Cuidado con lo que digas
Grupo de Escritores de Nueva York
Obrero Revolucionario #1270, 13 de marzo, 2005, posted at rwor.org
"En las universidades del país, la gente se siente bajo sitio".
Joan Wallach Scott, profesora de ciencias sociales del Institute for Advanced Study,
hablando el 9 de febrero en un foro sobre "La defensa de la libertad académica en un ambiente de terror"
Dos grupos derechistas han tomado la ofensiva contra varios profesores del departamento de Lenguas y Culturas del Medio Oriente y Asia (MEALAC, siglas en inglés) de la Universidad Columbia (Nueva York). Los acusan de ser prejuiciados y antisemitas y de callar a los estudiantes que no comparten sus ideas (en particular, sobre el conflicto Israel/Palestina), y han organizado un comité para investigarlos. El comité realizó audiencias para que los estudiantes ventilaran sus "ofensas" e "intimidación".
Se informa que varios donantes y exalumnos han amenazado suspender las donaciones a la universidad a raíz de esas acusaciones.
Sin embargo, las acusaciones no vienen simplemente de "estudiantes agraviados", y a los acusadores en realidad no les preocupa que los profesores estimulen debate.
En el fondo, se trata de no permitir que dichos profesores --y otros profesores por todo el país-- contradigan la posición del gobierno y critiquen a Israel, su opresión de los palestinos y el respaldo que recibe de este país. También se trata de no permitirles enseñar a pensar creativa y críticamente... en vez de marchar al compás de la ideología y política dominante.
La campaña derechista contra los intelectuales no se limita a las universidades. Mediante amenazas de quitar fondos o hacerles investigaciones financieras, se obliga a los científicos a censurar su trabajo y abandonar sus proyectos por completo. Todo esto va de la mano con los ataques en todo el país contra el análisis crítico, el cuestionamiento y el disentimiento. (Vean el artículo sobre los ataques a Ward Churchill, un profesor de la Universidad de Colorado, en este número del OR ).
Para las fuerzas derechistas, la Universidad Columbia es un blanco clave. En el pasado han lanzado ataques, pero sin los avances que han logrado ahora.
Como las demás universidades antiguas y prestigiosas de la "Ivy League", la Universidad Columbia atrae a intelectuales respetados y de renombre. Es, en particular, un centro importante de la voz y la experiencia palestinas. Debido al prestigio y fama de la universidad, y la influencia que ejerce en el discurso académico, la consolidación de un espacio derechista ahí sería un golpe de gran alcance. Podría crear un precedente peligroso a favor de la censura y de poner a la defensiva a cualquier profesor. Las universidades de la "Ivy League" influyen mucho en los centros intelectuales, de política y de investigación, así que tal precedente tendría impacto mucho más allá del mundo académico.
Edward Said, quien fue profesor de Literatura de Columbia, incorporó la "narrativa palestina" en el estudio académico y contribuyó mucho al prestigio de la universidad y de MEALAC antes de su muerte en el 2003. Tenía renombre internacional como erudito y autor, y fue un defensor implacable del pueblo palestino. Hizo destacar la lucha palestina en la conciencia de muchos intelectuales aquí y por todo el mundo. Su muerte cambió el terreno político y dejó un vacío que quieren llenar los derechistas.
El gobierno se percató de MEALAC el año pasado cuando los republicanos querían aprobar el proyecto de ley "Educación Superior en Estudios Internacionales". Llevaban cinco años promocionándolo, y siguen haciéndolo este año. El proyecto de ley propone adjudicar unos $80 millones a estudios internacionales y de idiomas extranjeros, destinar más recursos a programas relacionados a la seguridad nacional y, lo que es más importante, permitir que el gobierno supervise las investigaciones y el plan de estudios. Entre los grupos opositores, MEALAC fue uno de los más grandes y más influyentes.
"Para mí, estamos en la Edad Media. Esto no es el Estados Unidos a donde llegué en 1976. No lo reconozco. Estoy en un estado de `shock' moral".
Profesor Hamid Dabashi de la Universidad Columbia, citado en el New York Times el 18 de enero
El ataque empezó a finales de octubre del 2004, cuando los medios de comunicación vieron un documental titulado "Columbia Unbecoming", de un grupo pro Israel que se llama el Proyecto David. La película presenta a un puñado de estudiantes que sostienen que los profesores de MEALAC los trataron mal. Como si fuera evidencia secreta, el documental jamás se presentó públicamente en la universidad o ante los profesores. Se presentó en Israel y ante ciertos medios de comunicación, y casi de inmediato los periódicos New York Sun, Daily News y New York Post empezaron a bramar contra esos profesores "anti-americanos".
A la campaña se sumó el grupo Campus Watch, fundado por Daniel Pipes, un tipo muy conocido por sus ideas derechistas y sus vínculos con David Horowitz, líder del grupo reaccionario Students for Academic Freedom (Estudiantes pro Libertad Académica). Campus Watch y otros grupos instan a los estudiantes a vigilar y denunciar a profesores liberales o izquierdistas que, según ellos, intimidan a los estudiantes de ideas opuestas. En realidad, esos grupos no se oponen a la intimidación, siempre y cuando sea a favor de sus objetivos.
