Revolución #164, 17 de mayo de 2009
Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
Nepal: Renuncia el primer ministro Prachanda, apoya la “comunidad internacional” al desafiante jefe del ejército
El artículo adjunto del 4 de mayo de 2009 del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) da información importante sobre acontecimientos importantes en Nepal en la semana pasada, en concreto una crisis en el gobierno de Nepal que ha llevado a la renuncia de presidente Prachanda del puesto de primer ministro. Publicamos este artículo para informar a nuestros lectores sobre la actual lucha por el poder que precipitó esta renuncia. Mientras se desenvuelve la situación en Nepal vamos a sacar artículos del SNUMQG con más información. El cambio de quien encabece el gobierno señala un cierto punto nodal en el proceso de la revolución en Nepal en que hay contienda muy aguda entre el PCUN (M), por un lado, y las fuerzas y partidos políticos vinculados a las antiguas clases dominantes y la India, por el otro. Esta contienda toma lugar dentro del marco del gobierno actual y no está claro cómo va a desenvolverse la situación, pero sí queda claro que será decisiva la línea que asuman los maoístas en Nepal.
El artículo de Revolución #160 “Sobre lo que pasa en Nepal y lo que está en juego para el movimiento comunista: Cartas del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, al Partido Comunista de Nepal (Maoísta), 2005-2008 (con una respuesta del PCN(M), 2006)” presenta las cartas recién lanzadas en público que contienen un agudo intercambio polémico entre estos dos partidos sobre cuestiones de línea ideológica y política fundamental. Todo esto da un contexto histórico y político para valorar los acontecimientos recientes y un marco político para valorar las medidas tomadas por todas las partes en la crisis actual. Las cuestiones de la lucha entre dos líneas que se analizan muy profundamente en estas cartas son de importancia fundamental hoy: recalcan las cuestiones de vida y muerte para el futuro de la revolución en Nepal, y la lucha más amplia hoy en el mundo por el auténtico comunismo. Instamos a nuestras/os lectoras/es a que estudien a fondo este material, que aborden con seriedad esta lucha sumamente importante y que se adentren en ella. Es una lucha entre líneas con relación a una revolución cuya vida misma pende de un hilo.
Lo siguiente es del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.
4 de mayo de 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El 4 de mayo, renunció el primer ministro Prachanda (Pushpa Kamal Dahal) en una disputa crucial sobre si permitir que el jefe del Ejército de Nepal se burle de la autoridad de su gobierno.
Prachanda, el presidente del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta), había destituido al jefe del estado mayor del ejército Rookmangud Katawal por insubordinación continua y deliberadamente provocadora ante el gobierno civil, en desafío de la constitución interina y el Acuerdo de Paz Global que en 2006 puso fin a los diez años de guerra popular. Pero el presidente Ram Baran Yadav anuló la decisión de Prachanda y ordenó que el jefe del ejército permaneciera en su puesto. (El general Katawal ya se había negado a aceptar la carta del gobierno que le notificara de su destitución.) Además, anuló la decisión del ministro de Defensa, Ram Bahadur Tapa, que supuestamente está a cargo del Ejército de Nepal, de nombrar a otro general como jefe interino de ejército en lugar de Katawal “hasta que se amarre un acuerdo”.
En su discurso de renuncia al día siguiente, Prachanda denunció la acción del presidente por “inconstitucional e ilegal” y por ser “un ataque contra esta naciente democracia y el proceso de paz”. Agregó: “Abandonaré el gobierno en lugar de permanecer en el poder de rodillas ante elementos extranjeros y fuerzas reaccionarias”.
El presidente Yadav aceptó la renuncia y le pidió continuar como primer ministro provisional a la espera de la formación de un nuevo gobierno. Llamó a celebrar una reunión de todos los partidos para tratar una salida de la crisis. El PCUN (M) respondió diciendo que bloquearía todas las actividades del parlamento hasta que el presidente se compareciera ante el organismo y le pidiera disculpas por haber rehabilitado en el cargo al general y que organizaría protestas en la calle.
