Sinopsis histórica
Obrero Revolucionario #1259, 21 de noviembre, 2004, posted at http://rwor.org
La muerte de Yasir Arafat ha puesto de relieve la lucha y las aspiraciones del pueblo palestino.
Los medios de comunicación occidentales llevan muchas décadas tapando el robo del territorio palestino por el estado de Israel y los colonos sionistas, y embelleciendo la brutal ocupación de Cisjordania y Gaza.
Los informes sobre la muerte de Arafat demuestran lo arrogante y colonialista que es la prensa occidental hacia el pueblo palestino, igual que las potencias imperialistas y el estado de Israel.
No nos han dicho nada de verdad sobre la compleja historia de un hombre que, con osadía, exhortó a los palestinos a la lucha armada, pero después se vio más y más restringido por su propia ideología, su punto de vista pragmático y el marco del nacionalismo... y atrapado por la política imperialista.
Igual que de la vida de cualquier figura histórica compleja, se pueden sacar muchas lecciones de la vida de Yasir Arafat, si uno quiere saber la verdad y admira la causa de los oprimidos... lo que no se aplica para nada a los buitres que detentan el poder en Washington, Tel Aviv o El Cairo.
Al hacer un balance de la vida de Yasir Arafat, es importante examinar la historia del pueblo palestino, y de la alianza entre el sionismo y el imperialismo occidental que les robó la patria.
El gobierno y los medios masivos de comunicación han tergiversado y ocultado las raíces del conflicto entre el estado de Israel y el pueblo palestino. Afirman que es un conflicto religioso o dicen que los que se oponen a Israel son antisemitas. Estados Unidos se las da de "mediador honesto" entre dos partes que deben "hacer las paces" y "vivir juntas en la misma tierra". Les echa la culpa a los palestinos por los choques actuales, pasando por alto el hecho de que estos han sufrido la abrumadora mayoría de las bajas en una lucha desigual contra fuerzas israelíes armadas hasta los dientes.
La historia demuestra que los sionistas despojaron, expulsaron y reprimieron al pueblo que vivía en Palestina. El estado de Israel se nutre de la opresión de los palestinos y de la ocupación de su tierra, respaldado por grandes potencias imperialistas, sobre todo Estados Unidos, y al servicio de ellas.
A continuación esbozamos la historia del estado de Israel.
Israel es un estado sionista (un estado que se fundamenta en la ideología conocida como sionismo) fundado por judíos sionistas de Europa, que empezaron a colonizar Palestina (lo que hoy es Israel, Gaza y Cisjordania) a fines de la década de 1880. Si bien existían algunos asentamientos judíos antiguos en el Medio Oriente en aquel tiempo, eran un sector pequeño de la población de Palestina desde hacía dos mil años, pues emigraron a otras partes del mundo a partir del año 70 d.C., cuando el imperio romano conquistó el último reino judío de Palestina. A finales del siglo 19, la mayoría de los judíos vivían en Europa; eran un grupo muy diverso (debido a siglos de migraciones, persecuciones religiosas, matrimonios con otras nacionalidades y religiones) que abarcaba muchas nacionalidades, y tenía distintos puntos de vista políticos y religiosos.
