Ward Churchill habla en la Universidad de Hawai
Obrero Revolucionario #1271, 20 de marzo, 2005, posted at rwor.org
"La invitación al profesor Churchill a dar una conferencia en la Universidad de Hawai demuestra que valoramos y defendemos la libertad de expresión y la libertad académica, lo que implica discusión abierta y debate transparente, y de igual importancia, respeto al diálogo informado en la universidad y en la sociedad, un diálogo que no reduce ideas complejas, polémicas y problemáticas a anuncios de 30 segundos de cablevisión y radio".
Eliza Joy White, profesora de la Universidad de Hawai
"La Universidad de Hawai recibió a Churchill con los brazos abiertos; le pagó unas vacaciones en Hawai. El público lo vitoreó; afuera, apenas un puñado protestó contra ese individuo insensato. ¿Qué pasa en la Universidad de Hawai? ¡Qué vergüenza! Esa institución de enseñanza superior ha perdido por completo mi respeto".
Bill O’Reilly, comentarista derechista, noticiero Fox
Un acto de valor y solidaridad por parte de la Universidad de Hawai ha desatado una nueva ola de ataques contra el profesor Ward Churchill.
Los catedráticos de la Universidad de Hawai (UH), algunos de los cuales conocen muy bien su trabajo, vieron con alarma la caza de brujas que los derechistas lanzaron en enero y febrero contra Ward Churchill. Los derechistas clamaron que Churchill ha dicho cosas intolerables y dementes "a favor del terrorismo", especialmente lo que escribió en un artículo de hace tres años que vinculó los ataques del 11 de septiembre de 2001 a la larga historia de atrocidades yanquis y afirmó que los civiles de este país no pueden dárselas de inocentes. (Véase "La caza de brujas del profesor Ward Churchill: Las guerras culturales en las universidades", OR No. 1270)
Los derechistas querían su cabeza. Exigieron que cancelaran todas sus conferencias. Churchill tuvo que renunciar a su cargo de decano de la Facultad de Estudios Étnicos de la Universidad de Colorado y se pusieron a inventar pretextos para despedirlo de su cátedra. Recibió una serie de amenazas de muerte.
Algunos colegas de Hawai respondieron a la embestida: ¡lo invitaron a dar una conferencia sobre el tema muy apropiado de: "Decirle nuestras verdades a la estructura de poder: Libertad académica en la edad del terror"!
Un organizador de la conferencia le dijo al OR : "La organizamos porque para nosotros está claro que: ’Primero vienen por Ward Churchill y después por nosotros’". Mandaron la convocatoria a varias facultades y programas, y pidieron sus firmas y apoyo económico. ¡La respuesta fue sorprendente!
Firmaron: el Centro de Estudios de las Islas del Pacífico, el Centro de Administración Pública de la Facultad de Ciencias Sociales; la Iniciativa de Diversidad y Equidad; el Centro de Estudios Hawaianos; el Programa de Estudios Culturales Internacionales; el Instituto de Paz Matsunaga; Estudiantes en pro de Equidad, Excelencia y Diversidad; y las facultades de Ciencias Políticas, Sociología, Historia, Letras, Estudios de la Mujer, Estudios Étnicos y Estudios Americanos.
Programaron la conferencia para el 22 de febrero. La intención era hacerle publicidad calladamente en la universidad. Pero hoy por hoy no es posible que un programa académico de este tipo pase desapercibido.
"Todos coincidimos en la importancia de defender la libertad de expresión, pero no a costa de amparar el fraude y la tergiversación. Por lo mismo, espero que la Universidad de Hawai no auspicie la conferencia del señor Churchill".
Fred Hemmings, líder de los republicanos del Senado estatal de Hawai hablando en el Senado
Cinco días antes de la conferencia, los derechistas pusieron el grito en el cielo en sus páginas web. Los medios de comunicación masiva de Hawai y Bill O’Reilly del noticiero nacional Fox les hicieron eco.
Esta nueva ola de ataques tiene nuevos matices. Ahora los derechistas (y el comentarista O’Reilly) dicen que no se oponen a la "libertad de expresión" ni a los escritos de Churchill. Pero resulta, dicen, que ha cometido fraude académico, sus trabajos tienen grandes lagunas y es un charlatán que se presenta como amerindio cuando no lo es. ¡Qué coincidencia que sean las mismas acusaciones que le han lanzado en la Universidad de Colorado, donde es catedrático con titularidad y las autoridades necesitan un buen pretexto para despedirlo!
El método de esta caza de brujas es muy claro: los derechistas de la internet son los perros sabuesos que apuntan por dónde atacar; Bill O’Reilly del noticiero Fox difunde la noticia en todo el país; y los demás medios repiten vergonzosamente sus argumentos extremistas y fascistas a favor de la supresión.