Al preguntarle un corresponsal si su partido se uniría al nuevo gobierno o no, el líder del PCUN (M) y Ministro de Finanzas Baburam Bhattarai dijo: “Han enviado mensajes al llamado presidente que recibe órdenes directamente de Nueva Delhi al efecto de tomar medidas contra el gobierno elegido y ha reintegrado a su puesto al jefe del ejército destituido. El presidente debería (admitir que es una decisión anticonstitucional) y que solamente con esa condición podemos contemplar la posibilidad de ingresar al gobierno. Si no, saldremos a la calle y organizaremos a las masas para luchar contra el partido antidemocrático” (The Hindu, 4 de mayo). Por “partido antidemocrático” se refiere al Partido del Congreso de Nepal, el partido de oposición pro India con que el presidente tiene conexiones.
Después de unas cantinfladas iniciales, el otro partido de peso del gobierno del PCUN (M), el Partido Comunista de Nepal Unido Marxista-Leninista (UML), junto con otro partido pequeño, abandonaron el gabinete como protesta contra la destitución del general por parte de Prachanda. Por eso, el PCUM (M) corría el riesgo de un voto de censura en el parlamento del que tal vez no pudiera haber salido bien librado aunque Prachanda no hubiera renunciado. Pero es importante no dejar que los detalles de esta situación oculten los asuntos fundamentales que están en juego en esta confrontación, la cual no es un pleito en el parlamento.
Está el “poder paralelo” de la presidencia, tal como Prachanda dijo en su discurso de renuncia, un puesto creado para asegurar que su gobierno no pudiera debilitar ni desorganizar el ejército y de más importancia la presencia y el papel del propio ejército. Las fuerzas armadas son el pilar fundamental de todo poder estatal sin importar quién esté en funciones. Esta verdad general se aplica de manera concreta en Nepal, que tiene uno de los más grandes ejércitos del sur de Asia en proporción a su población. Sus fuerzas armadas han tenido una función institucional muy importante en la sociedad y un papel abierto y descarado de mantener a las clases dominantes en el poder mediante la violencia contra el pueblo y a la vez colaborar de cerca con el gobierno de la India.
Cómo pasó todo esto
Después de alcanzado el Acuerdo de Paz Global, los rebeldes obtuvieron un sorprendente triunfo en las elecciones a la Asamblea Constituyente, y luego se abolió la monarquía y por fin se formó un gobierno en agosto de 2008. (El partido adoptó su actual nombre a comienzos de 2009 cuando el PCN [M] se fusionó con el Centro de Unidad [Mashal] del cual originariamente se había escindido. Mashal se opone al concepto del maoísmo y a la guerra popular.) Pese a que obtuvo más votos que el voto combinado de los otros dos partidos principales, a condición de dejar que el PCUN (M) encabezara el nuevo gobierno, esos partidos lo obligaron a aceptar la creación del puesto de un presidente quien sería el jefe de estado y comandante en jefe de las fuerzas armadas. En ese entonces, se hizo caso omiso de la presidencia por principalmente ceremonial. Pero el poder del presidente cobró mucho peso cuando se ejerció para legitimar al Ejército de Nepal.
El general Katawal es un hombre que desde el comienzo ha tenido la encomienda de acabar con la revolución. Obtuvo honores de su adiestramiento en las Fuerzas Especiales yanquis (las Boinas Verdes) y los Rangers contrainsurgentes y en su adiestramiento de mando en Inglaterra, así como en escuelas militares de la India y Pakistán. Como jefe de la División Occidental del Ejército Real de Nepal en 2003-2004 y luego jefe del estado mayor del ERN, coordinó algunas de las batallas más cruentas durante la guerra popular en que las fuerzas revolucionarias golpearon duro a su ejército. Además, tuvo un papel importante en los asesinatos, violaciones, torturas y destrucción generalizada de casas y aldeas de parte del ejército. Unos meses después del cese al fuego de abril de 2006 y antes de que los Acuerdos de Paz Globales pusieran un fin formal a la guerra en noviembre de 2006, fue nombrado máximo jefe del Ejército Real de Nepal. Fue adoptado de niño por la familia real nepalesa y creció en el palacio. Si bien es indudablemente un producto de la monarquía, exhibió aún mayor lealtad a intereses más elevados cuando se desarrolló un consenso entre las clases dominantes del país, los partidos políticos y las potencias extranjeras de que Nepal solo iba a poder conservar la estabilidad social convirtiéndose en una república. Así, llegó a ser un símbolo de la continuidad social y política de las fuerzas armadas.