Los sionistas sostenían que los judíos eran el "pueblo elegido" por dios y que Palestina era su tierra prometida; afirmaban que no podían asimilarse a otras sociedades y que necesitaban su propio estado para contrarrestar el antisemitismo. Pero el sionismo no correspondía al sentir de muchos judíos (quienes estaban integrados a la vida y las luchas de los países donde vivían) sino a los intereses de un puñado de judíos burgueses, y desde un principio se alió con el imperialismo contra las masas del Medio Oriente. El fundador del sionismo, Theodor Herzl, señaló que Israel "sería una avanzada de la civilización contra la barbarie". (Rodinson)
Los sionistas difundieron el mito de que Palestina, un territorio del tamaño de El Salvador, era un desierto deshabitado e improductivo: "una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra". En realidad, Palestina fue cuna de antiguas sociedades urbanas y los palestinos laboraron esas tierras durante siglos. En 1947, muchas familias palestinas eran dueñas de las mismas tierras desde hacía mil años. (Guyatt, p.1)
Desde el principio, los sionistas se empeñaron en expulsar a los palestinos y conquistar su tierra. R. Weitz, jefe del departamento de colonización de la Agencia Judía (una importante organización sionista), escribió a sus colegas: "Entre nosotros debe quedar claro que no hay espacio para ambos pueblos en este país... La única solución es trasladar a los árabes a los países vecinos, trasladarlos a todos; no deberá dejarse ni una aldea, ni una tribu". (Said & Hitchens, p. 239)
Hacia 1918, unos 680,000 palestinos y 56,000 judíos habitaban Palestina, y los primeros eran dueños del 97% de las tierras. ( Basic Facts,boletín cuáquero) Pero las potencias imperialistas tenían sus propios planes para la región. Después de la I Guerra Mundial, se repartieron Palestina y los demás territorios del derrotado imperio otomano en medio de una encarnizada competencia por el petróleo, un producto económico y militar muy codiciado. Gran Bretaña vio que un estado colono sionista, semejante a Sudáfrica, afianzaría su dominio de la región y distraería el apoyo de los judíos a la nueva Unión Soviética (en aquel entonces un país socialista revolucionario). En 1917, el secretario del Exterior británico, el señor Balfour, declaró: "Las cuatro grandes potencias están comprometidas con el sionismo, y el sionismo... tiene raíces en una tradición de siglos, en las necesidades presentes y en expectativas sobre el futuro que tienen una importancia mucho más profunda que los deseos y prejuicios de los 700,000 árabes que hoy habitan esa antigua tierra". (Sin, p. 10)
Durante la I Guerra Mundial, Gran Bretaña prometió independencia a Palestina y otros países árabes, pero no cumplió. En 1922, logró que la Liga de Naciones le otorgara un "mandato" para gobernar a Palestina como una colonia y se dedicó a "crear una patria para la nación judía": facilitó la inmigración de judíos, permitió que la Agencia Judía participara en el gobierno y reprimió la resistencia palestina. (Said & Hitchens, p. 242, cita documentos del Parlamento británico)
De 1933 a 1945, en medio de la II Guerra Mundial y el holocausto en Europa, Gran Bretaña y su aliado imperialista Estados Unidos restringieron la inmigración de los judíos a sus países para que emigraran a Palestina. (Es más, esas dos potencias no quisieron bombardear las vías ferroviarias que conducían a los campos de concentración nazis). Asimismo, los líderes sionistas suscribieron acuerdos con los nazis, como el Acuerdo de Havara, que socavaron la resistencia judía en las zonas ocupadas por los nazis y facilitaron la huida de judíos acomodados a Palestina.
La resistencia palestina a los colonos sionistas se remonta a principios del siglo 20. En 1936, los palestinos se alzaron en armas contra las autoridades británicas y los colonos sionistas. En 1939, Gran Bretaña aplastó el levantamiento sin piedad y promulgó leyes de emergencia que imponían la pena de muerte a todo palestino que tuviera un arma. ( Roots,p. 68)
El líder sionista David Ben Gurion escribió: "En nuestro discurso político en el extranjero desestimamos la oposición árabe a nuestro proyecto... [pero] entre nosotros debemos reconocer la verdad... Políticamente, somos los agresores y ellos se defienden... El país les pertenece porque lo habitan; por nuestra parte, queremos asentarnos aquí; desde su perspectiva, queremos despojarlos de su patria...". (Chomsky, p. 90-91)
Tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos surgió como la primera potencia imperialista y ansiaba imponer su hegemonía en el Medio Oriente. En noviembre de 1947, abogó por una resolución de la ONU que dividió a Palestina en dos estados, un estado sionista y otro árabe. En aquel momento, los palestinos tenían el 92% de la tierra y el doble de la población de los sionistas, pero la división les arrebató el 54% de la tierra para dársela a Israel.