En la campaña participan políticos de peso: el gobernador de Colorado pidió a gritos el despido de Churchill; el gobernador de Nueva York clamó que cancelaran la conferencia en la Universidad de Hamilton; y el destacado estratega republicano Newt Gingrich afirma que deben despedirlo por sus puntos de vista políticos (y no limitarse al pretexto inventado de "fraude académico").
A la cabeza de la embestida en Hawai está Fred Hemmings, el republicano de mayor peso del estado y líder de los republicanos en el Senado estatal. Dice que los contribuyentes no deben pagar los honorarios de conferencistas de oposición, y que si la universidad invita a Churchill u otro a dar una ponencia (aun sin honorarios), debe garantizar la "igualdad de expresión", ¡y también invitar a alguien que lo refute!
Los loros de la prensa repiten el refrán. El diario Star-Bulletin de Honolulú decía en titulares de la página editorial: "Se desmorona la moral de la torre de marfil" y recomendó retirar la invitación a Churchill, diciendo que iba a ser "un circo" y que "no es justo que se gaste el dinero de los contribuyentes en ’fraudes académicos’". También se repitieron las acusaciones de que Churchill no tiene suficiente sangre amerindia para decir que es indígena.
Una bola de políticos de derecha, encabezados por Hemmings, exhortaron a cancelar la conferencia o dar "igualdad de expresión" a un patriota de hueso colorado. Las redes derechistas enviaron cartas tendenciosas a los periódicos y lanzaron ataques contra la Universidad de Hawai y sus catedráticos. En su programa de televisión, Bill O’Reilly atacó a una profesora que ha alzado la voz, Ruth Hsu, y después ella recibió cartas racistas con amenazas de muerte.
Era otro capítulo de la embestida política contra Churchill cuando lo invitaron a dar una conferencia en la Universidad de Hamilton.
"No quieren simplemente despedirme a mí, aunque claro la Universidad de Colorado quiere sacarme. ¡Órale! ¡Ni maíz! Más que eso su intención es hacer purgas políticas en las universidades y transformarlas en grandes bloques de porristas para la bandera a su propio estilo, sin debate crítico, cuestionamiento, investigación ni intercambio de ideas. Para ellos, la universidad está para reforzar y difundir el discurso del statu quo. ¡Pata tin! ¡Pata tan!".
De la ponencia del profesor Ward Churchill en Hawai, 22 de febrero
"A mis padres no les parece que los contribuyentes paguen los honorarios de Ward Churchill, pero les voy a decir que he aprendido más en una sola conferencia que en un curso de historia de un semestre. No estoy de acuerdo con todo pero, eso sí, ¡me hizo pensar!".
Lisa, estudiante de la Universidad de Hawai
"Los que odian a América se confiaron y se pasaron. Ahora nada nos detiene".
Comentarista derechista del periódico de la Universidad de Hawai, 28 de febrero
El 21 de febrero, en plena acometida derechista, varios catedráticos convocaron una rueda de prensa para apoyar la conferencia.
Haunani-Kay Trask, profesora del Centro de Estudios Hawaianos, dijo: "Al igual que las audiencias sobre actividades ’antiamericanas’ del Comité de la Cámara de Representantes de los años 50, la investigación de Ward Churchill en Colorado es puro macartismo. Por esta sola razón, si no fuera por otras, nosotros, los catedráticos y universitarios, así como las demás personas conscientes de las libertades civiles, debemos defender incondicionalmente el derecho constitucional de Ward Churchill de exponer sus puntos de vista como intelectual público".
A pesar de las amenazas y fuertes presiones políticas, las autoridades universitarias no cancelaron la conferencia del 22 de febrero. Pero el rector interino, David McClain, dijo que "en lo personal" consideraba "ofensivos" algunos comentarios de Churchill, y de repente la universidad congeló los fondos para pagar su boleto.
Los medios lanzaron una desenfrenada campaña para que el público no asistiera y "comprobara" que a nadie le interesan los puntos de vista de un tipo como Churchill.
La universidad programó la conferencia en un auditorio chico y canceló la proyección de video video contemplada en caso de que se llenara. Unas horas antes del programa, un vicerrector dijo que no era necesario un auditorio más grande: "Yo no soy jugador, pero apuesto que menos de 300 personas acuden a oír a ese tipo ".