Aunque no se opuso a la abolición de la monarquía, sí se opuso a cualquier intento de tocar lo que hoy se llama a secas el Ejército de Nepal pero que no ha cambiando en casi nada. Según el Acuerdo de Paz Global de 2006, el Ejército Popular de Liberación (EPL) debería “integrarse en las fuerzas de seguridad”. Eso implicaría que el ejército revolucionario dejara de existir; surgió una contienda sobre cómo realizar eso. Por ahora, algunos 19 mil efectivos del EPL han estado viviendo en campamentos supervisados por la ONU y su armamento principal está bajo llave con la supervisión de la ONU.
Katawal se opone a que los comandantes del EPL conservaran su rango oficial y que las unidades del EPL se incorporaran intactas al Ejército de Nepal. De hecho, dijo de plano que no iba a permitir que los efectivos “politizados” del EPL ingresaran al Ejército de Nepal, como para decir que su propio ejército fuera menos politizado. En consecuencia, no se han “integrado” en lo más mínimo los dos ejércitos.
En lugar de dejar ingresar a sus filas a los efectivos del EPL, el Ejército de Nepal ha estado realizando sus propias campañas de reclutamiento, al menos tres hasta ahora, con amplia promoción en los medios y acompañadas de mítines públicos, por ejemplo, a fines de 2008 y comienzos de 2009. El enviado de la ONU a cargo del proceso de paz, Ian Martin, reaccionó diciendo que cualquier campaña de reclutamiento de cualquiera de los bandos violaría “el espíritu y la letra” de los Acuerdos de Paz Globales (comunicado de prensa del 23 de diciembre de 2008, citado por el Grupo de Crisis Internacional, en inglés, “El proceso de paz tambaleante de Nepal”, 19 de febrero de 2009). Pero ninguna de las potencias extranjeras que han asumido la supervisión del proceso ha considerado esta situación digna de queja. Al contrario, el general ha sostenido reuniones con embajadores de otros países o quizá mejor dicho, los embajadores de otros países se han reunido con él como si fuera el verdadero jefe de estado.
Mientras tanto, no se ha permitido que el gobierno de Prachanda dijera nada acerca del comando del ejército. La actual crisis empezó a agudizarse a comienzos del año cuando el gobierno se negó a prorrogar los plazos de ocho generales que habían llegado a la edad obligatoria y automática de jubilación. (El rey a menudo prorrogó los plazos de modo que los generales se le subordinaran aún más.) No obstante, Katawal hizo caso omiso del ministro de Defensa y reintegró en sus puestos a los generales. En marzo, la Corte Suprema suspendió la decisión del ministro de Defensa.
A mediados de abril, el gobierno solicitó formalmente que Katawal “aclarara” por qué violó órdenes sobre estos tres asuntos: las campañas de reclutamiento, los ocho generales jubilados y en una acción cuyo único propósito era una provocación, el abandono por parte del ejército de los Juegos Nacionales entre varias ramas de las fuerzas armadas y la policía, porque se negaba a jugar en una competencia atlética contra equipos conformados de sus antiguos enemigos, los efectivos del Ejército Popular de Liberación. Se le dio al general un plazo de respuesta de 24 horas; dos semanas después el gabinete de Prachanda votó a favor de destituirlo.
El general y la “comunidad internacional”
El que el general se mostrara desafiante no es simplemente un rasgo particular de su carácter ni un residuo de su vida de adiestramiento real. Pese a sus deseos personales de él, las grandes potencias le han dicho que permaneciera firme.