Un frente de ataque clave en esta batalla es acusar a los profesores de antisemitismo --y hasta de tener vínculos con el "terrorismo"-- cuando critican al estado de Israel y el respaldo que recibe del gobierno estadounidense. Para dar un ejemplo, el Proyecto David auspició un evento pro Israel en la Universidad Columbia donde habló Alan Dershowitz, un profesor de la Universidad Harvard que propone que el gobierno torture a los sospechosos de terrorismo. Dershowitz, quien se ha unido al coro reaccionario contra MEALAC, dijo: "Los profesores de MEALAC van más allá de oponerse a Israel; estimulan el terrorismo islámico".
Dichas tácticas de caza de brujas están teniendo su efecto. El profesor Joseph Massad, un palestino nacido en Jordania, se sintió obligado a cancelar el curso que iba a dar sobre "Política y sociedades palestinas e israelíes". Fue uno de los profesores más criticados en la película "Columbia Unbecoming" y ha recibido la mayor cantidad de "quejas".
En la película también figuran el profesor George Saliba, que enseña ciencias árabes e islámicas y es director de estudios de posgrado de MEALAC, y el profesor Dabashi. Las "críticas" a Dabashi, un iraní, vienen de haber cancelado una clase para ir a un mitin en pro de Palestina; según informes, le atacan principalmente por la perspectiva política de sus publicaciones.
No es de sorprenderse que esa campaña, que ha polarizado la universidad, haya desatado los sentimientos racistas de otros sectores. El profesor Massad ha recibido un mar de mensajes de odio, que le dicen "jockey de camellos" y "fascista islámico". Le comentó al New York Times que gente de afuera interrumpe sus clases para provocarlo. El Times agregó que un profesor de la Facultad de Medicina le mandó a un profesor atacado un email en que le llamó "un árabe patético y típicamente mentiroso" que debiera abandonar el país. También ha habido amenazas de muerte.
Rachid Khalidi, profesor Edward Said de Estudios Árabes, grabó un mensaje telefónico que decía: "Khalidi, los exalumnos de Columbia apreciamos a Campus Watch porque vigila a hampones como tú. Te tenemos puesto el ojo. ¡Cuidado!". Khalidi le dijo al New York Times : "En los medios de comunicación y en la política, no existe un debate serio sobre el Medio Oriente. Tales perspectivas se encuentran solamente en las universidades y ahora quieren cerrar ese último espacio".
El profesor Massad es más vulnerable porque no tiene cátedra con titularidad. En un ensayo, escribió hace poco: "La página web de Campus Watch parece ser la primera salva de una campaña contra las universidades del país y, en particular, los profesores que investigan temas del Medio Oriente y critican el estado de Israel y la política de este país en la región. Desde entonces, se han iniciado campañas más prolongadas; la más reciente me ataca y es obra de un grupo sionista de Boston, que se llama el Proyecto David, y el periódico derechista New York Sun . A raíz de esa campaña, un congresista ha pedido que la Universidad Columbia me despida".
El impacto de grupos como Campus Watch y el Proyecto David se manifiesta a muchos niveles. En varias universidades, se informa que la rectoría está actuando de antemano (en unos casos voluntariamente, en otros casos no) para silenciar a ciertos profesores. Por otro lado, los profesores sienten la presión de ser prudentes en lo que digan o escriban. El profesor Hamid Dabashi le dijo al New York Times que ahora se siente cohibido al hablar y ha cancelado varias presentaciones públicas. Sigue pensando que su deber es criticar lo que va en contra sus principios y agregó: "Pero me pregunto ¿para qué?. Me están convirtiendo en un monstruo de dos cabezas".
Campus Watch, David Horowitz y el Proyecto David lloriquean que las universidades como Columbia son baluartes liberales y que es necesario "hacer ajustes"; dicen que "reprimen" las perspectivas conservadoras y que las "víctimas" necesitan apoyo y protección. En realidad, sus opiniones no son una minoría, ni en las universidades ni en el país. Después de todo, ¿quiénes son el presidente y el partido de gobierno? Y el pensamiento radical, ¿a poco ha llevado la batuta en las universidades?
Lo que está pasando en la Universidad Columbia es parte de una caza de brujas nacional donde el disentimiento se considera igual a la "traición" y el "terrorismo". Las universidades están bajo el escrutinio amenazador de fuerzas derechistas... y eso ha tenido un impacto peligrosísimo. Las fuerzas reaccionarias llevan la delantera y tienen el respaldo de figuras altas y poderosas; claramente esto es solo el comienzo. Tienen ambiciones de silenciar el análisis crítico en las universidades y eliminar el debate sobre temas que consideran "polémicos" e "inaceptables".
Las consecuencias de estos ataques pueden ser enormes en todos los campos: para los que alzan la voz contra las guerras de Estados Unidos en Irak y otros países, los científicos que investigan enfermedades que afectan principalmente a las comunidades gay, y otros grupos opuestos al proyecto de Bush y Cía o fuera de la moral tradicional. ¿Qué clase de futuro tendríamos? ¿Qué consecuencias habrá al eliminar o suprimir el análisis crítico en los ámbitos donde supuestamente impera? ¿Qué significaría eso para las demás esferas de la sociedad?