Relatos presenciales, Fallujah:
Crímenes yanquis y resistencia iraquí

Obrero Revolucionario #1266, 30 de enero, 2005, posted at rwor.org

En noviembre, George Bush celebró su victoria electoral con un ataque de gran envergadura contra Fallujah, una ciudad iraquí de 300,000 habitantes que es símbolo de la resistencia popular contra la ocupación.

Las fuerzas yanquis bombardearon la ciudad con aviones y artillería y destruyeron muchos barrios. Centenares de miles de iraquíes huyeron a campos de refugiados. Siguió un ataque terrestre con unidades blindadas. El ejército yanqui anunció que había "quebrado" la resistencia. Sin embargo, está claro que no ha logrado "pacificar" totalmente la ciudad.

El siguiente artículo se basa en un informe del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar y en informes de los websites electroniciraq.net y dahrjamailiraq.com/weblog/

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La mayoría de los habitantes de Fallujah aún no ha recibido el permiso de regresar. Miles pasan el frío invierno en carpas en el terreno de la Feria Internacional, la universidad y otros lugares de la capital.

Los comandantes yanquis declararon que convertirían la ciudad ocupada en una "ciudad modelo". Cuando los primeros habitantes regresaban a sus hogares el 24 de diciembre, los soldados yanquis les tomaron huellas dactilares y muestras de ADN y les digitalizaron la retina. Además, les dieron un gafete con el domicilio inscrito, diciendo que sería un delito no tenerlo puesto. Por temor a carro-bombas, les prohibieron manejar vehículos motorizados en la ciudad. Advirtieron a las familias que no comieran los alimentos que dejaron atrás, lo que suscitó especulaciones de que los yanquis usaron armas químicas contra la resistencia y envenenaron la comida.

El primer grupo de habitantes con permiso para regresar, unos dos mil, eran del barrio Andalus, que se dice padeció menos daños que otros. El 24 de diciembre, el Dr. Saleh Hussein Isasi, director interino del hospital general municipal que acompañó a algunos refugiados hacia la ciudad, le dijo a la BBC:

"A las 8 horas del viernes, los soldados del retén estadounidense al oeste de la ciudad decidieron dejar pasar a ver sus hogares a los habitantes, sobre todo del sector Andalus. Estuve ahí. En la ciudad, del 60 al 70% de las casas y edificios están completamente arrasados y dañados y por ahora no son habitables. Del 30% restante, dudo que ni uno no haya sufrido daños. Uno de mis colegas... fue a ver su hogar; lo encontró casi completamente colapsado y todas sus pertenencias incendiadas. En la casa de un vecino, halló un familiar suyo muerto y un perro que se le había comido la mitad de la carne".

El 31 de diciembre, miles de refugiados protestaron frente a la entrada principal de la ciudad.

Exigieron el fin de las revisiones en los retenes, la restauración de servicios básicos y la retirada de las tropas de ocupación. En cosa de semanas, volvieron decenas de miles de habitantes a pesar del toque de queda del anochecer al amanecer.

Matan a todo el que se mueve

La unidad de información IRIN de la ONU entrevistó al mismo doctor. Dijo que el equipo de urgencias del hospital recuperó más de 700 cadáveres de los escombros, de los cuales más de 550 eran mujeres y niños y la mayoría de los hombres eran ancianos. El equipo sólo ha podido entrar a nueve de los 27 barrios de la ciudad.

Los yanquis dicen que mataron a dos mil combatientes de la resistencia. Como los guerrilleros combaten a una ocupación extranjera, las muertes son injustas.

Las fuerzas de ocupación no distinguieron entre combatientes y civiles. Destruyeron cuanto edificio pudieran a fin de "ablandar" a los combatientes antes de la ofensiva final. En la última fase de la ofensiva, gran cantidad de tropas terrestres yanquis ocuparon lo que esperaban sería un cementerio en masa; hasta los comandantes citados por los medios admitieron que mataron a todo lo que se moviera, tanto seres humanos como animales. Con detectores de calor rastrearon señales de vida en los escombros y luego los arrasaron a sangre y fuego. Tenían un temor bárbaro a todo mundo. Antes de entrar a "limpiar" los edificios, echaron granadas y explosivos.

