdieron el control en ciudades importantes.
Pusieron a Najaf bajo toque de queda militar. Perdieron el control de Ramadí, a 56 km al oeste de Fallujah. Pese a los toques de queda militares, hay "mayor descontento" en Bagdad, Tikrit, Samarra y Baquba. En Samarra, ciudad "tomada" por los estadounidenses hace unos meses, la resistencia vuelve a ejercer el control.
La situación en Mosul es tal vez de mayor importancia. Si bien el mando yanqui decía que aún controlaba esta importante ciudad petrolera del norte del país, los reporteros presentes dicen que la resistencia se las ha arrebatado. Los guerrilleros han destruido sistemáticamente las delegaciones policiales del gobierno títere de la ciudad. En algunos casos, los policías se quitaron los uniformes y se pasaron a la resistencia... con sus rifles automáticos.
El 11 de noviembre, los yanquis lanzaban ataques aéreos contra Mosul y los guerrilleros iraquíes controlaban las calles. Los soldados yanquis que protegían los puentes principales estaban bajo ataque. Es muy diciente que el mando estadounidense tuvo que sacar un batallón armado del cerco de Fallujah y trasladarlo apresuradamente a 320 km al norte para proteger a Mosul.
Despacharon a varios batallones de combatientes curdos proestadounidenses de las montañas del norte a Mosul. Esto entraña gran potencial de desestabilización porque Estados Unidos le había prometido al gobierno de la vecina Turquía que no permitiría que los curdos ocuparan ni controlaran a Mosul. Turquía teme que los partidos curdos se apoderen de las reservas de petróleo para financiar su ejército y posiblemente independizarse por toda la región.
Tras la primera semana del embate contra Fallujah, los planes estadounidenses están fallando bien gacho.
Tienen que destruir una ciudad. Han amolado, aterrorizado y hecho huir a cientos de miles de habitantes.
Pero no han logrado pescar a las principales fuerzas de la guerrilla ni sentado las bases de un control a largo plazo de la ciudad. En muchos lugares del país han perdido terreno ante la resistencia.
El general Richard Meyers, jefe del Estado Mayor Conjunto, dice que nunca esperaba quebrar el grueso de la resistencia en Fallujah. En el noticiero Today Show de NBC, dijo: "Si alguien pensara que con Fallujah se acabaría la resistencia en Irak, bueno ese nunca fue el objetivo, ni nuestra intención ni lo que esperábamos".
Al cierre de esta edición (14 de noviembre), se informa que "la ciudad está ocupada pero no sometida", lo mismo que el resto del país. Aunque Estados Unidos logre tomar la ciudad entera, lo que seguramente hará, se cuestiona cómo espera controlar a la ciudad, sobre todo cuando vuelvan los habitantes y, con ellos, los combatientes de la resistencia.
Los yanquis han demostrado, de nuevo, cuán brutales y poderosas son sus fuerzas armadas. Pero no han probado que pueden vencer a la resistencia, conquistar a Irak, granjearse el apoyo de la población ni estabilizar el gobierno de sus títeres consentidos.