Los palestinos y los países árabes rechazaron la división de Palestina; no obstante, el 14 de mayo de 1948 los sionistas establecieron el estado de Israel y se lanzaron a la guerra contra los palestinos. Masacraron a 250 aldeanos indefensos, 100 de ellos mujeres y niños, en Deir Yassin con el fin de sembrar terror. Muchos palestinos huyeron de sus tierras. En enero de 1949, cuando terminó la guerra, casi 800,000 palestinos —los dos tercios de la población— estaban exilados en Líbano, Jordania, Siria, Gaza y Cisjordania, e Israel confiscó el 77% de la tierra. (Chomsky, p. 95)
El apoyo de los países árabes a los palestinos sirvió de pretexto a los sionistas para la guerra; afirmaron que eran víctimas de un ataque sin provocación. Pero David Ben Gurion, en ese entonces un importante líder israelí, admitió: "La cuestión por resolver es la conquista, no la autodefensa. El asunto de las fronteras aún no está resuelto... En cada ataque debe asestarse un golpe decisivo que cause la destrucción de hogares y la expulsión de la población". (Sin, p. 16)
Tras la guerra de 1948, Israel se dedicó a destruir la sociedad palestina, sus pueblos y aldeas, sus lugares históricos y culturales, su infraestructura social. De 1948 a 1988, destruyó 385 de las 475 aldeas palestinas. ( Middle East Reports,6/5/88) El líder israelí Moshe Dayan admitió: "No existe una sola aldea judía que no haya sido construida sobre viviendas árabes". (Sin, p. 15)
En 1967, Israel lanzó la "guerra de Seis Días" con el fin de acaparar más tierras y establecerse como potencia regional. Se apoderó de lo que le faltaba de la Palestina histórica (el 23% restante del territorio de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental), además de la península de Sinai (de Egipto) y Golán (de Siria).
Israel repitió el pretexto de defenderse de la agresión árabe, pero el líder israelí Menachem Begin admitió: "En junio de 1967, nos encontramos nuevamente ante una disyuntiva. Las concentraciones del ejército egipcio en las cercanías del Sinaí no comprobaban que Nasser [líder de Egipto] iba a lanzarse al ataque. Seamos francos. Nosotros tomamos la decisión de atacarlo a él". (Chomsky, p. 100)
En los años 60, en Palestina se dio un auge de lucha revolucionaria, en el que tuvieron gran eco la guerra de liberación del pueblo vietnamita contra los yanquis y las enseñanzas de Mao Tsetung sobre la guerra popular. En 1965, varias organizaciones guerrilleras emprendieron la lucha armada con el fin de crear un estado democrático y secular (no religioso) en todo el territorio palestino. En marzo de 1968, los combatientes palestinos repelieron un ataque israelí de gran envergadura en la batalla de Karameh, Jordania, la cual subrayó la posibilidad de librar una guerra popular contra Israel. ( Roots,p. 9) En esa fase de la lucha armada, Yasir Arafat y Al Fatah, su organización armada, surgieron como dirigentes respetados.
Después de la guerra de 1967, la Resolución 242 de la ONU recomendó que Israel se retirara de las tierras ocupadas y que los países árabes lo reconocieran, pero Israel no acató la resolución. Con el respaldo de Estados Unidos, empezó a construir asentamientos fortificados en esas tierras.
Los palestinos de Cisjordania y Gaza han vivido bajo ocupación militar desde 1967. Su economía está sitiada y no cuentan con las mínimas garantías. En 1988, el ejército y los colonos de Israel acaparaban más del 52% de Cisjordania y el 30% de Gaza, tras destruir miles de hogares palestinos. El ejército responde a protestas con salvajismo y la fuerza de las armas, como se ha visto en el caso de la "intifada" (levantamiento) de finales de los años 80, y en los choques actuales.