El “aliado internacional más fuerte” del Ejército Nepal (EN), India, como escribió el bien informado Grupo de Crisis Internacional (GCI) el 19 de febrero, “comparte la mayoría de los intereses del EN respecto a la integración y éste puede confiar en que la India se oponga a cualquier medida que parezca amenazar su actual estructura y cultura”. El GCI con sede en Bruselas es un organismo de consultoría manejado por ex jefes de estado occidentales, sus asesores y otra gente de su confianza. Cuando dice “confiar en la India”, habla precisamente de eso: las potencias imperialistas confían en los intereses del expansionismo indio.
Pero los grandes estados imperialistas y otras potencias han hecho más que eso. Han intervenido directamente al nivel político.
En los tiempos de crisis política en que el PCUN (M) proponía que se destituyera al general y sus socios de coalición se vacilaban, “los enviados de ocho países, entre ellos, los Estados Unidos, Inglaterra, India, China y Japón fueron a la residencia del primer ministro para tratar colectivamente el asunto. En la reunión estuvo presente el ministro de Finanzas Baburam Bhattarai. La comunidad internacional ha expresado su desagrado por la decisión del gobierno de destituir al jefe del ejército, diciendo que eso perjudicaría el proceso de paz” (Nepalnews.com, 12 de abril). ¿Cómo “perjudica el proceso de paz” lo de ejercer el control civil sobre el ejército? ¿No es de hecho un recordatorio de que la “comunidad internacional” al igual que los reaccionarios internos de Nepal quieren que el monopolio de los medios de ejercer la violencia armada permanezcan en las manos de las personas en que pueden confiar para obedecer sus intereses? De hecho, ¿no sería una amenaza implícita de violencia contra el PCUN (M) si no se portara como ellos quisieran?
Después de esa “discusión colectiva” sostenida al estilo gangsteril más descarado, el embajador indio volvió a consultar con su gobierno en Nueva Delhi y “advirtió que si el gobierno destituyeran al jefe del ejército, en cosa de días sería desarticulada la actual coalición encabezada por los maoístas. Además, se informa que el ministro de Relaciones Exteriores indio, Pranab Mukherjee, llamó por teléfono al presidente del UML, Jhala Nath Khanal, y le dijo que no apoyara el plan de los maoístas de destituir al JdEMdE [jefe del estado mayor del ejército Katawal]” (Nepalnews.com, 25 de abril). Luego, un dirigente del UML iba a anunciar que si bien el gobierno civil tenía “un derecho de pedir una aclaración al jefe del ejército por haber desafiado órdenes, ‘lo hizo con unas intenciones equivocadas’” (Nepalnews.com, 1º de mayo).
El gobierno estadounidense dio su propia señal inconfundible: el 30 de abril, cuando la crisis política de Nepal llegaba a un punto álgido, el Departamento de Estado yanqui lanzó un comunicado en que dice que el PCUN (M) debería permanecer en su lista oficial de organizaciones terroristas (la Lista de Exclusión de Terroristas) a pesar del fin de la guerra popular y del triunfo electoral de los maoístas.
Puso como supuesto pretexto los actos violentos de la Liga de la Juventud Comunista del partido. Como se sabe, el gobierno estadounidense hoy está librando dos guerras de ocupación en que la de Irak es ilegal de acuerdo a las reglas de la ONU “de la comunidad internacional” y la de Afganistán es meramente criminal en términos morales y humanos. Por eso no tiene derecho de condenar a nadie por una presunta violencia menor. Además, ¿cuándo se dignó de protestar por los crímenes generalizados del ejército del general Katawal? Pero es importante señalar cuando menos que se han levantado acusaciones semejantes contra el grupo juvenil del UML sin haber suscitado condenas de la comunidad internacional. Lo que pasa es que había hablado “el amo de todos los amos”, el gangster en jefe de la “comunidad internacional”, el gobierno de Obama.
El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.
Más información sobre la situación general en Nepal y la encrucijada general que vive el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) se halla en Revolución #160, y en http://revcom.us/a/160/nepal-article-es.html y en Letters to the Communist Party of Nepal (Maoist) from the Revolutionary Communist Party, USA, 2005-2008 (With a Reply from the CPN(M), 2006)." |
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