Mission Viejo, California
Obrero Revolucionario #1271, 20 de marzo, 2005, posted at rwor.org
En la madrugada del 5 de febrero, el agente de la Migra Douglas Bates mató a Bassim Chmait de un balazo a quemarropa en la cabeza, en el patio de los apartamentos Madrid de Mission Viejo, California. Hay testigos: amigos de Bassim y vecinos del asesino. Los sheriffs del condado Orange llegaron al lugar del asesinato en cuestión de minutos y encontraron a Bates en su apartamento con la pistola.
Bassim Chmait tenía 20 años. Su familia emigró de Líbano cuando él tenía un año.
Los amigos de Bassim cuentan lo que sucedió: era viernes, como a la 1:30 de la mañana. Iban a una fiesta en los apartamentos Madrid, riéndose, cuando alguien les lanzó una lata de soda. En eso se les acercó Bates con una pistola en una mano y una placa en la otra. Les gritó: "Seguro que no se quieren meter con un policía, ¡¿correcto?!", y le dio a uno de ellos en la cabeza con la pistola. Bassim se puso al frente para proteger a sus amigos y calmar la situación. Bates le puso la pistola en la cabeza y apretó el gatillo.
Sus amigos gritaron del shock y dolor y corrieron a atenderlo. El asesino se dio la vuelta y regresó a su apartamento como si nada. Los sheriffs inmediatamente se pusieron a inventar un cuento. No les preguntaron nada a los amigos de Bassim ni a los vecinos que vieron todo y estaban frente al apartamento de Bates. Solo entraron al apartamento del asesino para hablar con él.
¿Cuándo no es suficiente agarrar al asesino con la pistola en la mano? Cuando se trata de un policía. Douglas Bates es agente del Departamento de Seguridad de la Patria (Department of Homeland Security), una enorme entidad federal establecida después del 11 de septiembre con enormes poderes policiales. Específicamente, Bates trabajaba para el Buró de Inmigración y Aduana o, mejor dicho, la Migra.
La "investigación" de los sheriffs procuró encubrir los hechos. Sin los pretextos de costumbre, o sea, no hubo persecución, Bassim no estaba armado ni "metió la mano en el pantalón como para sacar algo", ¿qué iban a decir? Un vocero dijo: "No hay pruebas contundentes de que se cometió un delito, por tanto no le podemos levantar cargos". Unos días después agregaron: "En cuanto un sheriff determine que existen todos los elementos de que se ha cometido un delito y el sheriff crea que se ha cometido un delito, entonces sí se arrestará a la persona".
"Imagínense si hubiera sido al contrario", dijo un pariente de Bassim. Todo mundo sabe lo que hubieran hecho si un joven árabe-americano, o una persona cualquiera, hubiera matado a un policía.
"No hay pruebas contundentes de que se ha cometido un delito" es la versión oficial, a pesar de que encontraron a Bates con la pistola en las manos. El periódico Orange County Register escribió que "hay dos versiones en conflicto". Dice que por un lado está la "versión que se basa en un informe del Departamento de Sheriffs del condado Orange", sin mencionar que la fuente del informe es el asesino, y este dice que salió del apartamento para "investigar un disturbio" y que estaba "en una trifulca" cuando le disparó a Bassim.
Según los parientes de Bassim, Bates dio por lo menos dos versiones de los hechos. Primero dijo que Bassim y sus amigos eran "pandilleros", como si eso justificara matar a cualquiera. Después dijo que fue un accidente.
Bassim Chmait iba a cumplir 21 años en un par de meses. Tiene un hermano mayor y una hermana de 15 años que nació aquí. Estaba estudiando en el Santiago Canyon College. Pero estos datos no captan la esencia de la vida que sofocó el policía.
"Era poeta. Cantaba de la vida, de la vida dura. Era un magnífico poeta. No es como una canción que uno oye una sola vez, uno quiere oírla una y otra vez, para escuchar las palabras que usaba. Es conmovedora", dijo su hermana Diana.
"Nunca tuvo problemas en la vida. Superó con una sonrisa todos los obstáculos que se le presentaron. El apodo que le dieron de niño en árabe quiere decir sonrisa", dijo uno de sus amigos.