Israel es el perro de ataque del imperialismo yanqui en el Medio Oriente y defiende su hegemonía en esa región estratégica de vastas reservas petrolíferas, que es la puerta a Europa, Asia y África. Por décadas ha recibido de $2 a $3 mil millones anuales de ayuda militar yanqui para guerras de agresión y represión de la resistencia palestina. Si no fuera por esa ayuda, Israel no existiría.
Desde su fundación en 1948, Israel ha agredido constantemente a las masas del Medio Oriente y del mundo entero. En 1956, respaldó a Estados Unidos en la guerra por el control del canal de Suez. En 1976, invadió Líbano para evitar que el gobierno cayera en manos de fuerzas contrarias a Estados Unidos; en 1982, mató a más de 20,000 libaneses y palestinos en una nueva invasión, se apoderó de la parte sur de Líbano y la ocupó hasta el año 2000; en 1982, bombardeó un reactor nuclear de Irak y en 1991 apoyó a Estados Unidos en la guerra del Golfo. Los agentes israelíes han entrenado a torturadores de Guatemala, Sudáfrica y muchos otros países, y venden armas a gobiernos reaccionarios pro yanquis en todo el planeta. ("Fort Apache", Chomsky)
Los ataques israelíes y estadounidenses a los palestinos y otros pueblos árabes han prendido una profunda ira popular, y desatado contradicciones muy agudas. Para controlar la situación, afianzar su dominación y fortalecer a Israel, Estados Unidos ha negociado varios acuerdos de "paz" a lo largo de los años.
En 1978, orquestó los "Acuerdos de Camp David" entre Israel y Egipto, el primer país árabe que reconoció oficialmente al estado sionista.
Un elemento clave de la estrategia estadounidense es el plan de "dos estados": que los palestinos reconozcan al estado de Israel (y paren su lucha) a cambio de un "miniestado" en Cisjordania y Gaza. Hacia finales de los años 80, el líder de la Organización de Liberación Palestina (OLP), Yasir Arafat, básicamente aceptó esa propuesta.
Estados Unidos y Israel no tienen la menor intención de permitir la creación de un estado palestino independiente. Según el Acuerdo de "Paz" de Oslo de 1993 (y el Acuerdo Wye de 1998), con el tiempo Israel transferiría el 40% de la Cisjordania ocupada al control total o parcial de la Autoridad Palestina. En 1994, Arafat y la dirección de la Organización de Liberación Palestina regresaron a Gaza de Túnez.
Pero la Autoridad Palestina solo controlaba una pequeña parte del territorio histórico de Palestina. En los años 1990, a los palestinos les ofrecieron el 10% de ese territorio poco a poco en pequeñas parcelas desconectadas. Por su parte, Israel controla el 90% de Palestina (Guyatt, p. xii) y todos los puntos estratégicos, como el Golán, las principales carreteras de Cisjordania, las fuentes de agua, las fronteras con países vecinos y el acceso al mar.
En ese período, Israel estableció centenares de colonias (campamentos armados de religiosos derechistas fanáticos y expansionistas) por toda Palestina. Se apoderaron de las colinas estratégicas, las fuentes de agua y los mejores caminos, e Israel despachó tropas para protegerlas.
A la Autoridad Palestina le mandaron dejar de luchar contra Israel y aplastar la lucha popular contra el robo del territorio palestino y la dominación armada. No le permitieron crear un ejército nacional y la sometieron a casi constantes ataques. A cada paso, Israel amenazó con atacar a los palestinos, acorralarlos y quitarles las tierras y los huertos. Tildó a la Autoridad Palestina de "socio inaceptable" para negociar la paz.