Un camarógrafo de la Lebanese Broadcast Corporation, Burhan Fasa’a, le dijo al periodista independiente Dahr Jamail lo que vio durante los combates de noviembre:

‘"Entré a la ciudad cerca del barrio Julan, que está cerca del hospital general’, dijo en una entrevista en Bagdad. ‘Desde la azotea del hospital, francotiradores estadounidenses rociaban a todo mundo’. Muy nervioso, fumaba cigarrillos durante la entrevista, obviamente conmovido por lo que vio. El 8 de noviembre, los soldados dejaban que las mujeres y niños, no los hombres, salieran de la ciudad. Para filmar desde dentro de la ciudad, como no logró entrar por los retenes principales, tuvo que dar una vuelta por las afueras y por un pelo logró entrar caminando por la zona rural cerca del hospital principal y cruzando el río en un botecito. ‘Antes de encontrar el botecito, estaba a 50 m del hospital desde donde rociaban los francotiradores estadounidenses a todo mundo’, dijo. ‘Pero logré entrar’.
"Me relató que los cazas yanquis bombardeaban tan fuerte y constantemente que casi no pasó ni un minuto sin que el suelo temblara. ‘Los estadounidenses usaron bombas muy pesadas para quebrar el espíritu de los luchadores’, explicó. Con los brazos mostró el alcance del embate: ‘¡Lo bombardearon todo! ¡Digo todo!’
"Relató que continuaron los bombardeos los primeros dos días. El tercer día, columnas de tanques y vehículos blindados avanzaron. ‘Enormes cantidades de tanques, vehículos blindados y soldados entraron por el lado norte de la ciudad. Filmé al menos doce vehículos estadounidenses destruidos’, dijo.
"Los soldados aún no podían entrar a la ciudad, así que reiniciaron los bombardeos. ‘Vi que al menos 200 familias murieron aplastadas en sus casas por las bombas estadounidenses’, dijo Burhan mirando al suelo mientras una larga ceniza colgaba de su cigarrillo... ‘Como los habitantes no podían salir de sus hogares, enterraron a los muertos en sus huertas. Con tanta gente herida y sin medicamentos, muchos murieron a causa de las heridas. Cualquiera en la calle era blanco de los estadounidenses; hasta yo vi muchísimos civiles muertos por ellos’...
"Los militares pidieron por altavoz que las familias se rindieran y salieran de sus hogares, pero Burhan dijo que tenían demasiado temor como para salir. Por eso, los soldados abrieron a ráfagas las puertas de las casas y las allanaron. ‘Como los estadounidenses no tenían intérpretes, entraron a las casas y ¡mataron a los habitantes porque no hablaban inglés! Entraron a la casa donde estaba yo con 26 personas más y tirotearon a todos porque no obedecían las órdenes, aunque fuera porque nadie podía entender ni una palabra de inglés... Como pensaban que rechazaban sus órdenes, los balearon. Pero es que ¡no les podían entender!’
"Atestiguó algo que muchos refugiados de la ciudad han reportado. ‘Los civiles intentaron escapar nadando por el río Éufrates, pero los francotiradores estadounidenses los balearon a todos desde el otro lado del río’... Atestiguó otro horrendo incidente que reportaron muchos refugiados que llegaron a Bagdad. ‘El martes 16 de noviembre, vi tanques aplastando a las personas heridas en las calles del barrio Jumariyah. Ahí hay una clínica pública, así que se llama la calle de la clínica. Debido a fuertes combates en la calle, había 20 combatientes muertos y algunos civiles heridos frente a la clínica. Estuve en esa clínica a las 11 horas el 16, cuando los tanques molieron los muertos y heridos’".

Resistencia implacable

En medio de todo eso, continuó la resistencia. El 13 de diciembre, se dieron escaramuzas en los barrios orientales. El periodista iraquí Fadil al-Badrani le dijo a Al Jazira que eran los combates más cruentos en dos semanas. Las bombas de los cazas yanquis prendieron gruesas columnas de humo en los barrios Jubail, Askari y Shuhadan Sinari.

El 7 de enero, las autoridades de ocupación de Fallujah informaron que continuaban los combates y bombardeos.

Lejos de "quebrar" la resistencia, continúan los combates más intensos y amplios desde el inicio de la ocupación. Los guerrilleros se apoderaron temporalmente de Mosul, la tercera ciudad del país; aunque algunos soldados yanquis de Fallujah se trasladaron hacia esta ciudad, todavía hay una contienda muy fuerte. Lo mismo ocurre en algunos barrios de Bagdad. Las fuerzas de ocupación admiten que en gran medida están fuera de su control cuatro de las 18 provincias del país, con la mitad del territorio (todo el país al oeste y al norte de Bagdad salvo el Kurdistán) y buena parte de la población.