La noticia de la muerte de Bassim corrió por boca de sus amigos y parientes, así como la noticia de que no arrestaron al asesino.
Más de 400 personas de diversas edades fueron al entierro. Semanas después la tragedia sigue impactando. El papá de Bassim se enfermó por el stress y la pena. Hassam, un vocero de la familia, nos dijo: "¿Por qué uno le dispara a otra persona?... No te imaginas el dolor y pena que este individuo le ha causado a la familia. Tantos lo querían".
Sus amigos se empezaron a reunir cada semana en los apartamentos Madrid, donde todavía vive Douglas Bates, y abrieron una página web (www.justiceforbassim.com) para recordarlo y dar a conocer información sobre protestas. Piden que arresten al asesino de Bassim y el 22 de febrero hubo una protesta frente a la fiscalía distrital para denunciar el encubrimiento.
En una reciente vigilia una señora dijo que era su primera protesta, y comentó: "Yo también vivo en Mission Viejo y tengo hijos de 19 y 20 años. No tiene sentido que tomen la ley en sus propias manos. Queremos que haya seguridad en las calles y que se haga justicia". Unos portaban enormes retratos de Bassim con la inscripción "No descansaremos hasta que arresten al asesino". En la vigilia estuvo el presidente del Comité Árabe-americano del Partido Republicano de la región.
Mission Viejo queda en el sur del condado Orange, al sur del condado Los Ángeles. Es una comunidad residencial de amplias avenidas que conducen a las autopistas. Hace años el condado Orange era conocido como "territorio de Reagan", un enclave blanco conservador. Pero en las dos últimas décadas, como resultado de la migración mundial de la humanidad, se ha convertido en una comunidad multicultural. Un amigo de Bassim dijo que es "un crisol de culturas y eso es bueno, porque uno ve cómo todos se expresan a su manera. Todos son diferentes pero iguales al mismo tiempo. Todos están mezclados aquí. Tenemos los mismos problemas que hay en cualquier ciudad".
Según Nadar Abuljebain, de la rama del condado Orange/Los Ángeles del Comité Árabe-americano contra la Discriminación, es la clase de comunidad donde uno piensa ir a vivir porque hay seguridad para los niños y buenas escuelas. Su organización ha denunciado el asesinato de Bassim y la respuesta del gobierno.
El asesinato de Bassim forma parte de una serie de ataques contra árabes y musulmanes (o personas que podrían ser árabes o musulmanes), muchos de ellos llevados a cabo por el Departamento de Seguridad de la Patria. A dos reconocidos clérigos musulmanes, Abdul Jabbar Hamdan, de la West Coast Islamic Society de Anaheim, y el imán Wagdy Ghoneim, un especialista en el Islam reconocido mundialmente e imán del Islamic Institute of Orange County de Anaheim, los arrestaron en redadas en sus hogares el año pasado agentes de inmigración. Al imán Wagdy lo mandaron a deportar en diciembre y Abdul Jabbar Hamdan está detenido por irregularidades inventadas de inmigración que supuestamente ocurrieron hace 20 años. No lo han dejado salir bajo fianza.
El tío de Bassim habló por muchos árabes y musulmanes que están reconsiderando lo que piensan de Estados Unidos cuando dijo: "El Departamento de Seguridad de la Patria debería protegernos de lo que está pasando, pero no lo hace. Nos intimida, siembra terror. Nuestro propio gobierno nos ha afectado más que los terroristas".
"Lo irónico es que vinimos a Estados Unidos para proteger nuestros derechos civiles. Esa es la única razón por la que vinimos a este país. No fue por razones económicas; ganábamos mucho más en nuestro país. Es muy inquietante que perdamos nuestros derechos civiles simplemente porque somos árabes o musulmanes. Eso nos hace recapacitar. Si esta es la tierra de los libres, deberían proteger mis derechos civiles. Eso es lo que confrontamos ahora", dijo Nader Abuljebain.
La lucha por justicia para Bassim continuará. En una vigilia, una joven que se llama Kim nos dijo: "Era un verdadero amigo, se preocupaba por uno, como la noche que defendió a sus amigos. Así era, solo quería ayudar. Es un héroe".