~ El acuerdo de Oslo no dijo nada sobre el regreso de los cuatro millones de refugiados palestinos que viven fuera de lo que hoy es Israel, Cisjordania o Gaza, ni sobre su indemnización. Esos palestinos son "la mayor población de refugiados del mundo".
A fin de cuentas, el proceso de negociaciones fracasó durante la cumbre de Camp David de julio de 2000 (entre el presidente Bill Clinton, el primer ministro israelí Ehud Barak y Yasir Arafat de la Autoridad Palestina) porque Estados Unidos e Israel no querían darle a los palestinos el control de Jerusalén ni el derecho de regresar a Palestina.
La segunda intifada: Provocación, amenaza y resistencia
En septiembre de 2000, Ariel Sharon (notorio general asesino y derechista) dirigió a mil soldados y policías israelíes a apoderarse de la mezquita Al-Aqsa, prominente símbolo islámico en Jerusalén. Con esa provocación armada, Sharon buscaba humillar a los palestinos y establecer la irrevocable supremacía israelí en Jerusalén. Fue una arrogante declaración de que los sionistas nunca iban a compartir la ciudad con los palestinos, a pesar de que tanto los palestinos como todo el mundo árabe la consideran la capital de Palestina.
Esa provocación suscitó dos respuestas. Los palestinos, y especialmente la juventud, iniciaron la segunda intifada, una gran ola de lucha contra la dominación israelí. Y en febrero de 2001, Israel instaló a Sharon como primer ministro.
La opresión de los palestinos empeoró enormemente y, en respuesta, los palestinos redoblaron la lucha. Israel inició una campaña de ataques militares para aplastar la infraestructura política y civil palestina. Sus helicópteros y escuadrones de la muerte cazan y asesinan a dirigentes de los grupos palestinos.
En marzo de 2001, el ejército israelí rodeó la ciudad de Ramallah con trincheras y aisló la capital de la Autoridad Palestina. El servicio noticioso AFP informó sobre el aislamiento de otra ciudad palestina: "La ciudad de Jericó, famosa por la historia bíblica del sitio y de las murallas que se vinieron abajo, lleva dos meses rodeada de una zanja de dos metros que bloquea la llegada y salida de productos y materias primas y ha paralizado la economía". Las zanjas son parte de una cruel política de aislar a los palestinos y aplastar la resistencia. Por un lado matan a los manifestantes en la calle y, por el otro, estrangulan las comunidades con bloqueos, retenes, toques de queda y trincheras.
Los retenes militares impiden que los palestinos vayan de un pueblo a otro en Cisjordania y Gaza. El ejército incluso impide que los palestinos que tengan emergencias médicas pasen por los retenes para llegar al hospital, y no pocos han muerto por eso.
Más de 130,000 trabajadores palestinos no han podido cruzar la frontera a Israel para trabajar y no tienen con qué subsistir. La tasa de desempleo es del 50%. Hace poco el Programa Mundial de Alimentación de la ONU anunció que los palestinos son de los pueblos más pobres del mundo y que el nivel de pobreza se ha duplicado.
En febrero de 2002, el ejército israelí invadió los pueblos palestinos de Gaza y amenazó con atacar a la población con artillería y tanques. Mandó bulldozers blindados a destruir centenares de casas y centenares de hectáreas de olivares y árboles frutales.
También atacó desde el aire con aviones F-16 y helicópteros Apache (de Estados Unidos) y destruyó zonas residenciales y edificios gubernamentales, entre ellos las oficinas de un alto funcionario de la ONU. La ONU condenó el bombardeo de zonas residenciales.
En marzo de 2002, Israel inició la mayor ofensiva militar contra los palestinos desde la guerra de 1967. Invadió las zonas palestinas con tanques e infantería y llevó a cabo una campaña de castigo colectivo con gran salvajismo.