Pero se equivocó. Acudieron casi 1000 personas. Una corresponsal del OR informó: "Todo mundo asistió por sus propios motivos: estudiantes hawaianos que conocían los libros de Churchill; ancianos japoneses que hablaron de los alarmantes paralelos entre las cazas de brujas de hoy y las campañas antijaponesas de la II Guerra Mundial, cuando internaron a los japoneses en campos de concentración; turistas bronceados que contaron que oyeron la arenga de O’Reilly contra Churchill y les dio ganas de oírlo; y catedráticos que platicaron de su preocupación por la libertad académica. Entre el público se veían infantes de marina con camisetas de apoyo a Bush. Un chofer de camión samoano votó por Bush, pero ahora se sentía defraudado. Casi todos apoyaron la invitación a Churchill a dar la charla. Muchos dijeron: ’Quería conocer sus puntos de vista de su propia boca’".
Afuera un puñado de "Republicanos Jóvenes" tenía carteles de "Traidor" y cosas por el estilo. Los camarógrafos filmaron al senador Fred Hemmings y al vicegobernador de Vermont, Brian Dubie, quienes se presentaron para condenar la conferencia y pedir "igualdad de expresión". (Es curioso el concepto de "igualdad de expresión": ¿acaso se aplica también a los radicales y revolucionarios? ¿Acaso significa que deben tener "igualdad de expresión" para refutar los sermones fundamentalistas que se dan en la capilla de la universidad? ¿O para refutar las conferencias de profesores de historia o economía derechistas? ¡Claro que no! Su concepto es que la universidad dé "igualdad de expresión" a los derechistas para que ahí mismo refuten los argumentos de los conferencistas progresistas y "polémicos").
El auditorio se colmó y centenares no lograron entrar. Un tipo de la Rectoría recomendó que se fueran, En vez, se pusieron a corear a voz en cuello. No se podía dar inicio al programa y, finalmente, pusieron bocinas para que oyeran la charla.
Un organizador y la renombrada activista radical Yuri Kochiyama presentaron a Churchill, quien sacó a la luz del día lo siniestros que son estos ataques e instó a oponerse a ellos.
Dijo: "No es precisamente macartismo. Es otra cosa mucho más refinada que tendrá éxito si se deja que siga su curso natural. Si cedemos un milímetro, cabalgarán por encima de todos. ¡Es increíble la fuerza que ha cobrado esta campaña de difamación contra mí! Estos tipos están bien organizados. No son muy preparados ni necesariamente conocen la materia, pero tienen una buena infraestructura de difusión de información... Discúlpenme por el término; en realidad, se trata de desinformación y de un aparato de desinformación y tergiversación de primera".
Detalló cómo ha sido la caza de brujas y dejó al descubierto los crímenes del imperio yanqui contra los pueblos colonizados, los amerindios y los indígenas de Hawai. El público muy entusiasmado lo interrumpió con aplausos una y otra vez.
Casi todos se pusieron de pie y aplaudieron cuando dijo: "En la historia de Estados Unidos no han pasado ni 15 minutos cuando no andaba masacrando a los pueblos del mundo en aras de sus intereses... Este país tan amante de la paz jamás la ha conocido".
Oyeron con interés sus puntos de vista sobre el 11 de septiembre: explicó por qué considera que la ciudadanía debe hacerle frente a su complicidad, en mayor o menor grado, con los crímenes del imperialismo yanqui. Al final de la charla citó un comentario de Newt Gingrich: "¡A darle duro a este tipo y que se caigan los dominós!". Señaló que los "dominós" son campos académicos como estudios étnicos, estudios de la mujer, estudios culturales y estudios gay.
Un asistente le dijo a nuestra corresponsal que muchos estudiantes, catedráticos e incluso los organizadores de la conferencia siguen debatiendo los temas. Un universitario medio bromeó: "¡Esto es lo que debe ser la enseñanza superior!", y al parecer muchos estuvieron de acuerdo.
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Al cierre de esta edición no ha pasado la tormenta derechista (ni las arengas del senador estatal Fred Hemmings). En la Universidad de Colorado pronto empezará la audiencia que determinará la suerte del profesor Churchill.
Emma Pérez, la nueva decana de Estudios Étnicos de la Universidad de Colorado (nombrada tras la renuncia de Churchill), dijo:
"Esto va mucho más allá que el ataque contra un individuo. Se trata de una estrategia nacional muy calculada que esperaba precisamente un ’caso ejemplar’. Con la situación de Ward y el clima post 11 de septiembre, ha encontrado condiciones sumamente favorables. Como ya han hecho en otras partes, quieren desmantelar las victorias estructurales (libertad académica/titularidad, estudios étnicos) que los movimientos sociales de los años 60 lograron en la universidad para las minorías e intelectuales liberales y progresistas. Si se salen con la suya en Colorado, sería un precedente... Somos protagonistas de una lucha histórica"