El 29 de marzo, 150 tanques israelíes invadieron Ramallah (Cisjordania), la capital de la Autoridad Palestina. Destruyeron casas, tiendas y oficinas gubernamentales. Arrestaron y les vendaron los ojos a hombres y mujeres; a miles los interrogaron y se los llevaron a penales militares en el desierto Negev.
En el Ministerio de Educación, destruyeron un sinnúmero de documentos y archivos esenciales para la sociedad palestina. En la Dirección General de Correos destruyeron las cartas.
Un blanco especial y específico de los ataques fue la Autoridad Palestina. Entraron al complejo de edificios de la Autoridad y abrieron boquetes con tanques y ametralladoras. Aislaron a Arafat en el segundo piso. Como cortaron la electricidad, solo podía comunicar con un teléfono celular.
Arafat estuvo preso en Ramallah, rodeado por tanques y soldados, hasta que salió para ir al hospital de París. El gobierno israelí debatía si asesinarlo o exiliarlo.
En el campo de refugiados de Jenin, donde viven 15,000 palestinos, las fuerzas de ocupación tropezaron con una fuerte resistencia. Doce soldados murieron en una emboscada. Por venganza, el ejército destruyó el centro del campo con misiles, tanques y bulldozers blindados.
En junio de 2002, el gobierno israelí empezó a construir un siniestro muro fortificado para separar Israel de las zonas palestinas de Cisjordania y robarles más terrenos a los palestinos. Israel lo llama una "cerca de seguridad", pero los palestinos lo llaman "el muro de apartheid", porque divide su territorio en sociedades dispares bajo el control de un estado racista.
Siguen construyendo el muro con barreras de concreto, cercas electrificadas, sensores electrónicos y torres de vigilancia. Los guardias tienen órdenes de matar a cualquier palestino que se acerque sin permiso.
El muro se extenderá 400 millas. Aislará más a los pueblos palestinos, separará a muchos granjeros de sus tierras, anexará más tierra palestina y les quitará a más palestinos sus negocios. Convertirá a toda Cisjordania en una especie de prisión.
Israel ya ha rodeado Gaza con un muro militar y la ha convertido en un enorme campo de concentración para un millón de palestinos.
V.K. Sin, "Israel: Perro de presa del imperialismo en el Medio Oriente", Un Mundo Que Ganar,1988/11
"Palestina: Una historia de ocupación y resistencia", Obrero Revolucionario , 10 de noviembre de 1991
"Fort Apache, El Medio Oriente", Obrero Revolucionario , 6 a 27 de enero de 1984, cita a Israel Shahak, Israel’s Global Role (Belmont, Massachusetts: Arab American University Graduates, 1992); Fateful Triangle ; y Maxime Rodinson, Israel: A Colonial-Settler State?(Nueva York: Monad Press, 1973)
The Fateful Triangle, Noam Chomsky (Boston: South End Press, 1983)
Joy Bonds, Jimmy Emerman, Linda John, Penny Johnson, Paul Rupert, Our Roots Are Still Alive—The Story of the Palestinian People (Nueva York: Institute for Independent Social Journalism, 1981)
Nicholas Guyatt, The Absence of Peace—Understanding the Israeli-Palestinian Conflict (Nueva York: Zed Books, 1988)
"Palestine for Beginners", Middle East Report , septiembre-octubre de 1988
"Israel and the Palestinians", Middle East Report,mayo-junio de 1988
"Who Are the Palestinians", Quaker Middle East Representatives Newsletter No. 7
Edward W. Said, Ibrahim Abu-Lughod, Janet L. Abu-Lughod, Muhammad Jallaj, Elia Zureik, "A Profile of the Palestinian People", de Edward Said y Christopher Hitchens, Blaming the Victims—Spurious Scholarship and the Palestinian Question (Nueva York: Verso, 1988)
"Twenty Basic Facts About the Palestine Problem", The Islamic Association for Palestine, 2000
Edward Said, "The End of Oslo", The Nation,30 de octubre de 2000